Teresa Caldeira: ¡°Una red de transporte p¨²blico es fundamental para la democracia¡±
Antrop¨®loga y pen?sadora urbana, esta experta en la ciudad de S?o Paulo reflexiona sobre la capacidad para adaptarse a la pandemia que han mostrado los habitantes de muchas periferias
El confinamiento frente al coronavirus no se vive igual en un piso amplio de San Francisco que en una min¨²scula vivienda de una favela de Brasil. Eso lo sabe bien Teresa Caldeira (Baltimore, 1954), una pensadora urbana que pas¨® sus 30 primeros a?os en S?o Paulo y que ahora sigue investigando la transformaci¨®n social de esa ciudad desde la Universidad de California en Berkeley, que la premi¨® en 2012 con el Faculty Mentor Award, un reconocimiento a los profesores m¨¢s valorados. ¡°En la periferia hay emergencias constantes y el virus es una m¨¢s¡±, explica la antrop¨®loga, autora de varios libros, entre ellos Ciudad de muros (Gedisa, 2007), que gan¨® el Senior Book Prize. Tras impartir una charla en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona, la catedr¨¢tica reflexiona al tel¨¦fono desde Berkeley sobre la capacidad para adaptarse a los cambios de los habitantes de las periferias.
PREGUNTA.??Por qu¨¦ el confinamiento es diferente en dos ciudades como San Francisco y S?o Paulo?
RESPUESTA.?En San Francisco casi todo el mundo ha respetado el confinamiento. En las ciudades del sur global, como S?o Paulo, ha sido muy distinto. La mayor¨ªa vive en espacios densamente poblados, en casas peque?as, y no tiene posibilidad de aislarse. Sobreviven de la econom¨ªa informal, no pueden quedarse en casa.
P.??Las medidas contra el coronavirus son iguales para todos?
R.?Est¨¢n pensadas para quien tiene una casa y puede aislarse, lavarse las manos cada hora, trabajar por Internet¡ Esa pol¨ªtica no se puede aplicar en las ciudades del sur global. Los inmigrantes de la India caminaron durante d¨ªas para irse a otro lugar porque sab¨ªan que en el confinamiento no podr¨ªan sobrevivir. Muchas comunidades de estas ¨¢reas han buscado modelos alternativos frente al coronavirus por su cuenta.
P.??Por ejemplo?
R.?En la favela de Parais¨®polis, en S?o Paulo, pensaron en la prevenci¨®n de una manera distinta. All¨ª uno no puede decirle a una familia que vive en un espacio peque?o que se tiene que aislar. Lo que hicieron los vecinos fue pensar como una unidad: nadie estaba confinado, la gente sigui¨® movi¨¦ndose, pero crearon un sistema para saber d¨®nde estaban los casos. Hab¨ªa un representante para cada calle que preguntaba a todos los vecinos. Cuando identificaban un caso lo mandaban al sistema de salud. Tambi¨¦n aislaron a infectados y a gente mayor en escuelas, que estaban vac¨ªas, y tanto el cuidado como la comida la hizo gente del barrio. Generaron empleo local, aislaron a la gente y monitorizaron el barrio. Pensaron en soluciones m¨¢s all¨¢ de las oficiales. Los ¨ªndices de contagios all¨ª, con 70.000 habitantes, son mucho m¨¢s bajos que en otras ¨¢reas de la ciudad.
¡°En las favelas han buscado modelos alternativos frente al coronavirus, pensando soluciones m¨¢s all¨¢ de las oficiales¡±
P.??El virus ha mostrado la desigualdad de las ciudades?
R.?S?o Paulo es una de las ciudades m¨¢s desiguales del mundo, pero ahora resulta palpable incluso para quienes no quer¨ªan pensar en ello. La desigualdad no ha aumentado, pero se ha visto de forma m¨¢s evidente.
P.??Esto ocurre solo en las urbes del sur?
R.?No. Las urbes del norte son desiguales, pero de otra manera. En EE?UU la pandemia coincidi¨® con la oleada de protestas contra el racismo que ha llevado a la conciencia p¨²blica la inmensa desigualdad racial del pa¨ªs. La muerte de George Floyd por asfixia es como una met¨¢fora de la pandemia: repiti¨® diez veces ¡°no puedo respirar¡± en un momento en que miles de personas mor¨ªan por no poder respirar. Fue una situaci¨®n poderosa que gener¨® un cambio. Y tambi¨¦n ha habido un cambio en Brasil sobre la evidencia de la desigualdad, aunque Bolsonaro lo ignora.
P.??Es una ciudad democr¨¢tica si tiene grandes diferencias entre los barrios ricos y pobres?
R.?La democracia convive con la desigualdad. No creo que se pueda decir que la democracia produce igualdad, pero creo que s¨ª ofrece m¨¢s condiciones para que los movimientos sociales traten de reducir la desigualdad. Es m¨¢s f¨¢cil intentar luchar contra la desigualdad con una democracia que con un r¨¦gimen autoritario.
P.??Las ciudades est¨¢n dise?adas para las mujeres?
R.?Nunca lo han estado. Siempre mantuvieron una situaci¨®n ambigua con el espacio p¨²blico de la ciudad moderna. Son acosadas y no tienen las mismas posibilidades para moverse. En el metro de R¨ªo de Janeiro hay vagones solo para ellas.
P.??Qu¨¦ cambios urban¨ªsticos impulsan las mujeres?
R.?Hay una generaci¨®n joven de mujeres en las periferias que ha descubierto el feminismo y que est¨¢ muy involucrada en movimientos como el MeToo. Est¨¢n dispuestas a crear otro tipo de vida. En Brasil, las mujeres han cambiado inmensamente sus vidas en unas d¨¦cadas. Si uno mira los hogares, ve que las familias nucleares ¡ªpadre y madre con ni?os¡ª suponen menos del 50%. Hay muchas mujeres que prefieren tener hijos solas antes de formar una pareja. Una de las razones es que hay mucha violencia machista en el hogar. En algunas zonas de la periferia de S?o Paulo, el 60% de las mujeres que tienen hijos no viven con el padre de su hijo. Es un tema de la cultura popular urbana. Y la reacci¨®n se vio en quienes apoyan a Bolsonaro: es una masculinidad que se siente atacada y reacciona de manera violenta.
P.??C¨®mo afecta a una ciudad la carencia de una red de transporte p¨²blico?
R. Es fundamental para un espacio p¨²blico democr¨¢tico. EE UU tiene muchas ciudades sin transporte p¨²blico, los suburbios no lo tienen¡ Aunque existe un movimiento para construir alternativas: San Francisco, por ejemplo, ha cerrado a los coches parte de Market Street, una avenida principal, para que solo la usen bicis y autobuses.
P.??El coronavirus cambiar¨¢ las ciudades para mejor?
R.?No s¨¦ c¨®mo van a cambiar las ciudades; habr¨¢ cambios importantes, pero no me atrevo a decir c¨®mo van a pasar. Es importante que la gente se ponga a pensar en alternativas. No porque la ciudad sea as¨ª tiene que seguir si¨¦ndolo. ?C¨®mo hacemos S?o Paulo menos desigual? ?Qu¨¦ podemos hacer para que la periferia de la ciudad se convierta en un espacio de vida alternativa? Si la periferia se organiza, puede ser incluso m¨¢s interesante que los barrios del centro. Hay que estar abierto a propuestas.
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