Deja el pu?etero m¨®vil, estos d¨ªas no volver¨¢n
Sol¨ªamos tener un saludable sentido del hedonismo en vacaciones, el talento de la vagancia total, pero ya siempre estamos haciendo algo
En los partidos de la Eurocopa he estado muy entretenido con un detalle: cuando enfocan a alguien del p¨²blico me parece incre¨ªble que apenas tarde unos nanosegundos en darse cuenta, porque de inmediato se ve en la pantalla del estadio. En cuanto reacciona ya cortan el plano, como si el realizador pensara con fastidio que ya no le vale, que se ha perdido la naturalidad. Y s¨ª, est¨¢ perdida del todo. Me imagino la sala de control de la cadena, desesperados porque ya no pueden mostrar la alegr¨ªa o la decepci¨®n en estado puro, sino siempre una interpretaci¨®n. ...
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En los partidos de la Eurocopa he estado muy entretenido con un detalle: cuando enfocan a alguien del p¨²blico me parece incre¨ªble que apenas tarde unos nanosegundos en darse cuenta, porque de inmediato se ve en la pantalla del estadio. En cuanto reacciona ya cortan el plano, como si el realizador pensara con fastidio que ya no le vale, que se ha perdido la naturalidad. Y s¨ª, est¨¢ perdida del todo. Me imagino la sala de control de la cadena, desesperados porque ya no pueden mostrar la alegr¨ªa o la decepci¨®n en estado puro, sino siempre una interpretaci¨®n. Ya nadie est¨¢ distra¨ªdo. Quiz¨¢ existe una apuesta entre los realizadores televisivos, a nivel Eurovisi¨®n, con el reto supremo de poder captar a¨²n la espontaneidad, como una especie al borde de la extinci¨®n, y ver qui¨¦n logra mostrar a alguien siendo ¨¦l mismo m¨¢s tiempo. No creo que el r¨¦cord est¨¦ m¨¢s all¨¢ de tres segundos.
Esto es porque los espectadores est¨¢n igual o m¨¢s atentos a la pantalla del campo que a lo que sucede en ¨¦l, y eso que tienen el partido delante, est¨¢n all¨ª, que se supone que es lo bueno, y por eso han pagado una pasta, se han dado una paliza de viaje, se han cogido un hotel de mierda. Pero estar all¨ª tambi¨¦n sirve en buena parte para decir que has estado, fotografiarlo y hacerlo saber a todos tus conocidos. Estar a secas, saber estar, es algo cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Nos hemos especializado en no estar a lo que estamos.
Tambi¨¦n se suele ver en los Juegos Ol¨ªmpicos otro fen¨®meno asombroso en la final de los 100 metros lisos. Dura 10 segundos, pero ves una apoteosis de flashes en el p¨²blico. Es decir, gente que en ese momento prefiere ver la carrera a trav¨¦s del cuadradito del m¨®vil o de una c¨¢mara que con sus propios ojos, aunque eso signifique perd¨¦rselo: pero testimonia que estabas all¨ª, no como otros. El verbo ¡°compartir¡±, tan mod¨¦lico, tan cristiano, tan humano, est¨¢ adquiriendo connotaciones malsanas. Casi haces las cosas para poder decir que las est¨¢s haciendo. M¨¢s que una vida, parece que est¨¢s viviendo un curr¨ªculum.
Ya, las pantallas succionan la mirada, son m¨¢s fuertes que t¨². Est¨¢s en un bar con la tele puesta y se te van los ojos, aunque est¨¦n exhibiendo un pelador de patatas. Desenganchar la mirada de las pantallas es lo m¨¢s dif¨ªcil en vacaciones, adem¨¢s llevamos a?o y medio viviendo en ellas. Lo primero que notas en vacaciones es, precisamente, la voluntad desentrenada, y que has tenido una falsa sensaci¨®n de control sobre tu vida. Es un descubrimiento del segundo o el tercer d¨ªa, te noquea. Luego ves a gente en la playa pegada al m¨®vil como si estuviera en el metro, y deprime mucho. No digo cuando es lectura, que se nota en la disposici¨®n, en la lentitud, y leer est¨¢ bien como sea, hasta en los posos del caf¨¦, me refiero a cuando los ves nerviosos, moviendo el pulgar compulsivamente, todo el rato. Ves que siguen en otra parte. Sol¨ªamos tener un saludable sentido del hedonismo en vacaciones, el talento de la vagancia total, pero ya siempre estamos haciendo algo. Como si no te bastara lo que tienes delante. Imaginas ese mundo paralelo de mensajes, im¨¢genes, dibujitos, microest¨ªmulos, al alcance de la mano, y te puede la curiosidad, aunque la mayor¨ªa provenga de gente que te importa un pimiento o te cae mal o ni siquiera conoces o son robots. Si fuera un lama, dir¨ªa algo as¨ª como que el m¨®vil no conduce a la felicidad, pero de forma m¨¢s sencilla dir¨ªa que estamos tontos. Estoy tonto, me digo, deja el pu?etero m¨®vil, estos d¨ªas no volver¨¢n, no se guardan en ninguna carpeta, no los vas a ver despu¨¦s.
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