Por qu¨¦ nadie quiere a Che D¨ªaz: an¨¢lisis del personaje m¨¢s controvertido de ¡®And just like that¡¯
La nueva temporada de ¡®Sexo en Nueva York¡¯ ha llegado a su fin con un personaje en el punto de mira: Che D¨ªaz, una estrella de la comedia no binaria, pansexual y que estaba destinada a ser un ant¨ªdoto contra la falta de diversidad en la serie. Pero se ha convertido en uno de los nombres que m¨¢s antipat¨ªa ha generado en 2022
De todos los paradigmas que Los Simpson han reflejado de forma precisa y brillante, de todas esas im¨¢genes hoy convertidas en gifs que explican en medio segundo nuestros sentimientos complejos y taras enquistadas, el m¨¢s interesante y duradero es tal vez el que crearon en 1997 con el perro Poochie. En el cap¨ªtulo El show de Rasca, Pica y Poochie, emitido originalmente el 9 de febrero de 1997, Poochie era la idea del creador de Rasca y pica (la hiperviolenta serie de dibujos animados que ven los p...
De todos los paradigmas que Los Simpson han reflejado de forma precisa y brillante, de todas esas im¨¢genes hoy convertidas en gifs que explican en medio segundo nuestros sentimientos complejos y taras enquistadas, el m¨¢s interesante y duradero es tal vez el que crearon en 1997 con el perro Poochie. En el cap¨ªtulo El show de Rasca, Pica y Poochie, emitido originalmente el 9 de febrero de 1997, Poochie era la idea del creador de Rasca y pica (la hiperviolenta serie de dibujos animados que ven los personajes dentro de la ficci¨®n) para actualizar su serie y rejuvenecer a su audiencia. Poochie era un perro rapero que recordaba al p¨²blico que deb¨ªan reciclar la basura. Con gafas de sol, gorra ladeada y vaqueros, Poochie quer¨ªa ser radicalmente moderno, pero solo consigui¨® que los espectadores lo odiasen y los productores de la serie lo matasen tras un episodio.
Poochie se convirti¨® as¨ª en un s¨ªmbolo de lo que puede ocurrir cuando un producto audiovisual busca el camino m¨¢s corto para redimirse de su propia irrelevancia y luchar contra la dictadura del tiempo y las tendencias. El nuevo Poochie, si atendemos al revuelo en redes sociales y en grandes medios que le est¨¢n dedicando tribunas, se llamar¨ªa Che D¨ªaz.
Che D¨ªaz es uno de los personajes de And Just Like That, la nueva entrega de Sexo en Nueva York (tras seis temporadas y dos pel¨ªculas) cuyo estreno fue el m¨¢s visto de la historia de HBO Max y que lleg¨® ayer a su fin. De origen latino, pansexual, no binario y estrella de los mon¨®logos (dentro de la ficci¨®n graba un especial para Netflix), se supone que el personaje de Diaz era una de las palancas para redimir a una franquicia acusada de ser demasiado blanca, rica, heteronormativa y cisg¨¦nero, al menos desde la perspectiva que da el tiempo (aunque a finales de los noventa cuatro mujeres hablando de felaciones o menstruaci¨®n era enormemente moderno). Che no es la ¨²nica aportaci¨®n de diversidad: en la serie hay personajes afroamericanos, asi¨¢ticos e hind¨²es y tambi¨¦n se revela que Rock, hije de Charlotte, empieza a dudar de su identidad sexual. Sin embargo, ha sido Che quien arrasa en redes sociales con memes que tildan de irritante su presencia y medios como Los Angeles Times, Vulture, Rolling Stone o Daily Beast han dedicado piezas a intentar analizar por qu¨¦ tanta gente detesta al personaje.
En Daily Beast, Kevin Fallon escribi¨®: ¡°Es imposible explicar lo insufrible que es. Tildarlo de inaguantable no es una hip¨¦rbole. Decir que da grima no es una expresi¨®n lo suficientemente fuerte como para describir c¨®mo tu cuerpo reacciona cuando aparece en pantalla, como un mecanismo de defensa f¨ªsica. [...] Nadie querr¨ªa se?alar el ¨²nico personaje nuevo LGTB como el peor de una serie, pero Che no nos deja otra opci¨®n¡±. ¡°Es f¨¢cil despreciar a Che porque el personaje ha sido escrito como un revoltijo de rasgos que deben servir a varios prop¨®sitos de la trama¡±, explicaba Jackson McHenry en Vulture. ¡°Che regala algunos de los momentos m¨¢s vergonzosos de la serie¡±.
En primer lugar, el personaje parece no satisfacer a ninguna de las dos audiencias entre las que fluct¨²a. Los j¨®venes parecen ver a una actualizaci¨®n de aquel Poochie que intenta tocar todos los botones de la cultura woke (que es el pasado de ¡°despertar¡± en ingl¨¦s, pero el Diccionario de Oxford recoge tambi¨¦n el adjetivo como ¡°alerta a las injusticias y discriminaciones en la sociedad¡±). La otra audiencia, el p¨²blico que disfrut¨® de la serie en su d¨ªa y que, por cuesti¨®n de edad, es m¨¢s conservador en ciertos aspectos, encuentran al personaje antip¨¢tico y condescentiente. Parte de la comunidad LGBTQI, para la que Che D¨ªaz deber¨ªa significar un gui?o representativo, se ha manifestado en redes para quejarse de que no funciona, precisamente, como una gran representaci¨®n. ¡°Por culpa de Che Diaz nos van a quitar los derechos gays¡±, brome¨® con regusto amargo el dramaturgo Matthew K. Begbie en su cuenta de Twitter. Otro tuit iba m¨¢s all¨¢: ¡°Che Diaz es nuestro 11-S¡±. Otros acusan al equipo de guionistas de que ¡°ni una sola persona queer funcional fue consultada cuando crearon al personaje¡±. Todo lo anterior a pesar de que en el equipo de guionistas de And Just Like that, compuesto en su mayor¨ªa de mujeres de diferentes razas, hay lesbianas y gais. Y, seg¨²n declar¨® a The Hollywood Reporter el pasado diciembre la propia Ramirez (que se declar¨® persona no binaria en agosto de 2020), cont¨® con el asesoramiento de GLAAD, la Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamaci¨®n, para construir a su personaje.
¡°Debemos pedir a los creadores honestidad. Si quieres meter un personaje no binario en tu serie, que lo escriba une guioniste no binarie¡±, opina Enrique Aparicio, periodista cultural, mitad del podcast ?Puedo hablar? y que se considera de g¨¦nero no binario. ¡°Ser¨¢ capaz de hacer un retrato mucho m¨¢s fiel de la experiencia no binaria que una mesa con los mejores guionistas cis del planeta. Y si simplemente quieres meter une personaje no binarie porque queda moderno, est¨¢s usando nuestras identidades para a?adir capital social a tu obra sin un verdadero conocimiento de nuestra experiencia¡±. ¡°A m¨ª me gusta la idea de que aparezca un personaje no binario en la serie, es necesario ir metiendo estas realidades en la ficci¨®n¡±, afirma por su parte Est¨ªbaliz Esty Quesada, youtuber, escritora, actriz y que tambi¨¦n se considera de g¨¦nero no binario. ¡°Che Diaz deja claro desde el minuto uno que lo es. Pero despu¨¦s no sabe hablar de otra cosa. Se convierte en una parodia de justiciero social que repite t¨¦rminos woke como una inteligencia artificial escacharrada. Con Che Diaz quieren marcar todas las casillas: POC [personas racializadas], g¨¦nero no binario, poliamor, activismo... y es agotador. Es un personaje que parece no tener vida ni existencia m¨¢s all¨¢ de su discurso cansado de twitter. Las personas no binarias tenemos una vida igual de complicada que la de los dem¨¢s. Nuestro g¨¦nero es una nota a pie de p¨¢gina, no nuestro epicentro¡±.
Respecto al dilema de si un personaje LGTBIQ tiene que ser por fuerza simp¨¢tico para dar una visibilidad positiva, Aparicio argumenta que ¡°ser¨ªa genial que pudiera haber personajes no binarios villanos sin que fuera un debate, pero creo que no ha pasado el tiempo suficiente. Venimos de siglos de codificaci¨®n queer negativa (?cu¨¢ntos villanos Disney son amanerados o se pintan como drag queens?) y es demasiado pronto para que un malo con pluma no sea juzgado por su pluma antes que por su comportamiento¡±.
Visibilidad sin clich¨¦s
¡°De las plataformas te llega el mensaje de estar a tope con la diversidad, pero m¨¢s all¨¢ de eso nunca me han dicho ¡®tu reparto es demasiado blanco¡¯, ¡®demasiado hetero¡¯ o ¡®demasiado rico¡±, explica Sara Antu?a, guionista y productora ejecutiva que ha participado ¨²ltimamente en series como El Vecino (Netflix), Garc¨ªa (HBO) y Sin Huellas (Amazon Prime). ¡°En alg¨²n caso s¨ª han pedido que se cuide bien la representaci¨®n correcta, sin caer en clich¨¦s, pero como creadora esa preocupaci¨®n ya tiene que ser tuya previamente¡±. Antu?a se?ala que lo que arquea la ceja del espectador es que ¡°lo intentes meter todo. Por ejemplo, hay zonas de Espa?a donde la poblaci¨®n migrante es casi exclusivamente subsahariana y no hay apenas latinos o asi¨¢ticos. Si los metes, lejos de ganar verdad est¨¢s construyendo un mosaico extra?o, que los espectadores del lugar no reconocen porque no es real. Si en tu pandilla son todo se?ores heterosexuales, blancos y espa?oles, est¨¢s dejando fuera a una parte del mundo muy grande. Pero si tu pandilla tiene una negra, un latino, una discapacitada, una lesbiana, un se?or trans y alguien no binario, tampoco es la pandilla de nadie, es un anuncio¡±.
En defensa de Che D¨ªaz han salido pocos. Por ejemplo, la revista Rolling Stone, que le dedic¨® una columna y celebr¨® su presencia para representar no a un colectivo, sino al reverso entero de lo que siempre fue Sexo en Nueva York: las tribulaciones de cuatro mujeres blancas, privilegiadas y heterosexuales. Sara Ramirez defendi¨® a su personaje durante un encuentro con periodistas para promocionar la serie: ¡°Che no busca ganarse la aprobaci¨®n de nadie, representar a la comunidad LGTBQ+ ni a un espectro de latinos o hispanoparlantes. Che solo est¨¢ aqu¨ª para ser elle misme¡±. Es esa terminaci¨®n, esa e, la que hace que la recepci¨®n de la serie tome otra dimensi¨®n en Espa?a: su uso habitual del lenguaje inclusivo (que en nuestro idioma no cuenta con la relativa facilidad de los pronombres they/them en ingl¨¦s y su ausencia de g¨¦nero al adjetivar) chirr¨ªa a cierta parte de la audiencia mientras es aplaudido por la otra. Los comentarios que se pod¨ªan leer en una publicaci¨®n en Facebook de la revista Fotogramas sobre, precisamente, el personaje de Che D¨ªaz, dan cuenta de c¨®mo el lenguaje inclusivo sigue siendo objeto de burla para parte de la sociedad: ¡°Me siento a verla, escucho lo de ¡®ah, que no est¨¢s sole¡¯ y es absurde, rid¨ªcule y est¨²pide¡±, escrib¨ªa un espectador.
La cuesti¨®n de la risa
Hay otra cuesti¨®n inc¨®moda en lo referente a Che: su personaje es una especie de leyenda de la comedia, que tiene su propio especial en Netflix y asiste a recaudaciones de fondos en el Upper East Side en los que hasta las clases m¨¢s privilegiadas le rinden pleites¨ªa. En algunos di¨¢logos se presenta a Che como ¡°profeta de la comedia¡± y se dice que, m¨¢s que mon¨®logos, hace ¡°conciertos c¨®micos¡±. Pero cuando Che empieza sus rutinas sobre el escenario, solo el resto de personajes se r¨ªen. Incluso Rolling Stone, en el art¨ªculo en el que pretende defender al personaje, tilda de ¡°asombrosamente tedioso¡± el espect¨¢culo que representa en el episodio 3.
Consultado sobre si hay un riesgo a?adido en intentar hacer humor aleccionador y concienciado, Xavi Puig, creador y director del diario sat¨ªrico El Mundo Today, explica que ¡°si el p¨²blico es mainstream y el humor alude a cosas que a¨²n no est¨¢n asentadas en el imaginario com¨²n, perder¨¢s a parte de la audiencia y fidelizar¨¢s a otra. Pero estoy a favor de asumir ese riesgo, porque el mainstream poco a poco se va contagiando de lo nuevo y as¨ª evoluciona. La ficci¨®n tiene que funcionar por s¨ª misma, sin que eso signifique hacerla esclava del lenguaje y la tem¨¢tica que habla la mayor¨ªa¡±.
Paloma Rando, guionista y columnista de televisi¨®n en EL PA?S, opina que ¡°Che es un personaje aleccionador, sin conflicto y sin debilidades. Sus mon¨®logos no buscan en primer lugar hacer re¨ªr, sino hacer reflexionar. Es una predicadora con chistes de m¨¢s o menos gracia, no una humorista con intenciones, y a nadie le gusta que le sermoneen¡±. Rando se?ala otras ficciones en las que el humor concienciado de hoy enfrentado al humor corrosivo de ayer se ha reflejado de forma mucho mejor, como Hacks, tambi¨¦n en HBO. ¡°Que te echen un discurso siempre irrita, pero es que todas las series y las pelis llevan mensaje, otra cosa es que sea m¨¢s o menos sutil¡±, a?ade Antu?a. ¡°Y a nadie parec¨ªa molestarle cuando el discurso era otro¡±.
Che D¨ªaz lleg¨® ayer a su fin (hay, al parecer, conversaciones sobre una segunda temporada) con la aparici¨®n en HBO Max del ¨²ltimo episodio de And just like that y dejar¨¢ un legado extra?o: para unos ha sido irritante, para otros ha hecho que millones de espectadores de m¨¢s de cincuenta a?os se acerquen a realidades sexuales, sociales y relacionales no normativas. Michael Patrick King, creador del personaje, acaba de cerrar el debate en una entrevista con Variety echando balones fuera: seg¨²n ¨¦l, el recelo que levanta Che se debe, sin m¨¢s, a su relaci¨®n amoriosa con Miranda, que la lleva a divorciarse de su marido Steve. ¡°Es todo proyecci¨®n¡±, concluye King. ¡°No tiene nada que ver con Che¡±. En el ¨²ltimo episodio de la temporada, emitido ayer y grabado antes de que toda esta pol¨¦mica viese la luz, el personaje de Che parece redimirse y mostrarse m¨¢s perspicaz de lo que pens¨¢bamos. Justo tras subirse a un escenario, advierte al p¨²blico: ¡°No os preocup¨¦is, no os voy a soltar otro mon¨®logo¡±.
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