Mejor encender una vela que maldecir la oscuridad: pol¨ªticas concretas frente a regeneraci¨®n
El bloqueo del Poder Judicial y la manipulaci¨®n de la realidad por determinados medios son dos problemas delicados, pero importantes para la ciudadan¨ªa
Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad, dice un proverbio chino que citaba a menudo John F. Kennedy. Mejor que maldecir el estado de cosas o la degeneraci¨®n de la democracia es encender una vela, mostrar cu¨¢les son las cosas que tienen arreglo, no creer que todo puede ser solucionado a corto plazo y por la autoridad de un Gobierno y, eso s¨ª, poner en marcha pol¨ªticas concretas para solucionar problemas concretos.
El presiden...
Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad, dice un proverbio chino que citaba a menudo John F. Kennedy. Mejor que maldecir el estado de cosas o la degeneraci¨®n de la democracia es encender una vela, mostrar cu¨¢les son las cosas que tienen arreglo, no creer que todo puede ser solucionado a corto plazo y por la autoridad de un Gobierno y, eso s¨ª, poner en marcha pol¨ªticas concretas para solucionar problemas concretos.
El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, ha apelado directamente a los ciudadanos a participar de una ¡°regeneraci¨®n democr¨¢tica¡±, pero en la pr¨¢ctica, afortunadamente, se ha limitado a encender una vela sobre dos problemas concretos que afectan a la calidad de la democracia en Espa?a y que requieren pol¨ªticas concretas: el descr¨¦dito de la justicia y la manipulaci¨®n extrema de la realidad que llevan a cabo determinados medios de comunicaci¨®n o grupos de intereses a trav¨¦s de las redes sociales. Son dos problemas dif¨ªciles, con tratamiento muy delicado, porque rozan consensos institucionales, pero importantes porque afectan a la vida cotidiana de los ciudadanos.
Es un dato comprobado que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) lleva bloqueado cinco a?os por decisi¨®n del Partido Popular y que ese bloqueo est¨¢ provocando serio da?o al funcionamiento de los tribunales. Por ejemplo, ?qui¨¦n analizar¨¢ qu¨¦ ha pasado en un juzgado de M¨¢laga para que se pusiera en libertad a uno de los dirigentes mafiosos m¨¢s peligrosos de Europa, en contra del fiscal y en mitad de la tramitaci¨®n de una orden de extradici¨®n?
No existe el menor indicio de que el PP pueda facilitar un acuerdo en el futuro inmediato. El presidente provisional del Consejo, Vicente Guilarte, ha anunciado que dimitir¨¢, como su predecesor, en unos meses. Seg¨²n Guilarte, el comisario europeo que, a petici¨®n del PP, intent¨® mediar, ¡°alucin¨®¡±, palabra textual, en las reuniones celebradas.
As¨ª que, ?qu¨¦ se hace? ?Se deja todo como est¨¢ hasta que el PP tenga mayor¨ªa suficiente como para cambiar, entonces s¨ª, la ley a su gusto? La perspectiva y la impotencia parecen haber amargado la existencia al presidente del Gobierno, hasta el extremo de llevarle a pensar que proced¨ªa movilizar a la opini¨®n p¨²blica con una comparecencia televisiva y una inusual apelaci¨®n personal, aunque sin ofrecer, de momento, una soluci¨®n. Existe la posibilidad de cambiar la ley org¨¢nica que exige mayor¨ªa de 3/5 para elegir a los vocales que nombra el Congreso y establecer una nueva norma, con mayor¨ªa absoluta que, quiz¨¢s, permitir¨ªa superar el veto del PP. Es una salida pol¨¦mica, deber¨ªa considerarse provisional y, desde luego, deber¨ªa dar como resultado la elecci¨®n de nuevos vocales con garant¨ªas de no corresponder a cuotas de partidos, sino de contrastada independencia y solvencia.
Manuela Carmena, que antes que nada es jueza, lleva meses proponiendo otra salida, quiz¨¢s la m¨¢s r¨¢pida y razonable: que se convoque sin m¨¢s al pleno del Congreso que, de acuerdo con la Constituci¨®n, debe elegir a los vocales entre la lista proporcionada por las asociaciones profesionales de jueces, aunque no exista acuerdo previo entre los grupos parlamentarios. Lo que est¨¢ bloqueado, explica, no es el CGPJ, sino el Congreso, que no ha sometido a votaci¨®n dicha lista como era su obligaci¨®n. Quiz¨¢s esa vela iluminar¨ªa bien el problema. ?Qu¨¦ har¨ªan las asociaciones de jueces ante semejante desautorizaci¨®n de todos y cada uno de sus candidatos?
En cuanto a la manipulaci¨®n de la realidad con que abruman algunos medios a los ciudadanos, de nuevo el problema no es tanto de los medios, sino de la justicia y de los partidos. Siempre han existido medios manipuladores, aunque ahora tengan una repercusi¨®n inconcebible debido a las redes sociales. Cuando cometen delitos de injurias o calumnias pueden y deben ser denunciados y condenados. Quiz¨¢s ser¨ªa oportuno aumentar el importe de las multas. Es muy probable que si un periodista difamador tuviera que pagar 150.000 euros de multa por cada condena, en lugar de los 14.000 que paga ahora como m¨¢ximo, se lo pensase m¨¢s.
El tercer problema para abordar, quiz¨¢s irresoluble, es la estrategia de algunos partidos, muy especialmente del PP actual, de meter en el espacio p¨²blico, en el Parlamento o en ruedas de prensa, ¡°denuncias¡± falsas que proceden de esos medios. Es una estrategia repugnante, dif¨ªcil de contrarrestar. Nadie puede multar a un diputado por proferir calumnias en la C¨¢mara o por reproducir las que han sido publicadas en las redes, por muy falsas que sean. Es una pena no creer en el infierno, para pensar, por lo menos, que arder¨¢n en el averno.
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