Cantidades percibidas indebidamente
Se endosa al contribuyente la acci¨®n de haberse apoderado del dinero como si lo hubiera hecho con enga?o
La declaraci¨®n de la renta se ha facilitado mucho a quienes saben manejar un ordenador. El sistema deja muy claro lo que hay que pagar. Otra cosa es que se entienda por qu¨¦.
Hemos asistido a muchos intentos encaminados a la transparencia en el lenguaje administrativo, judicial o tributario. Gu¨ªas de estilo, manuales, recomendaciones¡ Vanos empe?os, casi todos. La presi¨®n por el llamado ¡°lenguaje inclusivo¡± s¨ª ha obtenido frutos, a la vista de c¨®mo redactan sus documentos muchas administraciones, pero el prop¨®sito encaminado a la claridad de las palabras viene constituyendo un enorme fracaso. Eso s¨ª es un lenguaje excluyente, que aleja de su entendimiento a quienes no formen parte del tingladillo.
Si uno repasa sus impresos de las ¨²ltimas declaraciones de la renta, encontrar¨¢ expresiones como las siguientes: ¡°Saldo neto negativo del rendimiento capital mobiliario imputable a 2020 a integrar en la B.I. ahorro¡±, ¡°saldo neto de rendimientos a integrar en la base imponible general y de las imputaciones de renta¡±, ¡°bienes inmuebles no afectados a AAEE¡±, ¡°ganancias y p¨¦rdidas patrimoniales derivadas de la transmisi¨®n de derechos de suscripci¨®n¡±, ¡°saldo neto positivo de ganan./p¨¦rd. patrimoniales imputables a integrar en la B.I ahorro¡±, ¡°m¨ªnimo personal y familiar de la base liquidable general para calcular el gravamen estatal¡±, ¡°cuota estatal correspondiente a la base liquidable del ahorro sometida a gravamen¡±, etc¨¦tera.
En Espa?a existe el llamado SEPE (hasta 2003, Inem). Se supone que las siglas SEPE se corresponden con ¡°Servicio P¨²blico de Empleo Estatal¡±, para lo cual hace falta un acto de fe; pero en realidad se trata de un servicio estatal para el empleo, no para el empleo estatal. Habr¨ªa bastado con llamarse Servicio Estatal de Empleo (y as¨ª ya se entender¨ªa que es p¨²blico).
Se empieza por eso y se acaba por esto otro: el SEPE ha cometido fallos garrafales en el ¨²ltimo ejercicio, al pagar a cientos de miles de trabajadores sometidos a un ERTE (expediente de regulaci¨®n temporal de empleo) m¨¢s dinero del que deb¨ªa abonarles. Esto tiene consecuencias fiscales, porque hay que reintegrar tales cantidades al Estado. Pero la documentaci¨®n que se facilita para ello al contribuyente incluye una desagradable forma de comunicar el error, que resaltamos aqu¨ª en cursiva: ¡°(¡) el apartado correspondiente a cuant¨ªas indebidamente percibidas pagadas por el SEPE¡±, ¡°el SEPE ha detectado cuant¨ªas indebidamente percibidas¡±, ¡°se ha iniciado un procedimiento de regularizaci¨®n de las cantidades indebidas percibidas por este concepto¡±¡
?Cantidades indebidas percibidas! Resulta que, sin haber tomado decisi¨®n alguna, el contribuyente ha hecho algo indebido (es decir: ¡°il¨ªcito, injusto y falto de equidad¡±). Y esa f¨®rmula se ha extendido a las consultor¨ªas fiscales, los tutoriales en internet, los textos period¨ªsticos¡ Por todas partes se habla ya de ¡°cuant¨ªas indebidamente percibidas¡±, lo cual endosa al declarante la acci¨®n de haberse apoderado del dinero, como si hubiera ido a cobrarlo a una ventanilla mediante enga?o o simulaci¨®n. Ah¨ª se ve el sesgo administrativo. Hablan de percepciones indebidas en lugar de pagos indebidos. Es decir, ¡°cantidades pagadas indebidamente¡±. El abono lleg¨® a las cuentas de los trabajadores sin acci¨®n ni responsabilidad alguna de su parte. Y ahora, a arreglarlo.
Hay que tener la cara m¨¢s dura que una estatua para escribir o corroborar unas frases que, en lugar de reconocer el fallo del administrador, le echan encima las palabras y el problema al administrado.
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