11-S, Gran Recesi¨®n, pandemia

Varias generaciones de ciudadanos conviven en el mundo sin haber sufrido una guerra en su territorio. Este es el gran avance hist¨®rico de los ¨²ltimos tres cuartos de siglo. Sin embargo, estos mismos ciudadanos conocen ahora, en sus propios cuerpos, lo que es una terrible pandemia que les supone una situaci¨®n de riesgo inmediato para la salud e incluso para la vida. La covid permea ya tres a?os naturales (comenz¨® a manifestarse en el primer trimestre de 2020) y hasta ahora tiene un balance de ...

Varias generaciones de ciudadanos conviven en el mundo sin haber sufrido una guerra en su territorio. Este es el gran avance hist¨®rico de los ¨²ltimos tres cuartos de siglo. Sin embargo, estos mismos ciudadanos conocen ahora, en sus propios cuerpos, lo que es una terrible pandemia que les supone una situaci¨®n de riesgo inmediato para la salud e incluso para la vida. La covid permea ya tres a?os naturales (comenz¨® a manifestarse en el primer trimestre de 2020) y hasta ahora tiene un balance de m¨¢s de 310 millones de contagiados y 5,5 millones de fallecidos (7,8 millones de contagiados y 90.000 muertos oficiales en Espa?a).

Estos ciudadanos pac¨ªficos est¨¢n marcados al menos por tres acontecimientos mayores que han cambiado el signo de los tiempos: el terrorismo del 11 de septiembre de 2001, la Gran Recesi¨®n que arranc¨® en el oto?o de 2008, y la pandemia de este coronavirus. Los tres son shocks asim¨¦tricos, fen¨®menos que comenzaron siendo peque?os y locales, pero que terminaron generando ondas s¨ªsmicas que se dejaron sentir en todo el planeta, provocando crisis globales. Los atentados de Nueva York y Washington los activaron un peque?o n¨²mero de personas (19) provistas de armamento rudimentario; la crisis financiera que arranc¨® con la quiebra de Lehman Brothers la provocaron en su origen las llamadas ¡°hipotecas locas¡±, aquellas que se conced¨ªan a personas de las que se sab¨ªa a priori que pr¨¢cticamente no ten¨ªan posibilidades de devolverlas, y la covid es una peque?a part¨ªcula viral que surgi¨® en una lejana provincia china de la que apenas sab¨ªamos nada hasta entonces.

Habitualmente, en los an¨¢lisis geopol¨ªticos cl¨¢sicos se hab¨ªa concedido una importancia menor a las pandemias. Al menos desde la aparici¨®n en 1976 del ya cl¨¢sico libro Plagas y pueblos (Siglo XXI), de William McNeill, esto ha cambiado. En ¨¦l explica el historiador canadiense el dram¨¢tico impacto que las enfermedades infecciosas han ejercido sobre el ascenso y la ca¨ªda de las civilizaciones, y pone numerosos ejemplos. Un n¨²mero peque?o de soldados espa?oles, unos 600, al mando de Hern¨¢n Cort¨¦s, fue capaz de conquistar r¨¢pidamente el imperio azteca, compuesto por millones de personas en el siglo XVI, porque portaban no s¨®lo un armamento m¨¢s avanzado, sino la enfermedad de la viruela para la que hab¨ªan adquirido una inmunidad de la que los nativos carec¨ªan. La mal llamada gripe espa?ola, que golpe¨® al mundo al final de la Primera Guerra Mundial, mat¨® a alrededor de 50 millones de personas, m¨¢s del doble de las que murieron en la contienda b¨¦lica. Ciudades densamente pobladas, conflictos locales, desastres naturales, movilidad de las personas que emigran, el transporte a¨¦reo¡­, circunstancias que provocan que un virus letal como la covid se haya propagado en sus distintas cepas, desde un pueblo chino hasta cualquier rinc¨®n del mundo en plazos de 24 o 48 horas, entrando en nuestras casas por debajo de las puertas, por las rendijas de las ventanas, en una especie de efecto mariposa seg¨²n el cual el aleteo de uno de esos insectos en una punta del globo puede llegar a influir en las pautas clim¨¢ticas de la otra punta.

El polit¨®logo americano Fareed Zakaria concede al coronavirus una relevancia mucho m¨¢s significativa que la de una gripe (Diez lecciones para el mundo de la pospandemia, Paid¨®s). Entiende que los da?os econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales que est¨¢ provocando ¡ªy ante los que las sociedades y las econom¨ªas se cerraron como en ning¨²n otro momento de la historia contempor¨¢nea¡ª son los mayores desde el final de la Segunda Guerra Mundial; y que aunque la econom¨ªa y la pol¨ªtica vuelvan a la normalidad, los seres humanos ya no lo har¨¢n porque se habr¨¢ producido una transformaci¨®n en sus formas de vida, en lo relativo a su psicolog¨ªa, su salud mental, el teletrabajo, el turismo interior, etc¨¦tera. Frente a los pron¨®sticos m¨¢s livianos de la enfermedad, el polit¨®logo opina que es el acontecimiento decisivo de nuestros d¨ªas, un momento que variar¨¢ el rumbo para siempre. Quiz¨¢ se necesite a¨²n un poco de distancia temporal para entenderlo.

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