El pr¨ªncipe heredero de Noruega se casa con Mette-Marit en medio del clamor popular
El pr¨ªncipe Felipe ha llegado acompa?ado de la Reina Sof¨ªa minutos antes que los contrayentes
La ceremonia nupcial comenz¨® pocos minutos despu¨¦s de las 17.00 hora local y espa?ola, minutos despu¨¦s de la llegada de los novios a la catedral de Oslo.
Sosteniendo la mano del que ya es su marido, Mette-Marit no ha podido contener las l¨¢grimas durante la ceremonia, en la que su peque?o hijo Marius -fruto de una relaci¨®n anterior con un convicto por tr¨¢fico de drogas- ha actuado como paje.
Antes, la pareja sal¨ªa por separado de palacio para saludar a los miles de ciudadanos que se agolpaban en las calles de Oslo para saludarlos. Los noruegos expresaban as¨ª la aceptaci¨®n a la joven princesa. Tan s¨®lo la lluvia ha empa?ado una jornada festiva en la que se ha revivido el mito de la Cenicienta con una plebeya de dudoso pasado y humilde extracci¨®n convertida en la esposa del pr¨ªncipe heredero.
Ha sido la lluvia la que ha obligado a sustituir el descapotable que la Casa Real a hab¨ªa cedido a los novios y que utilizaron en 1968 el rey Harald y la reina Sonia el d¨ªa de su boda, por una limusina cubierta.
La novia ha saludado muy sonriente a los noruegos que llenaban las calles de Oslo a su llegada a la catedral, donde la esperaba su prometido, Haakon Magnus, que la ha recibido con una sonrisa, tras la que han intercambiado dos castos besos en la mejilla.
Acompa?ando a la novia ha llegado su gran amiga Linda Taanevik, que ha oficiado de madrina en la ceremonia.
La novia, serena y sonriente, luc¨ªa un vestido de seda blanco, del que las mangas salen rectas desde el hombro hasta la mu?eca, con una peque?a cola y un discreto escote redondo que dejaba ver una sencilla gargantilla.
Iba peinada con un mo?o que le ca¨ªa sobre la nuca y sobre el que se sujetaba el velo que reposaba sobre la cola, y tocada con una sencilla tiara de brillantes en oro blanco y unos pendientes.
Mette-Marit entr¨® en la catedral sujetando un ramo de flores en cascada junto a Haakon, que llevaba un uniforme de gala militar.
Tras saludar de nuevo al p¨²blico congregado en las inmediaciones del templo -que ha podido seguir la ceremonia gracias a una pantalla gigante-, los novios han entrado juntos a la iglesia, como manda la tradici¨®n noruega.
El pr¨ªncipe Felipe, con la Reina
La reina Sof¨ªa de Espa?a y el pr¨ªncipe Felipe de Borb¨®n, heredero de la Corona espa?ola, hab¨ªan llegado a la catedral quince minutos antes.
La reina luc¨ªa un vestido largo en tonos grises de gasa y con pedrer¨ªa y un chal del mismo tono que le cubr¨ªa los hombros.
El pr¨ªncipe vest¨ªa traje militar de gala de capit¨¢n de corbeta, con una pajarita blanca y luc¨ªa sobre el cuello una condecoraci¨®n.
La reina y el pr¨ªncipe de Asturias han saludado unos momentos al p¨²blico en las inmediaciones de la catedral, que les ha recibido de manera efusiva ondeando al viento miles de banderas de Noruega.
A continuaci¨®n han entrado en el templo, donde m¨¢s de 800 personas asist¨ªan en directo al esperado enlace entre el heredero de la corona noruega y la madre soltera que ha confesado un pasado "salvaje".
Los representantes de las principales casas reales europeas, entre ellos los reyes de Suecia y B¨¦lgica, el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra y las princesas Victoria y Madalena de Suecia, han llegado a la Iglesia con quince minutos de antelaci¨®n la ceremonia.
Tambi¨¦n han llegado antes los amigos personales de los novios, como la modelo noruega Eva Sannum, quien ha hecho su aparici¨®n en un autom¨®vil del que baj¨® sola luciendo un vestido largo en un tono azul satinado, con un generoso escote, y con un chal sobre los hombros del mismo tono. Como complemento luc¨ªa unos guantes hasta el codo.
La foto que todos los reporteros gr¨¢ficos esperaban, ante la coincidencia en la celebraci¨®n del pr¨ªncipe Felipe y la Eva Sannum, tendr¨¢ que esperar. Si ambos llegaron por separado a la catedral, tampoco podr¨¢n verse durante el banquete nupcial, ya que el heredero de la corona espa?ola cenar¨¢ en el Palacio Real con el resto de invitados de su alcurnia, mientras que la modelo lo har¨¢ en la sede de la Sociedad Militar de Oslo, habilitada ante la falta de espacio del palacio.
S¨ª coincidir¨¢n en el baile que tendr¨¢ lugar en palacio tras la cena.
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