Informaci¨®n sentimental y opiniones ultraprocesadas

Qu¨¦ contar cuando hay una guerra y c¨®mo seguir con la vida cotidiana, eso se plante¨® un director del Hollywood dorado de los a?os cuarenta, Preston Sturges. Se respondi¨® con una pel¨ªcula maravillosa, Los viajes de Sullivan, de 1941, en plena II Guerra Mundial. Sullivan es un director de cine que se plantea que en tiempo de guerra no puede seguir haciendo comedias, sino que debe hacer algo serio, una pel¨ªcula dram¨¢tica con mensaje. Co...

Qu¨¦ contar cuando hay una guerra y c¨®mo seguir con la vida cotidiana, eso se plante¨® un director del Hollywood dorado de los a?os cuarenta, Preston Sturges. Se respondi¨® con una pel¨ªcula maravillosa, Los viajes de Sullivan, de 1941, en plena II Guerra Mundial. Sullivan es un director de cine que se plantea que en tiempo de guerra no puede seguir haciendo comedias, sino que debe hacer algo serio, una pel¨ªcula dram¨¢tica con mensaje. Como es un millonario y no tiene ni idea de c¨®mo es el mundo, se disfraza de mendigo para conocerlo. Pero acaba pas¨¢ndolo mal de verdad y en prisi¨®n. Un d¨ªa, en la c¨¢rcel les ponen una pel¨ªcula y descubre asombrado c¨®mo los reclusos, tipos duros y amargados, se parten de risa con una de Mickey Mouse. Ve que realmente les da la felicidad por un momento. Para Sullivan es una iluminaci¨®n. Sale de la c¨¢rcel y se deja de dramones.

Es muy importante que cada uno haga bien lo que sepa hacer. Sobre c¨®mo contar la guerra, algunos informativos de televisi¨®n han optado por ponerles a las im¨¢genes m¨²sica de pel¨ªcula. Tr¨¢gica o b¨¦lica, seg¨²n. Hacer drama con el drama ya es mucho peor que lo de Sullivan. En estas noticias con m¨²sica se nota una curiosa obligaci¨®n de conmover. La informaci¨®n sentimental, podr¨ªa llamarse. Muy de esta ¨¦poca. No ser¨¢ el cielo tan justo como para que alg¨²n directivo de televisi¨®n acabe en la c¨¢rcel por eso, pero, si as¨ª fuera, ojal¨¢ cayera en una que pusieran la BBC y tuviera otra revelaci¨®n.

En cuanto a c¨®mo llevar el d¨ªa a d¨ªa, es dif¨ªcil tener ratos de humor o ligereza tal como est¨¢ el mundo. A veces los hay involuntarios, como Urdangarin, que da su primera entrevista en un programa llamado El Partidazo (¨¦l que era tan buen partido). Pero lo peor es aguantar a los listos. Es m¨¢s, en los ¨²ltimos tiempos se ha desarrollado una especie superior, la de los superlistos. Conocidos que ya te sacaban de quicio con la pandemia, con sus teor¨ªas raras, ahora te sacan de quicio con la guerra. No s¨¦ si es casualidad que a menudo sea la misma gente. No se f¨ªan de los medios de referencia y tienen siempre una opini¨®n mucho m¨¢s original basada en fuentes misteriosas, como si fueran del Mosad. Porque a ellos no les enga?an. Cultivan la ilusi¨®n de pertenecer a una aristocracia de la minor¨ªa, para ser reconocibles. Me atrevo a sospechar que, si su opini¨®n fuera la mayoritaria, les parecer¨ªa sospechosa y se buscar¨ªan otra. Esto de tener perfiles ha sido desastroso para los egos. Antes la gente se conformaba con no ser nadie, y ahora ser alguien cada vez est¨¢ m¨¢s dif¨ªcil. A ver qu¨¦ dices ya para destacar. En la intolerancia a la complejidad y lo incierto triunfa la mejor marcianada. Una forma de distinci¨®n, de parecer que se ha le¨ªdo, que se ha visto mundo. Pero no se buscan datos para hacerse una opini¨®n, eso es un curro. Se asume una postura ocurrente con el paquete de argumentos ya elaborados. Mucho de lo que se consume en redes sociales son los ultraprocesados de las opiniones. El para¨ªso de los memes y los memos. Cualquier panoli pasa por subversivo.

El reciente documental de los Beatles culmina con el famoso concierto en la azotea de Apple. Un equipo de la pel¨ªcula pregunta a los viandantes qu¨¦ les parece, y todos m¨¢s o menos dicen que bien. Pero de repente hay un se?or estirado que dice: ¡°Esto perjudica a los negocios de la zona¡±. Siempre hay alguien as¨ª, ?no creen? En los sesenta era un pesado. Hoy es un influencer.

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