?Quieres ver algo realmente terror¨ªfico?

A muchos no nos gustan las pel¨ªculas de miedo, por eso, porque dan miedo, pero a muchos s¨ª, por sentir esa sensaci¨®n. Record¨¦ una vieja de Spielberg, En los l¨ªmites de la realidad (1983), al ver las im¨¢genes del Capitolio. Empieza con dos tipos en un coche de noche por una carretera solitaria. Juegan a cosas que dan miedo y uno dice: ¡°?Quieres ver algo realmente terror¨ªfico?¡±. Entonces le da la espalda y cuando se gira es un monstruo aterrador que se lanza sobre ¨¦l. Se oye una voz: ¡°Esta puerta se abre con la llave de la imaginaci¨®n. Al otro lado hay una nueva dimensi¨®n. Acaban de entra...

A muchos no nos gustan las pel¨ªculas de miedo, por eso, porque dan miedo, pero a muchos s¨ª, por sentir esa sensaci¨®n. Record¨¦ una vieja de Spielberg, En los l¨ªmites de la realidad (1983), al ver las im¨¢genes del Capitolio. Empieza con dos tipos en un coche de noche por una carretera solitaria. Juegan a cosas que dan miedo y uno dice: ¡°?Quieres ver algo realmente terror¨ªfico?¡±. Entonces le da la espalda y cuando se gira es un monstruo aterrador que se lanza sobre ¨¦l. Se oye una voz: ¡°Esta puerta se abre con la llave de la imaginaci¨®n. Al otro lado hay una nueva dimensi¨®n. Acaban de entrar a la dimensi¨®n desconocida¡±. Bueno, pues eso.

En los l¨ªmites de la realidad estaba esa mujer que ante un polic¨ªa con una pistola decidi¨® que le daba igual y entraba en el Congreso. Viv¨ªa en un mundo tan paralelo, un mundo en el que Trump hab¨ªa ganado las elecciones y la mascarilla no sirve para nada, que quiz¨¢ pens¨® que no le iban a disparar. Su familia podr¨ªa reclamarle a Trump (las balas eran de verdad, eso no vale) y a todos los que les enga?aron y jalearon, pol¨ªticos y periodistas. Y esto nos interpela a todos a tener las cosas claras, porque esta gentuza luego cree que las tiene clar¨ªsimas y pasa lo que pasa.

Hay dos problemas: la deslegitimaci¨®n del adversario, que justifica todo, y la acci¨®n ilegal, que viene despu¨¦s. Aqu¨ª en Espa?a nos pone ante el espejo y hay para todos, lo que nos parece mal nos debe parecer mal siempre: deslegitimar un Gobierno leg¨ªtimo y no saber perder, ensalzar tumultos de energ¨²menos, denigrar a medios profesionales. La democracia no vale solo cuando ganan los tuyos, eso es Trump. Y tampoco son buenos los escraches a los rivales y malos cuando te los hacen a ti. Ha sido reconfortante ver a la derecha, y a la prensa de derechas, lamentar el asalto, aunque cada d¨ªa clamen que estamos en una dictadura de un Gobierno tir¨¢nico. Igual que era enternecedor ver a partidos y medios de izquierda repetir que no tiene nada que ver con lo que ocurri¨® el 29 de octubre de 2016, cuando algunos declaraban ileg¨ªtima la investidura de Rajoy. Otra cosa es protestar contra ella delante del Congreso, que me parece bien, si no pasan la raya, y no la pasaron. Lo s¨¦ porque estaba all¨ª, mientras insultaban, entre otros, al peri¨®dico en el que trabajo. Que tambi¨¦n me parece bien, que cada uno diga lo que quiera. Porque despu¨¦s est¨¢ la raya, la ley, que nos protege a todos de tarados e iluminados de toda ¨ªndole. En Catalu?a est¨¢n quienes piensan que las calles ser¨¢n siempre suyas y lo volver¨¢n a hacer, y en Madrid, la propia presidenta de la Comunidad diciendo que lo de N¨²?ez de Balboa un d¨ªa nos va a parecer una broma. O exmilitares chiflados diciendo que hay que fusilar a millones de espa?oles.

Luego te pasa que en una sala de espera, despu¨¦s de despotricar del Gobierno, alguien diga: ¡°Hay que parar a esta gente como sea¡±. A esto lleva la continua mistificaci¨®n de que la democracia est¨¢ en peligro. Todos tenemos conocidos muy normales que ya sueltan tranquilamente cosas delirantes. Piensan que si gente con responsabilidades, l¨ªderes pol¨ªticos, portavoces parlamentarios, tertulianos famosos, columnistas reputados, dicen esas barbaridades, ellos que saben, que est¨¢n informados, que comen con gente importante, tendr¨¢n raz¨®n, sabr¨¢n lo que dicen. Es verdad, saben lo que dicen. Es decir, saben que mienten, pero creen que es un mal menor ante un fin superior, el de los suyos. No he visto mucha autocr¨ªtica entre periodistas, y la propaganda del odio, alimentar burbujas de irrealidad y mentira, tambi¨¦n es cosa suya. ?Quieren ver algo terror¨ªfico? Sigan jugando, luego da igual quien empez¨®.