Restregar escarabajos en los cuerpos: las epidemias en Tenochtitlan
La viruela fue aliada silenciosa de los espa?oles para conquistar M¨¦xico en el siglo XVI. Otras epidemias les ayudaron a consolidar su poder en las d¨¦cadas siguientes en Am¨¦rica Latina
La viruela apareci¨® en Am¨¦rica entre 1518 y 1520. Hizo escala en Cuba y enseguida alcanz¨® Veracruz. Ese mismo a?o subi¨® al valle de M¨¦xico y en octubre, el virus golpe¨® Tenochtitlan. En unos meses, un tercio de la poblaci¨®n de la ciudad, que entonces rondaba los 250.000 habitantes, pereci¨®. La viruela fue solo la primera de las plagas que trajeron los europeos al Nuevo Mundo. Hasta finales del siglo XVI millones de nativos murieron por las enfermedades del viejo continente.
Despu¨¦s de la viruela llegaron el sarampi¨®n, la parotiditis, la influenza, el tifo, la tosferina¡ Todo eso en el siglo XVI. Encontraron poblaciones v¨ªrgenes ante esos males y se cebaron con ellas. En 1531 se produjo un brote intenso de sarampi¨®n, 10 a?os m¨¢s tarde uno de tabardillo o tifo. En 1545 la de cocoliztle, un padecimiento febril con c¨®licos y hemorragias posiblemente causado por la salmonella ent¨¦rica, la segunda epidemia m¨¢s devastadora que sufri¨® Nueva Espa?a despu¨¦s de la viruela. En 1576 de nuevo el tabardillo y luego otra vez la viruela, el sarampi¨®n y, a finales de siglo, en 1596, una epidemia mixta de sarampi¨®n, parotiditis y tifo.
Las epidemias contribuyeron al colapso del Imperio Azteca. El asedio militar de Hern¨¢n Cort¨¦s y sus aliados se apoy¨® en la peste microsc¨®pica de la viruela. El episodio dominante de la guerra fue el sitio de M¨¦xico-Tenochtitlan. A pesar de verse debilitada por la viruela y el asedio de un ej¨¦rcito de miles de soldados, la ciudad resisti¨® durante m¨¢s de un a?o, entre 1520 y 1521. La viruela acab¨® primero con la vida del pen¨²ltimo tlatoani Cuitl¨¢huac, en noviembre de 1520, a solo unas semanas de la victoria parcial mexica, cuando los espa?oles huyeron durante la famosa Noche Triste. Pero los espa?oles volvieron y vencieron. Tomaron la ciudad y capturaron al sucesor de Cuitl¨¢huac, Cuauht¨¦moc, el 13 de agosto de 1521.
La ca¨ªda de Tenochtitlan y los estragos que caus¨® la enfermedad provoc¨® el abandono de tierras, la destrucci¨®n de familias y la migraci¨®n de muchos. El historiador mexicano Bernardo Garc¨ªa Mart¨ªnez dice que ¡°algunos optaron por suicidarse o matar a sus hijos para librarse o librarlos en un terrible destino, reflejo de una tremenda desesperaci¨®n¡±.
El golpe de las epidemias resulta evidente en el censo de 1790, el primero de la Nueva Espa?a, realizado por el virrey 52? Juan Vicente de G¨¹¨¦mes, segundo Conde de Revillagigedo, que demostr¨® que la poblaci¨®n hab¨ªa disminuido por lo menos ocho millones desde que se inici¨® la conquista de M¨¦xico. Otra muestra de la dr¨¢stica reducci¨®n de habitantes la ofrece el fisi¨®logo Sherburne Friend Cook, pionero en estudios de poblaci¨®n de los pueblos originarios de Mesoam¨¦rica, que dice que los pobladores de M¨¦xico pasaron, en 1519, de poco m¨¢s de 10 millones a unos dos millones en 1595; mientras que el matem¨¢tico brit¨¢nico Rudolph Zambardino dice que pas¨® de unos cinco hasta menos de 1,2 millones, en el mismo periodo de tiempo.
Lugar |
Autor |
Poblaci¨®n 1519 (Millones) |
Poblaci¨®n 1559 (Millones) |
---|---|---|---|
M¨¦xico |
ROSENBLAT, ?ngel | 4.5 |
3.5 |
AGUIRRE BELTR?N, Gonzalo | 4.5 |
2 |
|
ZAMBARDINO, Rudolph | 5-10 |
1.1-1.7 |
|
MENDIZ?BAL, Miguel Oth¨®n | 8.2 |
2.4 |
|
COOK & SIMPSON | 10.5 |
2.1-3.0 |
|
Valle de M¨¦xico |
COOK & BORAH | 18-30 |
1.4 |
WITHMORE | 1.3-2.7 |
0.1-0.4 |
|
GIBSON | 1.5 |
0.1 |
El contagioso virus lleg¨® en el nav¨ªo de P¨¢nfilo Narv¨¢ez, en 1520. Bernal D¨ªaz del Castillo culpa a los esclavos que trajo Narv¨¢ez, enemigo de Hern¨¢n Cort¨¦s, que intent¨® cerrarle el paso al extreme?o con la orden del gobernador de Cuba, Diego Vel¨¢zquez, de capturarlo vivo o muerto. "La viruela fue transmitida por un negro que vino con Narv¨¢ez¡±, dice D¨ªaz del Castillo, ¡°fue la causa de que pegase e hinchiese toda la tierra dellas, de la cual hubo gran mortandad¡±. Al parecer, el esclavo de Narv¨¢ez habr¨ªa contagiado a soldados de Cort¨¦s y estos iniciaron una cadena mortal. Los soldados llegaron a Cempoala, en Veracruz; luego llevaron la enfermedad a las ciudades vecinas: primero a Tepeyac, luego a Tlaxcala y as¨ª hasta llegar a Tenochtitlan.
Cempoala, la antigua capital totonaca, se convirti¨® en el epicentro de la epidemia. All¨ª, ¡°los cuerpos hed¨ªan fuerte y no hab¨ªa quedado nadie vivo para hacerse cargo ni de incinerarlos, por lo que, las casas se echaban abajo y se les prend¨ªa fuego¡±, dice la investigadora del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH) Elsa Malvido en El camino de la viruela en el nuevo mundo. Dice Malvido, en este mismo estudio: ¡°Si las fechas son ciertas, que no exactas, la viruela tard¨® en recorrer desde C¨¢diz hasta La Espa?ola 39 d¨ªas qued¨¢ndose end¨¦mica de 1493 hasta 1515, cuando lleg¨® a Cozumel. Regres¨® a las islas dos a?os m¨¢s tarde y entre 1517 y 1518 devast¨® otras islas y embarc¨® de Cuba a Veracruz en 1519, ganando tierra firme el 21 de abril. En mayo fue de San Juan de Ul¨²a a Cempoala y dos meses m¨¢s tom¨® para llegar a Tenochtitlan¡±. En tiempos en los que la velocidad llegaba tan r¨¢pido como un barco o un caballo, la viruela tard¨® 39 a?os y seis meses en recorrer m¨¢s de 800 millas n¨¢uticas y 500 kil¨®metros.
Fray Bernardino de Sahag¨²n en la Historia de las cosas de la Nueva Espa?a, cuenta: ¡°Antes que los espa?oles que est¨¢n en Tlaxcala viniesen a conquistar a M¨¦xico dio una grande pestilencia de viruelas a todos los indios. Desta pestilencia murieron muchos indios; ten¨ªan todo el cuerpo y toda la cara y todos los miembros tan llenos y lastimados de viruelas que no se pod¨ªan bullir ni menear de un lugar, ni volver de un lado a otro, y si alguno los meneaba daban voces. Esta pestilencia mata gentes sin n¨²mero. Muchos murieron de hambre porque no hab¨ªa quien pudiese hacer comidas; los que escaparon de esta pestilencia quedaron con las caras ahoyadas y algunos ojos quebrados¡±.
La viruela fue transmitida por un negro que vino con Narv¨¢ez, fue la causa de que pegase e hinchiese toda la tierra dellas, de la cual hubo gran mortandad¡±Bernal D¨ªaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva Espa?a
Los aztecas cre¨ªan que el mal de la viruela era obra de Tezcatlipoca. Consultaban a sacerdotes y m¨¦dicos, que les aconsejaron rezos, ba?os fr¨ªos o restregar en el cuerpo escarabajos negros aplastados sobre las ¨²lceras. Tambi¨¦n honraban a Xipe T¨®tec, ¡°nuestro se?or el desollado¡±, un dios cubierto con piel humana. Los aztecas cre¨ªan que llevando la piel de un sacrificado era posible que se recobrara la salud.
Las enfermedades causaron desastres all¨ª donde llegaban los europeos. De Cuba a M¨¦xico, luego Puerto Rico, no tard¨® en llegar a Guatemala y Per¨². El historiador Francisco Antonio de Fuentes y Guzm¨¢n atribuye la gran disminuci¨®n de la poblaci¨®n india en Guatemala, tras la conquista, a la introducci¨®n de la viruela y el sarampi¨®n, que se ¡°difundieron como un incendio de yerba seca y acabaron con poblaciones enteras de much¨ªsimos miles de habitantes¡±. Seg¨²n ¨¦l, las enfermedades ven¨ªan de M¨¦xico y afirma que varios pueblos cerca de Antigua fueron casi aniquilados por la pestilencia y con sus propios ojos hab¨ªa visto que en cada pueblo sobreviv¨ªan ocho o 10 indios, que eran verdaderamente esqueletos vivientes.
El ej¨¦rcito microsc¨®pico tambi¨¦n lleg¨® a los pueblos andinos, produciendo caos en el imperio Inca. El fraile Antonio Herrera Tordesillas, nombrado por Felipe II como histori¨®grafo de las Indias y Castilla, dice: ¡°Hubo este a?o (1539) terrible hambruna y peste en Popay¨¢n; que pasaron de cincuenta mil los indios a quienes se les devor¨® por efecto del hambre; y que fueron m¨¢s de cien mil los muertos por la peste de viruelas cayendo los hombres s¨²bitamente, sin remedio".
Adem¨¢s de la viruela, las epidemias de mayor mortalidad fueron los cocoliztlis, de los a?os 1545 y 1576. La palabra cocolitztli, de origen n¨¢huatl, quiere decir enfermedad, peste, mal o epidemia y fue utilizada por los nativos para nombrar a una bacteria desconocida en la ¨¦poca que provocaba fiebre, dolores de cabeza, sangrados por los ojos, boca y nariz, y causaba la muerte en tres o cuatro d¨ªas.
Sahag¨²n describi¨® los estragos que caus¨® la primera: ¡°El a?o de 1545 hubo una pestilencia grand¨ªsima y universal donde en toda esta Nueva Espa?a muri¨® la mayor parte de la gente que en ella hab¨ªa. Yo me hall¨¦ en la Ciudad de M¨¦xico, en la parte de Tlatelolco, enterr¨¦ m¨¢s de diez mil cuerpos, y al cabo de la pestilencia diome a m¨ª la enfermedad y estuve muy al cabo¡±. Los ind¨ªgenas se?alan en sus c¨®dices: ¡°A?o de 1544 y de 1545 hubo una gran mortandad entre indios¡± y representan el Hospital Real de Indio, donde aparece un hospitalizado quej¨¢ndose. De esta epidemia no quedaron referencias m¨¦dicas, y seg¨²n los c¨¢lculos fallecieron m¨¢s de 80.000 enfermos, en su mayor¨ªa ind¨ªgenas.
M¨¢s grave y mejor conocida es la epidemia de 1576. La descripci¨®n de la enfermedad puede sintetizarse con el siguiente texto del m¨¦dico del Hospital Real de Indios, Francisco Hern¨¢ndez: ¡°Las fiebres eran contagiosas, abrasadoras, continuas y en gran parte, letales. La lengua seca y negra. Sed intensa, orinas de color verde marino, verde vegetal y negro. Pulsos frecuentes y r¨¢pidos, m¨¢s peque?os y d¨¦biles. Los ojos y todo el cuerpo amarillos. Segu¨ªa delirio y convulsi¨®n, dolor de coraz¨®n, pecho y vientre, temblor y gran angustia y disenter¨ªas¡±. Todas las manifestaciones culturales y econ¨®micas de la ¨¦poca se resintieron. La enfermedad se extendi¨® a todo el pa¨ªs y murieron entre uno y m¨¢s dos millones de ind¨ªgenas y poblados como Tlatelolco, por ejemplo, quedaron totalmente deshabitados, seg¨²n las cr¨®nicas de Bernardino de Sahag¨²n.
En el C¨®dice Aubin de 1576, elaborado por autores ind¨ªgenas de Ciudad de M¨¦xico entre 1576 y 1607, se puede leer: ¡°En agosto estall¨® la peste, la sangre sal¨ªa por las narices, los frailes nos confesaban y nos dieron permiso para comer carnes, los doctores nos curaban¡±. Pintan un indio sangrando por la nariz y una figura de la muerte con una cruz.
Sahag¨²n, que en la primera epidemia cuenta haber enterrado diez mil cad¨¢veres, en esta segunda vuelve a referirse al Colegio de Tlatelolco, donde ¨¦l habitaba y afirma que qued¨® desierto: ¡°No est¨¢ ya nadie en ¨¦l, muertos o enfermos todos son salidos¡±. Y dice que en Tlatelolco mor¨ªan diariamente: ¡°10, 20, 30, 40, 50 a 60 y 80 gentes y de aqu¨ª en adelante no s¨¦ lo que ser¨¢ esta pestilencia¡±. En casi todas las Relaciones Geogr¨¢ficas de Indias (cuestionarios detallados de m¨¢s de 50 preguntas que pidi¨® Felipe II, rey de Espa?a, para poseer una completa descripci¨®n de sus dominios) se refieren a la pestilencia y recuerdan c¨®mo los pueblos quedaron desolados con los campos, las industrias y las minas abandonados. El Virrey de la Nueva Espa?a hubo de condonar impuestos, que, despu¨¦s de todo, eran incobrables ante el estado del pa¨ªs.
?Y la vacuna para la viruela cuando lleg¨®?
Fue en 1796 cuando se cre¨® la primera vacuna moderna contra la viruela, cortes¨ªa del ingl¨¦s Edward Jenner, considerado el ¡°padre de la inmunolog¨ªa¡±, y no fue sino hasta 1802 cuando lleg¨® a la Nueva Espa?a. Para el proceso de vacunaci¨®n se eligieron las parroquias como centros sanitarios y el clero fue el encargado de su administraci¨®n. Esto coincide con el periodo de esplendor econ¨®mico m¨¢s importante de la historia de Nueva Espa?a, en la d¨¦cada de 1770, con el mandato del virrey Antonio Mar¨ªa de Bucareli (1771-1779). La bonanza fue, en parte, por el aumento demogr¨¢fico: entre 1742 y 1810 el n¨²mero de habitantes en Nueva Espa?a pas¨® de 3,3 a 6,1 millones de personas. La mayor¨ªa eran j¨®venes de menos de 16 a?os; la esperanza de vida era de 55 a?os para la poblaci¨®n blanca, expectativa que se reduc¨ªa en la poblaci¨®n ind¨ªgena y en las castas.
La viruela ha sido una de las enfermedades m¨¢s devastadoras que se conocen en la historia de la humanidad, se cree que se origin¨® en la India o en Egipto hace 3.000 a?os. Las pruebas m¨¢s tempranas de la enfermedad datan del Fara¨®n Egipcio Rams¨¦s V, quien muri¨® de viruela en 1157 a.C. La vacuna no se invent¨® hasta 1796. En 1804, un m¨¦dico alicantino llamado Francisco Xavier Balmis realiza la expedici¨®n filantr¨®pica desde Espa?a hasta Am¨¦rica para introducir la vacuna: se trata de la primera campa?a mundial de erradicaci¨®n contra una enfermedad inmunoprevenible, toda una odisea filantr¨®pica y militar. Gracias a muchos h¨¦roes con y sin nombre, M¨¦xico logra eliminar la viruela en 1951. ?Cu¨¢nto tiempo nos tomar¨¢ eliminar el coronavirus en pleno siglo XXI?
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