
De Kanye a Terelu: ocho carreras en la picota por un programa de telerrealidad
En el siglo XXI tener un 'reality show' o pasar de canto por uno ajeno se ha convertido en un rito de paso para acceder a un nuevo nivel de fama, pero la imagen propia, si se mezcla con una narrativa ajena, puede torcerse hasta afectar a figuras de todo tipo. Aqu¨ª van algunos ejemplos.







