Horas punta, horas llanas, horas valle
?Un valle est¨¢ por debajo de una llanura, o m¨¢s bien la llanura se sit¨²a en un nivel inferior al valle?
La Administraci¨®n muestra problemas a la hora de dar nombre a cosas o ideas. Ya se vio, por ejemplo, con las etapas pand¨¦micas de hace un a?o, cuando la ¡°fase cero¡± result¨® ser la primera fase; la segunda fase o fase n¨²mero dos era oficialmente la ¡°fase uno¡±, y la tercera fase se llam¨® ¡°fase dos¡±, de modo que a la ¡°fase 3¡± le tocaba ser en realidad la cuarta. Por no hablar de la ¡°cita previa¡±: menos mal que nos la dan antes de ir, y no despu¨¦s.
Fernando Beltr¨¢n, poeta y especialista en nomb...
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La Administraci¨®n muestra problemas a la hora de dar nombre a cosas o ideas. Ya se vio, por ejemplo, con las etapas pand¨¦micas de hace un a?o, cuando la ¡°fase cero¡± result¨® ser la primera fase; la segunda fase o fase n¨²mero dos era oficialmente la ¡°fase uno¡±, y la tercera fase se llam¨® ¡°fase dos¡±, de modo que a la ¡°fase 3¡± le tocaba ser en realidad la cuarta. Por no hablar de la ¡°cita previa¡±: menos mal que nos la dan antes de ir, y no despu¨¦s.
Fernando Beltr¨¢n, poeta y especialista en nombrar (algunos lo llaman naming), ha creado denominaciones como la del centro La Casa Encendida y las marcas Opencor o Amena, entre otras. El Parque Biol¨®gico de Madrid, de inversi¨®n privada y creado con ese nombre en 2001, pas¨® de ruinoso a masivo en 2002, a partir de que Beltr¨¢n lo llamase Faunia.
No contratar¨¢n a Beltr¨¢n en la Administraci¨®n, porque ser¨ªa un l¨ªo burocr¨¢tico. Har¨ªa falta convocar un concurso en el que al final se elegir¨ªa la oferta m¨¢s barata. Pero un buen nombrador, profesional o aficionado, habr¨ªa pensado un rato antes de lanzar las nuevas franjas para las tarifas de la luz: ¡°horas punta¡±, ¡°horas valle¡± y ¡°horas llanas¡±.
La locuci¨®n ¡°hora punta¡± habita entre nosotros desde hace decenios, para designar los momentos del d¨ªa en que se producen aglomeraciones de personas o concentraciones de consumo. ¡°La hora valle¡± se ven¨ªa oponiendo a la anterior, para reflejar la met¨¢fora de la llanura entre dos picos, como suelen mostrar las curvas de consumo. Ambas expresiones figuran en el Diccionario con esos sentidos y con referencia a los transportes y al suministro de agua y electricidad. Y para saber lo que expresan no se precisa consultar la obra acad¨¦mica, si se tienen en la cabeza los significados de punta y de valle.
Pero ahora las tarifas el¨¦ctricas han sumado una tercera locuci¨®n: ¡°hora llana¡±, que a diferencia de las anteriores no aparece en el Diccionario como formaci¨®n estable. As¨ª que tenemos hora punta, hora llana y hora valle. Pero ?un valle est¨¢ por debajo de una llanura, o m¨¢s bien la llanura se sit¨²a en un nivel inferior al valle?
El tramo m¨¢s caro para el consumo el¨¦ctrico corresponde a los dos segmentos de ¡°horas punta¡± (de 10.00 a 14.00 y de 18.00 a 22.00). Despu¨¦s viene la tarifa media para la ¡°hora llana¡± (de 8.00 a 10.00, de 14.00 a 18.00 y de 22.00 a 24.00). Y la tarifa m¨¢s baja (de las 0.00 a las 8.00) se llama ¡°hora valle¡±. Todo un desprop¨®sito.
El valle se define como ¡°un llano entre monta?as¡±. Por tanto, deber¨ªamos imaginarlo entre las horas punta. Sin embargo, aqu¨ª la hora comprendida entre horas punta (o picos metaf¨®ricos) no es la hora valle, sino la hora llana. A¨²n m¨¢s: el valle de la factura no est¨¢ comprendido entre monta?as, sino entre llanos.
Quiz¨¢s habr¨ªa sido m¨¢s adecuado para la mejor comprensi¨®n intuitiva elegir los t¨¦rminos ¡°hora llana¡±, ¡°hora meseta¡± y ¡°hora punta¡±. Eso s¨ª, con la licencia de que en realidad se trata de unas puntas muy mesetarias: de cuatro horas cada una.
El lenguaje del poder tiende a aplastar al ciudadano que aspire a descifrar lo que no conviene que entienda. As¨ª ven¨ªa ocurriendo con el oscuro recibo de la luz y sus datos ininteligibles, que nos hacen creer mal empleado el tiempo que dedicamos en el colegio a las matem¨¢ticas. Ahora nos oscurecen tambi¨¦n las palabras, en una maniobra consecuente con la anterior y que nos deja en la duda de si aprendimos correctamente la lengua. Lo que ya no se comprende es por qu¨¦ adem¨¢s pretenden que nos sintamos idiotas con la geograf¨ªa.
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