Invenci¨®n y pr¨¢ctica de la trola sist¨¦mica
Tras los atentados del 11 de marzo de 2004 se rompi¨® algo muy profundo, se pas¨® una l¨ªnea roja, hasta hoy. Parte de la derecha, que cree ser el Estado, decidi¨® que val¨ªa todo, y parte de la prensa se llen¨® de falsedades y realidades paralelas
El 11 de marzo de 2004, tras los atentados de Madrid, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, llam¨® a los directores de los principales diarios y les dijo que hab¨ªa sido ETA. Muchos le creyeron, claro. Pero es la prueba de que en este oficio no te puedes creer a nadie, sea el presidente o un excomisario tipo Torrente. Un periodista habla con todo el mundo, indeseables incluidos, si sirve para obtener informaci¨®n y sin ser terminal de nadie, pero con cuidado, porque la mayor pesadilla es que t...
El 11 de marzo de 2004, tras los atentados de Madrid, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, llam¨® a los directores de los principales diarios y les dijo que hab¨ªa sido ETA. Muchos le creyeron, claro. Pero es la prueba de que en este oficio no te puedes creer a nadie, sea el presidente o un excomisario tipo Torrente. Un periodista habla con todo el mundo, indeseables incluidos, si sirve para obtener informaci¨®n y sin ser terminal de nadie, pero con cuidado, porque la mayor pesadilla es que te la cuelen. O quiz¨¢ para algunos dej¨® de serlo hace tiempo.
El 11 de marzo se rompi¨® algo muy profundo, hasta hoy. Parte de la derecha, que cree ser el Estado, pero la versi¨®n premium, no ese del que creemos ser soberanos los ciudadanos, decidi¨® que s¨ª hab¨ªa sido ETA. Y que el PSOE hab¨ªa ganado las elecciones de forma ileg¨ªtima. Y, ante tal ataque a la democracia, val¨ªa todo. Entonces se pas¨® una l¨ªnea roja. Parte de la prensa, incluida una emisora de obispos, se llen¨® de falsedades, conspiraciones y realidades paralelas, mucho antes de las redes sociales y las fake news, que ya no nos acordamos. Siempre hubo campa?as de prensa, pero aquello fue otro nivel. La mujer del comisario de Vallecas, supuesto malvado, se suicid¨® por el acoso medi¨¢tico. No fue cosa de unas semanas, se mantuvo de forma incre¨ªble en el tiempo una trola sist¨¦mica, total. No hab¨ªa precedentes, pero se cre¨® uno: se pod¨ªa hacer y no pasaba nada, es m¨¢s, colaba. Y daba lectores, oyentes, espectadores. Pas¨® a ser normal. De hecho, sus art¨ªfices a¨²n andan por ah¨ª tan panchos.
Hubo excepciones: al entonces director de ABC, Jos¨¦ Antonio Zarzalejos, aquello le parec¨ªa un delirio, hizo un peri¨®dico decente, y lo echaron en 2008. Creo que fue entonces cuando la derecha m¨¢s sensata desapareci¨® de la prensa nacional, una pena para muchos lectores, entre los que me encuentro. El PP financi¨® en 2004 con 400.000 euros de su caja B al diario Libertad Digital, especializado en estas fabulaciones. Seg¨²n B¨¢rcenas, por orden de ?ngel Acebes, que era ministro de Interior en el 11-M.
Luego, cada vez que este grumo f¨¢ctico ha considerado que la democracia est¨¢ en peligro ha vuelto a decidir que todo vale. Con Podemos y con el independentismo catal¨¢n, o cuando ellos mismos han estado en peligro (con B¨¢rcenas). Tambi¨¦n ayudan jueces que abren piezas abocadas al archivo, pero que dan dos a?os de titulares. David Jim¨¦nez, director de El Mundo entre 2015 y 2016, cont¨® en su libro El director c¨®mo eran las cosas, hablando de Villarejo: ¡°Toda una generaci¨®n de supuestos periodistas de investigaci¨®n hab¨ªa prosperado comprando un material que sab¨ªan averiado, en un juego de favores donde la verdad era un incordio prescindible¡±. Tambi¨¦n relata c¨®mo la polic¨ªa patri¨®tica del ministerio de Interior de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz les ofreci¨® un informe prefabricado sobre la supuesta financiaci¨®n extranjera de Podemos. ¡°?Existe ese informe?¡±, preguntaron. ¡°Existir¨¢¡±, fue la respuesta. Jim¨¦nez, que dur¨® un a?o en el puesto, no lo public¨®, pero vio c¨®mo lo hac¨ªa la competencia y esos colegas se hac¨ªan famosos en la tele. Es as¨ª como un d¨ªa acabas citando como fuente a Ok Diario, que no es el New York Times (que adem¨¢s tambi¨¦n se equivoca). Luego la gente cree que periodistas son los que salen en la tele, y la gran mayor¨ªa no solo no sale, sino que no son as¨ª, suelen estar mal pagados, y ni quieren salir ni andan dando lecciones.
Pablo Iglesias ahora est¨¢ crecido, y con raz¨®n, pero en la escabechina a muchos les interesa el descr¨¦dito de los medios (cuando a veces ya nos bastamos solos) y que la gente crea que son todos iguales, que casi mejor la verdad se la cuentan ellos. El propio Iglesias propon¨ªa el control p¨²blico de los medios, que mira t¨² qu¨¦ bien, con eso seguro que ya lo acabamos de arreglar.
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