El mundo gira hacia una derecha apache, hiperb¨®lica. ?D¨®nde est¨¢n los conservadores?
Los Tocqueville, Churchill, Reagan o Thatcher son barridos hoy por la furia del trumpismo
El debate p¨²blico est¨¢, sobre todo, en la socialdemocracia. Se la opera a coraz¨®n abierto: ha muerto porque ha cumplido sus ¨²ltimos objetivos; se ha suicidado porque ha pactado con partidos muy distintos a ella, casi siempre de su izquierda; o todo lo contrario, la ¡°tercera v¨ªa¡± desnaturaliz¨® su identidad y sus representantes han devenido en social-liberales. Y tambi¨¦n, su incapacidad para dar una respuesta propia a la Gran Recesi¨®n y al austericidio est¨¢n en el origen de su decadencia y de los problemas que padece el mundo actual.
Se disimula m¨¢s lo que sucede en el glacis de la derech...
El debate p¨²blico est¨¢, sobre todo, en la socialdemocracia. Se la opera a coraz¨®n abierto: ha muerto porque ha cumplido sus ¨²ltimos objetivos; se ha suicidado porque ha pactado con partidos muy distintos a ella, casi siempre de su izquierda; o todo lo contrario, la ¡°tercera v¨ªa¡± desnaturaliz¨® su identidad y sus representantes han devenido en social-liberales. Y tambi¨¦n, su incapacidad para dar una respuesta propia a la Gran Recesi¨®n y al austericidio est¨¢n en el origen de su decadencia y de los problemas que padece el mundo actual.
Se disimula m¨¢s lo que sucede en el glacis de la derecha conservadora y liberal. No tiene tantos auscultadores. ?D¨®nde est¨¢n los conservadores de siempre, aquellos que lograron llegar a un pacto social con sus oponentes ideol¨®gicos que dio lugar a la Europa unida y a la mejor utop¨ªa factible de la humanidad, el Estado de bienestar? El mundo gira hacia una derecha apache, hiperb¨®lica, hosca, extremosa, que se hace hegem¨®nica poco a poco. Desde luego no aparecen los Clement Attlee, Willy Brandt, Helmut Schmidt, Bruno Kreisky¡, pero ?d¨®nde est¨¢n los Burke, Tocqueville, Aron, Revel, incluso los Kristol, este ¨²ltimo padrino del neconservadurismo de anteayer? No digamos los Churchill. Incluso Reagan, Thatcher y Juan Pablo II son barridos hoy por la furia de un trumpismo que est¨¢ presente en muchos pa¨ªses, incluido el nuestro. D¨®nde est¨¢n en Espa?a los sucesores de los Herrero de Mi?¨®n, Miquel Roca, Lavilla, Ortega y D¨ªaz Ambrona y tantos otros. Salen algunos ¡ªpocos¡ª nombres, pero es mejor no ponerlos en un brete. Tesis: la polarizaci¨®n agresiva y furiosa se debe m¨¢s al hecho de que la derecha se ha ido al monte que al de que la socialdemocracia haya dejado de ser un proyecto aut¨®nomo. No hay equidistancia en el grado de mutaci¨®n.
La Fundaci¨®n Alternativas acaba de publicar su Informe sobre la democracia en Espa?a (IDE) correspondiente a 2023, que se titula muy expl¨ªcitamente La renuncia al centro. Es una declaraci¨®n de intenciones de sus contenidos: ahora estamos en la defensa de la democracia frente al cuestionamiento creciente de los derechos humanos b¨¢sicos, el crecimiento de las desigualdades, el aumento del autoritarismo y el incremento del peso de los partidos de extrema derecha. M¨¢s que en la crepitaci¨®n del eje izquierda / derecha.
En el IDE se muestra c¨®mo los votantes de centro del a?o 2023 (recuerden, comicios generales, en 12 comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos), aunque divididos, se inclinaron m¨¢s bien hacia la derecha, prosiguiendo una tendencia bastante general en el mundo. El Gobierno liderado por Pedro S¨¢nchez se dio cuenta antes que nadie de que para mantenerse hab¨ªa de cambiar en sus alianzas el citado y tradicional eje ideol¨®gico izquierda / derecha por el eje pol¨ªtico territorial identitario. Los socialistas han perdido la mayor¨ªa en el centro del espacio pol¨ªtico tradicional, pero conservan una posici¨®n mediana en el espacio de las preferencias sobre una mayor o menor descentralizaci¨®n. La derecha (PP) est¨¢ canibalizada en buena parte, en este asunto, por la extrema derecha (Vox), lo que dificulta que tenga por s¨ª misma una mayor¨ªa suficiente para gobernar en solitario. De ah¨ª sus aullidos. Las campa?as electorales se han desarrollado menos empe?adas en obtener el voto del centro que en el de los respectivos extremos.
Un dato muy significativo: en las ¨²ltimos 10 comicios generales que ha habido en el mundo, todos los partidos que gobernaban han visto disminuir sus apoyos electorales, y en muchos casos han perdido el propio gobierno. Es la primera vez en d¨¦cadas que se ha atravesado una crisis inflacionaria. Vinculemos ambos hechos: la inflaci¨®n ¡°disuelve gobiernos¡±, no solo disuelve el valor del dinero. No basta, como han hecho recientemente los dem¨®cratas americanos, con avisar de que vuelve el lobo fascista, sino reformas profundas que recuperen el poder adquisitivo perdido. Se trata de dotar de eficacia a la democracia para que no pierda apoyos. Y en ello siguen siendo imprescindibles socialdem¨®cratas y conservadores.