Maurizio Lazzarato: ¡°La cat¨¢strofe del virus est¨¢ ligada a la ecol¨®gica¡±
El pensador italofranc¨¦s analiza en su ¨²ltimo libro el futuro de las revoluciones y el paso de la lucha de clases a las luchas de clases, en plural
La cita con Maurizio Lazzarato (Meduna di Livenza, Italia, 65 a?os) es en un caf¨¦ en la plaza de la Sorbona, muy cerca de las calles que medio siglo atr¨¢s fueron testigo de una de las revoluciones fundamentales de la ¨²ltima mitad del siglo XX, Mayo del 68. En su ¨²ltimo libro, El capital odia a todo el mundo (editorial Eterna Cadencia), que acaba de ser publicado en Espa?a, el fil¨®sofo y soci¨®logo italofranc¨¦s hace un balance te¨®rico y pol¨ªtico de los movimientos surgidos desde entonces, incl...
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La cita con Maurizio Lazzarato (Meduna di Livenza, Italia, 65 a?os) es en un caf¨¦ en la plaza de la Sorbona, muy cerca de las calles que medio siglo atr¨¢s fueron testigo de una de las revoluciones fundamentales de la ¨²ltima mitad del siglo XX, Mayo del 68. En su ¨²ltimo libro, El capital odia a todo el mundo (editorial Eterna Cadencia), que acaba de ser publicado en Espa?a, el fil¨®sofo y soci¨®logo italofranc¨¦s hace un balance te¨®rico y pol¨ªtico de los movimientos surgidos desde entonces, incluidos los nacidos tras la ya pen¨²ltima crisis: desde la primavera ¨¢rabe hasta Occupy Wall Street o el 15-M. Se trata, explica, de una obra de transici¨®n entre otros dos libros, Guerras y capital, escrito con ?ric Alliez, y un tercero a¨²n por publicar que llevar¨¢ el t¨ªtulo de Revoluci¨®n y capital. Lazzarato se interroga sobre el futuro de las revoluciones, que hasta ahora no han logrado acabar con el capitalismo. Sin haber hallado a¨²n todas las respuestas, aventura que la clave puede estar en un cambio de concepto fundamental: el paso de la lucha de clases a las luchas de clases, en plural. La pandemia de coronavirus y la brutal crisis que ha tra¨ªdo consigo han vuelto a revolver el panorama. Aunque Lazzarato est¨¢ convencido de que de periodos de crisis ¡ªque ¨¦l considera intr¨ªnsecos al sistema capitalista que denuncia en su obra¡ª surgen movimientos que cuestionan el sistema, en esta ocasi¨®n se muestra cauto, si no pesimista.
PREGUNTA.?El coronavirus nos ha llevado a una crisis brutal, mundial e in¨¦dita. ?Puede constituir una oportunidad de cambio?
RESPUESTA.?Hay que distinguir entre crisis y cat¨¢strofes. Las primeras las conocemos m¨¢s o menos, son crisis econ¨®micas, de producci¨®n, y hay una capacidad de intervenir, sabemos m¨¢s o menos qu¨¦ las origina. Con una cat¨¢strofe ¡ªcomo creo que es la del coronavirus, una de las primeras ligadas a la crisis ecol¨®gica¡ª es m¨¢s complicado porque no sabemos c¨®mo actuar, tiene nuevas caracter¨ªsticas. El capitalismo avanza a trav¨¦s de crisis, la destrucci¨®n y la creaci¨®n forman parte de su historia. Pero ahora no sabemos bien qu¨¦ va a pasar. Y la pandemia llega en un momento en el que el capitalismo todav¨ªa no hab¨ªa salido de la crisis de 2008. Esta cat¨¢strofe va a plantear problemas muy distintos a los de 2008. Aquella fue una crisis financiera en la que los Estados intervinieron para salvar las finanzas, para salvar a los bancos, e hicieron pagar a la poblaci¨®n. Ahora, por el contrario, es la econom¨ªa real la afectada, las empresas, los consumidores¡ Es una crisis completamente diferente, pero creo que vamos a volver a pagarla nosotros. La poblaci¨®n va a llevar la carga. Normalmente se dice que las crisis suponen una oportunidad. En esta ocasi¨®n, no estoy tan seguro.
P.?Pero, con la pandemia, por fin se ha visto la importancia de principios como la sanidad p¨²blica. ?No es esto un cambio?
R.?Creo que eso va a ser algo coyuntural, de hecho creo que ya ha pasado. Esta cat¨¢strofe ha pillado a los sistemas sanitarios muy debilitados porque hab¨ªan sido privatizados. Ahora, con la crisis, daba la impresi¨®n de que por fin se pod¨ªa empezar a discutir sobre esas pol¨ªticas neoliberales en el ¨¢rea de la salud. No lo creo. Pienso que van a seguir como antes. La gente ya se est¨¢ olvidando. No creo que vayamos a ver un cambio radical, sino una profundizaci¨®n mayor a¨²n de las pol¨ªticas neoliberales. No son este tipo de crisis las que provocan un punto de inflexi¨®n pol¨ªtico.
P.??Qu¨¦ falta para que se produzca un cambio fundamental?
R.?Tiene que haber un movimiento pol¨ªtico, que la gente se organice. No vamos a cambiar las cosas aplaudiendo todos los d¨ªas a las ocho de la tarde. Fue un gesto simp¨¢tico, pero no resulta en nada.
P.?Tras la crisis de 2008, surgieron muchos movimientos sobre los que usted reflexiona, desde la primavera ¨¢rabe hasta Occupy Wall Street en Estados Unidos, el 15-M espa?ol o, m¨¢s recientemente, las protestas de Chile. En Espa?a, Podemos, surgido de estos movimientos, ha llegado al poder. Usted es bastante cr¨ªtico con este partido.
R.?Soy muy cr¨ªtico sobre todo ante la teorizaci¨®n pol¨ªtica que Podemos hace de [los te¨®ricos pol¨ªticos del posmarxismo] Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. No creo en la teor¨ªa del populismo de izquierdas. Lo que voy a escribir en mi pr¨®ximo libro es precisamente que el gran problema desde el 68 es que no hemos comprendido que hubo un paso fundamental, a finales de los a?os sesenta y comienzos de los setenta, de la lucha de clases ¡ªcomo se conoc¨ªa¡ª, la lucha capitalista obrera, a las luchas de clases en plural, en el sentido de lo que una parte del feminismo ha teorizado acerca de que las propias mujeres son una clase: que hombre-mujer son clases. Que hay clases en plural. Tambi¨¦n lo hemos visto en Estados Unidos, donde las historias de blancos y no blancos son verdaderos enfrentamientos de clases. Y creo que ah¨ª hay algo que no hemos sabido interpretar, ese paso de la lucha de clases a las luchas de clases en plural. Lo primero es reconocerlas como luchas de clases, no como Laclau y Mouffe, que las consideran simples diferencias.
P.??Entonces, no se pueden cambiar las cosas desde dentro?
R.?No lo s¨¦, solo hago un balance de lo que veo. La esperanza de Podemos se ha agotado r¨¢pidamente, por eso lo que intento hacer ahora es volver sobre el concepto de la revoluci¨®n, que hay que cambiar por completo. Hemos olvidado completamente algo fundamental: el XX fue un siglo de revoluciones, la sovi¨¦tica, China, Vietnam, toda ?frica y luego Am¨¦rica Latina. Y pareciera que eso no existi¨® jam¨¢s. Uno de los grandes ¨¦xitos del neoliberalismo es haber borrado de la memoria esta tradici¨®n.
P.??Hay que repensar entonces la revoluci¨®n?
R.?Primero tenemos que reconocer esa multiplicidad de la lucha de clases, con ese nivel de organizaci¨®n aut¨®noma y de teorizaci¨®n independiente. Que se reconozca y, despu¨¦s, podemos preguntarnos realmente qu¨¦ es una ruptura con el neoliberalismo y qu¨¦ es lo que no logramos romper. Yo no s¨¦ c¨®mo hacerlo, solo digo que hasta la mitad del siglo XX ten¨ªamos ideas sobre qu¨¦ era la ruptura con el capitalismo y exist¨ªa una l¨®gica: hab¨ªa que tomar el poder. Los a?os sesenta y setenta implicaron la discusi¨®n de toda esa manera de hacer pol¨ªtica. Criticamos justamente el modelo leninista ¡ªporque fue un fracaso pese a que por primera vez en la historia de la humanidad los oprimidos llegaron al poder¡ª, pero no encontramos una alternativa. La capacidad de tener una actitud ofensiva estaba ligada, creo, al hecho de que la gente quer¨ªa hacer una lucha econ¨®mica, pero tambi¨¦n quer¨ªan hacer la revoluci¨®n. Una vez que abandonamos eso, solo nos queda defendernos. Pero si solo te defiendes, ya has perdido. Y desde hace 50 a?os, no hacemos m¨¢s que defendernos y recular. O bien encontramos de nuevo esa capacidad de imaginar una alternativa al capitalismo o lo ¨²nico que podremos hacer es defendernos.