¡®Berl¨ªn¡¯: esto es amor, o sea, esto es un atraco
El hallazgo del ¡®spin off¡¯ de ¡®La casa de papel¡¯ es precisamente el de crear un juego de espejos
Me he enamorado de Berl¨ªn. De la serie, el spin off de La casa de papel, y tambi¨¦n de su protagonista, interpretado por Pedro Alonso. Y pens¨¦ que le pasar¨ªa a todo el mundo, porque es natural que una ficci¨®n que disecciona el amor despierte pasiones. Sin embargo, la serie ha recibido muchas cr¨ªticas precisamente por eso, por no conformarse con contar la historia de un atraco y afanarse en relatar, de paso, varias historias de amor...
Me he enamorado de Berl¨ªn. De la serie, el spin off de La casa de papel, y tambi¨¦n de su protagonista, interpretado por Pedro Alonso. Y pens¨¦ que le pasar¨ªa a todo el mundo, porque es natural que una ficci¨®n que disecciona el amor despierte pasiones. Sin embargo, la serie ha recibido muchas cr¨ªticas precisamente por eso, por no conformarse con contar la historia de un atraco y afanarse en relatar, de paso, varias historias de amor. Sin embargo, creo que el hallazgo de la propuesta es precisamente el de crear un juego de espejos entre el atraco y el amor. Despu¨¦s de todo, ?no ha sido tradicionalmente el amor una acci¨®n de saqueo, enga?o y amenaza sometida al azar?
Es dif¨ªcil saber de qu¨¦ estamos hablando en cada una de las escenas de esta entrega. Ni en el amor ni en el atraco, por bien planificados que est¨¦n, salen las cosas como uno quer¨ªa. Generalmente, salen peor. Como m¨ªnimo, no como estaban planeadas. La ¨²nica diferencia es que los atracadores conf¨ªan en que su plan salga perfecto, mientras que los amantes, cuando hacen planes ya saben que las cosas saldr¨¢n de otro modo.
La pregunta es: ?Por qu¨¦ cuando nos enamoramos seguimos haciendo planes, a pesar de que somos conscientes de que no se cumplir¨¢n? Probablemente por la intuici¨®n de que se trata de un robo. ?No se dice de alguien que nos rob¨® el coraz¨®n? ?Enamorarse no es al fin y al cabo quedarse con algo que no es nuestro, es decir, el coraz¨®n de otra persona? En realidad la met¨¢fora del robo es una dulcificaci¨®n ¡ªaunque igualmente siniestra¡ª de aquella otra met¨¢fora del amor que era la guerra: la conquista, la posesi¨®n, la entrega, la rendici¨®n, la victoria, la derrota eran t¨¦rminos indistintamente usados para los conflictos armados y para las artes del amor.
Pero, lo mejor de todo, lo que m¨¢s me gusta de la serie es c¨®mo marca la diferencia entre un atraco colosal y un enamoramiento cualquiera. Es importante subrayar aqu¨ª que todos los personajes de la banda se enamoran, no se salva ni uno. Y sus historias reflejan c¨®mo los resultados son m¨¢s inciertos en el amor que en el atraco. As¨ª que, aun estando perpetrando el robo del siglo, sucede que donde los protagonistas se juegan finalmente la vida es en su coraz¨®n. Porque, en el amor, nadie sabe nunca qu¨¦ es lo que ha pasado o c¨®mo ha pasado y mucho menos lo que pasar¨¢; pues as¨ª como un atraco termina en el tiempo y en el espacio con un beneficio o un fracaso, el amor es algo que se prolonga atravesando gamas infinitas de grises.
Y esos grises son precisamente los que la serie utiliza para buscar nuevos horizontes narrativos¡ y amorosos. Porque, en el fondo, el subconsciente patriarcal ¡ªque puede abarcar muchas clases de amor, no solo el heterosexual¡ª entiende el amor como una confrontaci¨®n, ya sea por la existencia, por la posesi¨®n o por la preeminencia. Hay coraz¨®n, s¨ª, pero un coraz¨®n al que enciende solamente la victoria. Lo que me gusta de Berl¨ªn es su forma de flirtear con la idea de que ese no es el ¨²nico coraz¨®n de que disponemos. Que hay otros, dispuestos a aceptar lo que se les da y lo que se les quita. El riesgo no var¨ªa, pero s¨ª el relato. Lo que es seguro es que en el amor de nada sirve planificar: simplemente nos est¨¢ esperando porque es para nosotros. Parece un atraco pero no es un robo, es perfecto.
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