¡°En el trabajo era una m¨¢quina, m¨¢s productivo¡±: ?por qu¨¦ se consumen drogas en la oficina?
No s¨®lo pasa en Wall Street o en Silicon Valley. La presi¨®n por la productividad, el s¨ªndrome del trabajador quemado o el deseo de desarrollar la creatividad son algunas las razones por las que las drogas se resisten a salir del entorno laboral
¡°Si abusas de la ketamina no puedes trabajar. Mis jornadas suelen ser de 16 horas al d¨ªa, por lo que no me puedo permitir que mi mente no est¨¦ completamente centrada¡±, dijo Elon Musk en una entrevista concedida a Don Lemon a comienzos de este a?o. En ella incide en que toma cada pocas semanas ketamina, recetada por un m¨¦dico, para una dolencia que no queda del todo claro cu¨¢l es. Menciona la depresi¨®n, los pensamientos intrusivos o el bloqueo mental. Lemon insiste: ¡°Que use drogas para ayudarle en el trabajo ?no puede afectar a su trabajo o alarmar a los inversores de Wall Street? Musk le contesta que no, porque, simplemente, a ¨¦l le funciona: ¡°Desde el punto de vista de Wall Street, lo que importa es el resultado. ?Est¨¢s generando beneficios para los inversores? Tesla, habiendo salido de la nada, es una compa?¨ªa que vale tanto dinero como el resto de la industria automovil¨ªstica junta. As¨ª que, desde el punto de vista de un inversor, lo que sea que est¨¦ tomando deber¨ªa seguir tom¨¢ndolo¡±, afirm¨®.
La conversaci¨®n nac¨ªa de cierta preocupaci¨®n entre los inversores de Tesla al saberse que el magnate, hoy mano derecha del pr¨®ximo presidente estadounidense, Donald Trump, consum¨ªa ketamina. La ketamina es un anest¨¦sico disociativo recetado en casos de depresi¨®n resistente al tratamiento, particularmente aquellos que no responden a los antidepresivos convencionales, como parece ser el caso de Musk. Sin embargo, tambi¨¦n se usa como droga recreativa: Matthew Perry muri¨® de una sobredosis el a?o pasado.
Desde El Lobo de Wall Street hasta la serie Industry, la ficci¨®n audiovisual se ha encargado de llevar a la pantalla un mundo laboral en el que las drogas son casi tan habituales como el caf¨¦ de cada ma?ana. Pero lo que narran no es del todo ficci¨®n. ¡°El consumo rutinario de drogas ha pasado de ser una actividad que se practica fuera del horario laboral a convertirse directamente en cultura corporativa¡±, escriben Kirsten Grind y Katherine Bindley en el Wall Street Journal. ¡°A la vanguardia est¨¢n los ejecutivos y empleados del sector tecnol¨®gico, que ven los psicod¨¦licos y sustancias similares, entre ellas la psilocibina, la ketamina y el LSD, como puertas de entrada a avances empresariales¡±, aseguran.
La microdosis forma parte de la trama de series como The Good Fight, y tambi¨¦n habla de ella Enrique Bunbury en su tema Microdosis, donde cuenta su experiencia tras ingerir durante un tiempo peque?as dosis de un hongo alucin¨®geno. En el ¨¢mbito laboral, se toma microdosis de drogas psicod¨¦licas como LSD o psilocibina de setas o trufas con la finalidad de incrementar el rendimiento, la productividad y la creatividad. Sin embargo, como aseguran en Drogopedia, el proyecto online del psicofarmac¨®logo, investigador y autor especializado en drogas Ant¨®n G¨®mez-Escolar: ¡°La realidad cient¨ªfica es que en los pocos ensayos cl¨ªnicos que se han hecho, por el momento, esta pr¨¢ctica no ha conseguido demostrar mayor eficacia que la de un placebo, aunque esto no quiere decir que en un futuro no pueda llegar encontrarse que tiene efectos interesantes. Por ahora s¨®lo se han podido demostrar efectos neuronales positivos en ratones, y tampoco conocemos su perfil de riesgo en humanos¡±. Sin embargo, se espera que el negocio de los psicod¨¦licos alcance los 11.000 millones de d¨®lares en 2027. Mientras que en Estados Unidos muchas de estas sustancias se han convertido en parte del d¨ªa a d¨ªa de los trabajadores, ?ocurre igual en Espa?a?
La experiencia de Carlos, ejecutivo en el ¨¢mbito cultural de 42 a?os, concuerda con el paradigma de recurrir a las microdosis para potenciar la creatividad, en su caso, con ¨¦xito. ¡°Tom¨¦ dos ciclos de un par de meses cada uno. Una dosis cada tres d¨ªas. Quer¨ªa estar m¨¢s despierto en la vida, como¡ abrir el tercer ojo. Vas andando por la calle y reparas en cosas que antes no ve¨ªas: un balc¨®n precioso, por ejemplo. Me sent¨ªa m¨¢s calmado, m¨¢s relajado, y en el trabajo era una m¨¢quina: de buen humor, m¨¢s productivo. No vas puesto, pero eres mejor trabajador y casi mejor en todo lo dem¨¢s¡±, explica. No ha vuelto a tomar microdosis (¡±no son f¨¢ciles de conseguir, puesto que son ilegales, y tampoco he cre¨ªdo necesitarlo¡±), pero su balance es positivo. ¡°Me sirvi¨® para identificar las cosas que quer¨ªa de m¨ª mismo y que luego he interiorizado sin darme cuenta, sin tener que intentarlo conscientemente y obviamente sin tomar ninguna sustancia¡±.
Ramiro, ingeniero de 45 a?os, aporta la otra cara de la moneda. En su caso, se encontraba inmerso en una larga etapa de tensi¨®n laboral y decidi¨® probar con microdosis para escapar del s¨ªndrome del trabajador quemado: ¡°Ten¨ªa acceso f¨¢cil a ese tipo de sustancias y hab¨ªa le¨ªdo varios art¨ªculos acerca de su uso como antidepresivo¡±, explica. ¡°Empec¨¦ con psilocibina, que es la sustancia que tienen las setas alucin¨®genas. Los efectos son parecidos a los del LSD, pero duran cinco o seis horas. Empec¨¦ un d¨ªa festivo que iba a ir a la oficina, por lo que pens¨¦ que no habr¨ªa nadie. Me puse una microdosis en el yogur, como desayuno y, al subir al tren, me entraron ganas de llorar al ver la portada del peri¨®dico que estaba leyendo un se?or. Entonces ca¨ª en que me estaba haciendo efecto¡±.
Al llegar al trabajo, descubri¨® que no era el ¨²nico que hab¨ªa decidido ir a la oficina, y un compa?ero le propuso bajar a tomar un caf¨¦. ¡°Me daba miedo hablar tras el episodio del tren, por lo que durante ese interminable caf¨¦, yo solo asent¨ªa¡±. Tras la experiencia, sin embargo, continu¨®. ¡°La pauta es: un d¨ªa s¨ª, dos d¨ªas no. Me di cuenta de que ten¨ªa que bajar la dosis y as¨ª lo hice durante una temporada, hasta que dej¨¦ de sentir que iba ligeramente colocado. Mi dosis era mucho m¨¢s peque?a de la que dicen los art¨ªculos, donde explican que es la d¨¦cima parte de una dosis completa, que para m¨ª es mucho. Lo dej¨¦ porque no me funcionaba. Prob¨¦ con el LSD, porque dura el doble: el efecto de la psilocibina, si la tomas en el desayuno, se ha ido en la comida, mientras que el LSD dura pr¨¢cticamente todo el d¨ªa. Sin embargo, con el LSD era m¨¢s complicado calcular las dosis. Al final el problema no lo resolvieron las drogas. Bast¨® con cambiar de puesto de trabajo¡±, asegura ahora.
Fernando Ribas de Pina P¨¦rez y Dioni Contreras Casado, miembros de la Comisi¨®n Nacional de Intervenci¨®n en el ?mbito Laboral de la Asociaci¨®n Proyecto Hombre, coinciden en se?alar que el aumento en el uso de estas sustancias refleja una necesidad creciente de abordar el estr¨¦s y la ansiedad en el entorno laboral. ¡°Es crucial que las empresas reconozcan estos problemas y tomen medidas para apoyar la salud mental y el bienestar de sus empleados. Esto puede incluir la implementaci¨®n de programas promocionando un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, y la creaci¨®n de un entorno de trabajo que reduzca el estr¨¦s y fomente el apoyo mutuo¡±, dicen. De hecho la Encuesta 2019/2020 sobre consumo de sustancias psicoactivas en el ¨¢mbito laboral en Espa?a se?ala que, aunque el consumo en la poblaci¨®n laboral es un reflejo de lo que sucede en la poblaci¨®n general ¡ªsiendo el alcohol, el tabaco, los hipnosedantes y el cannabis las drogas consumidas por un mayor porcentaje de personas¡ª, la poblaci¨®n laboral registra mayores prevalencias de consumo que la poblaci¨®n general.
¡°Los consumos laborales en nuestro pa¨ªs est¨¢n vinculados a ciertos sectores profesionales. Estad¨ªsticamente, en sectores como la hosteler¨ªa, la construcci¨®n o el entretenimiento, el uso de alcohol y otras sustancias puede estar m¨¢s normalizado debido a factores como las largas jornadas laborales, el estr¨¦s y la presi¨®n social. A pesar de estas tendencias, ning¨²n sector ni nivel laboral est¨¢ totalmente protegido del riesgo de sufrir una relaci¨®n conflictiva con alguna conducta adictiva. La presi¨®n del grupo y lo que es habitual pueden tener mucho peso, pero siempre hay una horquilla de libertad en las decisiones, aunque sea peque?a¡±, explican a ICON Fernando Ribas de Pina P¨¦rez y Dioni Contreras Casado.
La multinacional financiera estadounidense Morgan Stanley ha publicado su primer informe sobre la industria psicod¨¦lica, donde asegura que existen ¡°una serie de estudios acad¨¦micos prometedores¡± y ¡°ensayos cl¨ªnicos de una serie de compuestos psicod¨¦licos con posibilidades cre¨ªbles de obtener la aprobaci¨®n de la Food and Drug Administration (FDA)¡± respecto al uso de psicod¨¦licos. Este tipo de sustancias siguen siendo empleadas en el universo laboral, y series como Exit, basada en el testimonio real de cuatro inversores de enorme ¨¦xito que se evaden del estr¨¦s y el hast¨ªo vital con drogas indiquen lo contrario, as¨ª lo reflejan. De hecho, Business Insider reforz¨® la idea a trav¨¦s de entrevistas a 13 profesionales y exprofesionales del mundo de las finanzas, as¨ª como a varios profesionales de la salud, que indican que el consumo en el ¨¢mbito laboral sigue muy presente.
Anna Lembke, m¨¦dico y directora de la Cl¨ªnica de Patolog¨ªa Dual de Medicina de las Adicciones de la Universidad de Stanford, cont¨® que en el sector financiero son habituales la coca¨ªna y el Adderall (un medicamento para tratar el trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n) al actuar como ¡°un veh¨ªculo para trabajar m¨¢s, m¨¢s duro, no dormir, conseguir m¨¢s comisiones y tener m¨¢s ¨¦xito¡±. Por su parte John Battaglia, antiguo agente de ventas de Spear, Leeds & Kellogg y Goldman Sachs, dice que en la actualidad no es extra?o que se trafique con diferentes drogas por Wall Street, y llama al Adderall ¡°coca¨ªna con receta¡±.
?Hay casos en rehabilitaci¨®n de gente que se droga para ir a trabajar? Fernando Ribas de Pina P¨¦rez y Dioni Contreras Casado as¨ª lo aseguran. ¡°De hecho, no son casos extra?os. Personas que para aguantar el ritmo de trabajo, para rendir m¨¢s, para ser capaces de integrarse en el ambiente laboral o para compensar la falta de sue?o, optan por consumir diferentes sustancias adictivas. La rehabilitaci¨®n es un proceso complejo que requiere un enfoque integral. Tratar la adicci¨®n conlleva abordar las causas subyacentes que llevaron a la conducta adictiva. Esto puede incluir el manejo del estr¨¦s, la mejora de las condiciones laborales, el desarrollo de habilidades para enfrentar las presiones del trabajo de manera saludable, mejorar las habilidades en la comunicaci¨®n y en la gesti¨®n emocional, entre otras¡±. Como ocurre en cualquier otro ¨¢mbito, hay que entender las drogas como una consecuencia y no como una causa. Tal vez combatir el estr¨¦s, los horarios inhumanos y la presi¨®n desmedida es el primer paso de la rehabilitaci¨®n.