Una dimisi¨®n dolorosa y eficaz
Si Pedro S¨¢nchez dimite, como se temen cada vez m¨¢s sus allegados, al Partido Socialista se le abre el camino a unas nuevas elecciones y a ¨¦l, quiz¨¢s, un futuro menos cruel en la Uni¨®n Europea
Dif¨ªcil saber, 24 horas antes de que el propio Pedro S¨¢nchez hable, si va a presentar o no su dimisi¨®n irrevocable como presidente del Gobierno o va a optar por presentar una moci¨®n de confianza. Si presenta la dimisi¨®n, como se temen cada vez m¨¢s sus allegados, al Partido Socialista se le abrir¨¢ el camino hacia unas nuevas elecciones y a ¨¦l, quiz¨¢s, un futuro personal menos cruel, en la Uni¨®n Europea, donde el ejercicio de la cr¨ªtica no impedir¨¢ el reconocimiento de sus importantes aciertos.
Con su dimisi¨®n, Pedro S¨¢nchez conseguir¨ªa desplazar totalmente el foco del debate pol¨ªtico hacia el Partido Popular y sus brutales maneras de ejercer la oposici¨®n. Conseguir¨ªa tambi¨¦n movilizar a su propio voto, algo alica¨ªdo a ra¨ªz de algunas pol¨¦micas decisiones de su Gobierno. Aunque haya tomado la decisi¨®n por motivos fundamentalmente personales, como es la voluntad de defender a su mujer, lo cierto es que esa dimisi¨®n tendr¨ªa consecuencias enojosas para el PP. Alberto N¨²?ez Feij¨®o quedar¨ªa en una situaci¨®n dif¨ªcil: ha pedido repetidamente ante la opini¨®n p¨²blica que Pedro S¨¢nchez dimitiera, pero, una vez logrado ese objetivo, no est¨¢ claro qu¨¦ ventaja obtiene ¨¦l.
El camino hacia las elecciones ser¨¢ muy complicado desde el primer momento, no solo por la radicalizaci¨®n y dureza que han alcanzado los mensajes pol¨ªticos, sino tambi¨¦n por la complejidad de los procedimientos previstos. Las elecciones generales no pueden ser convocadas, por ley, antes del 29 de mayo y tendr¨ªan lugar despu¨¦s de las auton¨®micas catalanas y de las elecciones europeas, el 9 de junio pr¨®ximo. Mientras todo esto se lleva a cabo, un Gobierno en funciones tendr¨ªa que hacerse cargo de los asuntos de tr¨¢mite. Primera pregunta, ?qui¨¦n lo presidir¨ªa? En casos anteriores, ha sido el presidente saliente quien ocup¨® esa interinidad, pero es poco probable que S¨¢nchez tenga pensado seguir varios meses en la Moncloa.
Convocar nuevas elecciones deber¨ªa ser el primer objetivo del Partido Popular, pero para asegurarse de que esos comicios se llevan a cabo lo m¨¢s r¨¢pido posible tendr¨ªa que pasar un mal trago: conseguir que el Rey propusiera a Alberto N¨²?ez Feij¨®o como candidato para una nueva investidura en el actual Congreso de los Diputados, una votaci¨®n que seguramente perder¨ªa. Tras esa votaci¨®n, podr¨ªa empezar a correr el plazo de dos meses que prev¨¦ la ley para llamar a las urnas, pero nunca es plato de gusto presentarse a unas elecciones habiendo demostrado que no es capaz de suscitar la confianza de nadie m¨¢s que de Vox.
El Partido Socialista, que afronta la dimisi¨®n de S¨¢nchez en shock (aparentemente, el presidente no ha permitido que ning¨²n cargo del PSOE compartiera su reflexi¨®n), tiene que decidir muy r¨¢pidamente una nueva estrategia. Aplazar la reuni¨®n de la Comisi¨®n Federal de Listas en la que tienen que aprobarse los listados para las elecciones europeas puede dar una pista de que necesita hacer cambios a toda velocidad y, quiz¨¢s, ¡°rescatar¡± nombres para las generales o el periodo de interinidad.
Lo primero es decidir si pide al Rey que conf¨ªe el encargo de formar gobierno a un nuevo candidato socialista (que, muy probablemente, conseguir¨ªa el apoyo de la mayor¨ªa de la c¨¢mara), o si directamente renuncia a ello y coloca a Feij¨®o ante su responsabilidad: pidi¨® usted la dimisi¨®n del presidente; acepte ahora perder una votaci¨®n en el Congreso y abra el periodo de convocatoria de elecciones. En el primer caso, el nuevo presidente o presidenta podr¨ªa intentar completar la legislatura o aprovechar el impacto emocional de la dimisi¨®n de S¨¢nchez, y acudir inmediatamente a las urnas.
La ¨²nica ventaja de abrir de nuevo la v¨ªa electoral es que los ciudadanos tendr¨ªan la oportunidad de expresar su c¨®lera contra el actual estado de cosas, por la manera en que se viene ejerciendo la oposici¨®n, por la manipulaci¨®n desorbitada de medios de comunicaci¨®n de los que no se conoce de d¨®nde sacan el dinero y por jueces que ignoran las sentencias del Tribunal Supremo y aceptan querellas de grupos como Manos Limpias que se apoyan en ¡°la mera aportaci¨®n de recortes de prensa o similares sin m¨¢s constataci¨®n o acreditaci¨®n¡±. Una oportunidad para que los ciudadanos recuerden a sus nuevos representantes que tienen una serie de obligaciones en el Parlamento, que si no les gustan los proyectos de ley del Gobierno de turno existen unas cosas que se llaman enmiendas y que los debates parlamentarios no est¨¢n organizados para ignorar los problemas del pa¨ªs sino para ponerlos de relieve, explicarlos y proponer soluciones.
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