Trans, indigenista y referente: la indeleble huella de Inti en la televisi¨®n espa?ola
Se define a s¨ª misma como artista trans no binaria multidisciplinar e ind¨ªgena. Su paso por el programa ¡®Drag Race¡¯ ha sido pol¨¦mico, pero inolvidable
¡°Siempre noto que la gente se siente amenazada por m¨ª, por ser un hombre afroamericano, por la ira negra inherente en la cultura estadounidense, por lo que nos pas¨® en este pa¨ªs. Mi forma de suavizar esa percepci¨®n es vestirme como un personaje y decir: ¡®Miradme, soy divertido, tengo sentido del humor porque estoy en drag. S¨¦ lo que es la ira negra, pero vamos a pas¨¢rnoslo bien¡±. As¨ª explicaba la estrella mundial del drag RuPaul ...
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¡°Siempre noto que la gente se siente amenazada por m¨ª, por ser un hombre afroamericano, por la ira negra inherente en la cultura estadounidense, por lo que nos pas¨® en este pa¨ªs. Mi forma de suavizar esa percepci¨®n es vestirme como un personaje y decir: ¡®Miradme, soy divertido, tengo sentido del humor porque estoy en drag. S¨¦ lo que es la ira negra, pero vamos a pas¨¢rnoslo bien¡±. As¨ª explicaba la estrella mundial del drag RuPaul a The Guardian, en 2018, el secreto de su ¨¦xito y el imperio televisivo que ha surgido con ¨¦l. El drag se convierte con ¨¦l, y en su programa estrella Drag Race, en escape, en anulador de racismo y marginaci¨®n, como una m¨¢scara de payaso.
Despu¨¦s de 13 temporadas en la televisi¨®n estadounidense y siete versiones internacionales, entre ellas la espa?ola, por el concurso han pasado muchas concursantes que han llevado la contraria a Mama Ru, como se conoce a la matriarca del clan (y cabecilla de todo el tinglado empresarial). Una de ellas se llama Inti.
Inti ha sido hasta hace poco participante de la primera y esperada edici¨®n espa?ola del concurso, Drag Race Espa?a, que se estren¨® a finales de mayo en la plataforma de pago ATRESplayer Premium. Es una versi¨®n local del programa en la que no est¨¢ RuPaul (en su lugar presenta la transformista espa?ola Supremme DeLuxe) pero que sigue al pie de la letra el esquema original: una decena de drag queens compiten por llegar a la final y ser coronadas como ¡°la primera superestrella drag espa?ola¡±. En cada prueba deben demostrar su destreza dentro de un abanico de talentos (baile, canto, improvisaci¨®n, costura), su personalidad carism¨¢tica, su estilo personal y su buen ojo para la moda.
Las redes sociales ve¨ªan en Inti una de las diez reinas (como se llama a las concursantes) con m¨¢s potencial para llegar a la final: con 20 a?os, era la primera concursante de la historia de la franquicia nacida en el siglo XXI, ven¨ªa de ascendencia boliviana pero hab¨ªa sido criada en Madrid. Fascin¨® desde su primera aparici¨®n. Reforzaba su f¨ªsico y su presencia con un marcado discurso pol¨ªtico, muy de su generaci¨®n, en el que reivindicaba justicia para los ind¨ªgenas latinoamericanos y visibilidad para las personas no binarias. En la presentaci¨®n del programa describi¨® su estilo de drag como ¡°ind¨ªgeno futurista¡±: ¡°B¨¢sicamente c¨®mo se vestir¨ªa la gente ind¨ªgena si sigui¨¦semos vivas¡±, defini¨®.
Inti se define a s¨ª misma como artista trans no binaria multidisciplinar e ind¨ªgena. Su nombre significa Dios Sol en quechua. Su look de entrada en el programa llevaba como complemento un bolso con los genitales intersexuales. ¡°Pienso que el pene ya est¨¢ muy visto y es muy faloc¨¦ntrico todo, ?no?¡±, explicaba. Era una conversaci¨®n que rara vez se ve en un programa comercial de entretenimiento. No ser¨ªa la ¨²ltima vez. Y eso en una aparici¨®n que fue breve.
Las drag queens son, en cierto modo, como superh¨¦roes, porque tienen mitos originarios. El de Inti era la ansiedad: sufr¨ªa ataques que la ataban a la cama, no pod¨ªa comer, no sal¨ªa de casa. Un d¨ªa a sus padres se les ocurri¨® regalarle un kit de maquillaje porque sab¨ªan que le interesaba, y ella descubri¨® que maquillarse era la ¨²nica actividad que le dejaba la mente en blanco.
Se hizo modelo a los 14 a?os y entr¨® en la escena del ballroom espa?ol, donde encontr¨® una v¨ªa de expresi¨®n y desarrollo personal, pero en realidad Inti naci¨® en un concierto de Putochinomaric¨®n, otro artista del underground madrile?o hijo de inmigrantes, que la invit¨® a bailar en uno de sus bolos. Conflu¨ªan en su drag el voguing, la moda y figuras muy diversas: Grace Jones y David Bowie por un lado, porque ensancharon los l¨ªmites del g¨¦nero, y por el otro las mujeres latinas que la rodeaban y artistas recientes de la cultura popular sudamericana como Bad Bunny, Lorna (s¨ª, la de Papi chulo) y Chiky Bom Bom La Pantera.
En el segundo episodio, una prueba pidi¨® a las reinas que evocasen a La Veneno, el icono trans de los noventa. En el jurado estaba la invitada especial Paca la Pira?a, amiga de la vedette y coprotagonista de la serie Veneno. Le dijo que era, de todas las concursantes, la que m¨¢s le recordaba a su amiga. Deb¨ªa haber sido un ¨¦xito para Inti. Sin embargo, al verse con pechos postizos, colaps¨®: explic¨® que estaba sintiendo disforia de g¨¦nero al verse con esos atributos femeninos y defendi¨® que las personas trans no necesitan hormonas, transicionar ni el papel de un psiquiatra para serlo. Junto con la del pene, otra conversaci¨®n casi in¨¦dita en la televisi¨®n espa?ola y uno de los momentos m¨¢s did¨¢cticos e iluminadores de Drag Race en los ¨²ltimos a?os.
La semana siguiente la prueba era improvisar. Result¨® no ser el punto fuerte de Inti. Adem¨¢s, el panel de jueces, compuesto por Supremme DeLuxe, Javier Ambrossi y Javier Calvo y la dise?adora Ana Locking, critic¨® su paso por la pasarela en la segunda parte del programa: no pisaba con fuerza, su look no era lo suficientemente elaborado. La cara de Inti mientras les escuchaba pasaba de la sorpresa al fastidio, y despu¨¦s a una conformidad fingida con muy pocas ganas. Una serie de muecas casi ic¨®nicas ahora (todo lo ic¨®nico que puede ser algo en la sociedad multipantallas) y que ya forman parte de la historia de Drag Race. Cuando las reinas se fueron del escenario para que los jueces deliberaran, ella empez¨® a desvestirse y desmaquillarse ante el estupor de sus compa?eras. Se iba antes de que la echaran.
Televisivamente, la rabieta de Inti funcionaba como un reloj: hab¨ªa giros de guion, tensi¨®n, un personaje complejo en una situaci¨®n extrema... Pero hab¨ªa un detalle en su vestido, que tan desfavorables opiniones recibi¨®, que vuelve todo este tema algo m¨¢s complejo. El reto de aquella semana en la pasarela se llamaba ¡°Mis ra¨ªces¡± y consist¨ªa en dise?ar un conjunto para homenajear su procedencia. Inti se hab¨ªa puesto un conjunto espectacular que representaba la diablada, danza practicada en pa¨ªses de Latinoam¨¦rica como Bolivia y Per¨². ¡°Es lo que utiliz¨¢bamos para ahuyentar a los colonos y as¨ª poder sobrevivir¡±, explic¨® ante los jueces. Ana Locking le critic¨® que bajo la capa llevara un vestido y unas botas blancas algo simples: ¡°Me encanta c¨®mo has usado tu ascendencia ind¨ªgena en este preciosismo tan maravilloso, pero a m¨ª se me queda corto el tema del vestido y el calzado... Me hubiera gustado que hubiera estado mucho m¨¢s elaborado¡±.
Cuando se emiti¨® el programa y se hizo p¨²blico su abandono, Inti public¨® fotos firmadas por Gorka Postigo, las que ilustran este art¨ªculo, con el conjunto puesto y maquillada como si estuviera ensangrentada despu¨¦s de una batalla contra los colonos (las botas y el vestido, eso s¨ª, hab¨ªan desaparecido). Posaba sobre el monumento al Descubrimiento de Am¨¦rica en la Plaza de Col¨®n de Madrid y bajo la imagen se pod¨ªa leer el texto ¡°Morir antes que esclavos vivir¡±, l¨ªnea del estribillo del himno nacional de Bolivia. Tuite¨® ¡°Drag queens racializadas espa?olas existimos¡±.
RuPaul hab¨ªa creado su personalidad drag para evitar conversaciones raciales; Inti naci¨® precisamente para iniciarlas. Ella no desea diluir la ira causada por una opresi¨®n centenaria, sino expresarla mediante su arte. ¡°Quer¨ªa mostrar una imagen subjetiva de los ind¨ªgenas en Espa?a, porque siempre se nos ha puesto como horribles¡±, dijo en la entrevista posterior a su salida. Antes de ella, ?cu¨¢ntos inmigrantes latinoamericanos han tenido la oportunidad de expresarse tan libremente en nuestros medios de comunicaci¨®n?
Entre sus referentes drags, Inti tambi¨¦n citaba a ¡°Divine, RuPaul¡ y yo misma sobre todo¡±. Tenerse a una misma como referente es una se?al de inconsciencia y juventud; su abandono del programa tambi¨¦n puede verse como la pataleta de una ni?ata, algo que demuestra la falta de madurez suficiente para gestionar las cr¨ªticas. Pero as¨ª es la ambivalencia de Drag Race, un programa que puede ser a la vez l¨²dico, fr¨ªvolo, educativo y trascendental. En solo tres semanas, Inti ha utilizado la plataforma que le ofrec¨ªa el programa para introducir debates y conceptos que normalmente quedan relegados a los m¨¢rgenes, se ha postulado como un icono del drag y la moda espa?ola y nos ha hecho reflexionar sobre el racismo en Espa?a: ?fue juzgada injustamente porque los cuatro espa?oles blancos que conforman el panel no entendieron o no valoraron lo suficiente su propuesta anticolonialista?
Inti no ha llegado a la final, pero 12 a?os de programa nos han ense?ado que en Drag Race no gana quien acaba el concurso, sino quien deja una marca m¨¢s indeleble en su paso por ¨¦l.
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