La ONU condiciona su participaci¨®n en la posguerra de Irak al fin de la ocupaci¨®n

Naciones Unidas ha cerrado hoy la puerta a cualquier tipo de negociaci¨®n con Estados Unidos para participar en la reconstrucci¨®n de Irak. Un d¨ªa despu¨¦s de que Washington pusiera en circulaci¨®n un nuevo borrador de resoluci¨®n que no recoge las exigencias del organismo internacional y ha suscitado su rechazo y el de Francia y Rusia (miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y por tanto con derecho a veto), el secretario general ha filtrado que la ONU no participar¨¢ en el proceso pol¨ªtico de la posguerra a menos que termine la ocupaci¨®n militar del pa¨ªs.

Con esta imposici¨®n, lanzada a la palestra hoy por fuentes oficiales del organismo, Annan se levanta de la mesa y lanza a tomar viento el tablero de juego, puesto que es virtualmente imposible que el Gobierno de George W. Bush ceda a sus pretensiones y retire su Ej¨¦rcito de Irak, pa¨ªs que ocupa militarmente junto al Reino Unido desde el final de los combates, el pasado 1 de mayo.

Dinero y soldados

Pocos d¨ªas despu¨¦s de que Naciones Unidas redujera a su m¨ªnima expresi¨®n (apenas unas decenas de funcionarios, frente a los m¨¢s de 600 que ten¨ªa antes del atentado contra su sede en Bagdad) su presencia en el pa¨ªs, y cada vez con menos que decir en la marcha de la posguerra, Annan da un paso al lado justo cuando m¨¢s necesita su ayuda Bush. El futuro del proyecto de resoluci¨®n no es excesivamente negro, puesto que ning¨²n pa¨ªs con poder para ello ha sugerido que la fuera a vetar (Francia ya se?al¨® hace d¨ªas que no lo har¨ªa) pese a no concitar ning¨²n apoyo.

Sin embargo, Estados Unidos no s¨®lo necesita aclarar en la ONU el proceso de reconstrucci¨®n, m¨¢s bien al contrario, sobre todo precisa de dinero para llevarlo a cabo (la cifra de consenso son 55.000 millones de d¨®lares hasta 2007, de los que Washington s¨®lo va a aportar 20.000) y soldados para apoyar y relevar a sus tropas destacadas sobre el terreno.

Nada a cambio

Pero el problema radica en que Bush no ofrece nada a cambio de este apoyo. El nuevo texto, puesto en circulaci¨®n ayer y copatrocinado de nuevo por Espa?a y Reino Unido, ha sido acogido con frialdad por Francia, Alemania y Rusia, que arguyen que no recoge sus exigencias (un papel preponderante para la ONU y un claro y r¨¢pido traspaso de poder a manos iraqu¨ªes). Annan fue a¨²n m¨¢s all¨¢ ayer y mostr¨® su rechazo expl¨ªcito al borrador, que sigue otorgando plenos poderes civiles y militares a EE UU: pese a que reconoce un papel "vital" para el organismo internacional, ¨¦ste seguir¨ªa bajo la autoridad estadounidense, con control pleno econ¨®mico, civil, pol¨ªtico y militar.

La baza de Annan

Ante esta propuesta, Annan ha presentado su propio plan: un Gobierno provisional que asuma las responsabilidades m¨¢s inmediatas, con un modelo similar al de Afganist¨¢n, en los pr¨®ximos tres a cinco meses, y que sea el que pida la ayuda militar y financiera para la reconstrucci¨®n. Estados Unidos propone un traspaso de soberan¨ªa una vez se haya redactado una Constituci¨®n (ha puesto para ello un plazo de seis meses que el Ejecutivo provisional que ¨¦l mismo tutela considera imposible de cumplir) y se hayan celebrado elecciones libres, algo que Annan considera inadmisible porque supondr¨ªa un retraso de al menos dos a?os.

?Qu¨¦ medida de fuerza le queda para conseguir imponer sus planes? En realidad s¨®lo una, pero muy poderosa: ordenar la evacuaci¨®n definitiva de su personal en Irak, lo que, pese a que es muy reducido, perjudicar¨ªa seriamente los planes estadounidenses e imposibilitar¨ªa de facto el llegar a un acuerdo internacional como el que desea Washington.