'El Divino' despeja su camino hacia el Cielo
Giulio Andreotti, s¨ªmbolo del poder absoluto en Italia, elude la c¨¢rcel pese a quedar al descubierto sus conexiones con la Mafia
Giulio Andreotti, que hoy ha eludido una larga condena a 24 a?os de prisi¨®n por el asesinato de un periodista, es el s¨ªmbolo del poder de la llamada Primera Rep¨²blica italiana, que va desde la posguerra hasta la frontera marcada en los a?os 90 por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n conocidos como Tangentopoli.
Siete veces primer ministro, veinte ministro y miembro de todos los gobiernos de Italia durante 45 a?os, Andreotti es el pol¨ªtico del ¨²ltimo siglo m¨¢s y mejor conectado con el Vaticano, al que sus seguidores llaman El Divino y sus detractores Belceb¨². El incombustible o el equilibrista son otros apodos que subrayan su habilidad para salir airoso de todos los esc¨¢ndalos, ya estuvieran relacionados con los servicios secretos, con comisiones por los contratos de petr¨®leo Enim-Petronim o la compra de aviones de la Lockheed o con la quiebra del banco Ambrosiano. Su absoluci¨®n por el caso Pecorelli, tras haber sido condenado en segunda instancia, a?ade un nuevo argumento a su ya legendaria capacidad de sortear los m¨¢s complicados obst¨¢culos.
A punto de cumplir 85 a?os, el pr¨®ximo 14 de enero, el veterano dirigente democristiano sigue en la vida p¨²blica desde su esca?o de senador vitalicio y sus frecuentes apariciones en televisi¨®n, en las que sigue cultivando una aureola de personaje culto y enigm¨¢tico.
Doctor en Jurisprudencia y periodista, Giulio Andreotti fue elegido en 1947, con 27 a?os, diputado de la Asamblea Constituyente italiana y acto seguido lleg¨® al Gobierno como subsecretario de la Presidencia, donde durante 7 a?os conoci¨® los entresijos del poder.
En 1954 se hizo cargo del ministerio del Interior y, desde entonces, no dej¨® de ocupar carteras en los breves y turbulentos Gobierno italianos de los siguientes decenios. Fue titular de Finanzas (1955-58), Tesoro (1958-59), Defensa (1959-60, 1960-66 y en 1974), Industria y Comercio (1966-68), Balance y Desarrollo del Sur de Italia (1974-76) y Exteriores 1983-89). El 17 febrero de 1972 asumi¨® por primera vez el cargo de primer ministro, que repetir¨ªa en otras seis ocasiones, la ¨²ltima el 11 de abril de 1991, dos meses antes de ser nombrado senador vitalicio.
Su salida del primer plano de la vida p¨²blica italiana se produjo al comp¨¢s de los procesos anticorrupci¨®n Manos Limpias, puestos en marcha por los fiscales de Mil¨¢n y que se llevaron por delante a la DC, al Partido Socialista de Bettino Craxi y a sus aliados menores.
Conexiones con la Mafia
Casi de forma simult¨¢nea comenzaron sus problemas con la Justicia, a partir de una acusaci¨®n de connivencia con la Mafia alimentada en octubre de 1992 por el neofascista Movimiento Social Italiano. Se abri¨® entonces el proceso de Palermo, del que se convirti¨® en estandarte un supuesto beso, a la manera mafiosa, que Andreotti habr¨ªa dado al gran jefe de Cosa Nostra Salvatore "Toto" Riina.
De ese proceso se desgaj¨® el de Perugia, correspondiente al asesinato del periodista mas¨®n Mino Pecorelli, del que ahora ha sido absuelto. Queda por cerrar la causa de Palermo, ya que el fallo de la Apelaci¨®n certificaba su inocencia, aunque siembra una consistente sospecha sobre sus particulares relaciones con la Mafia antes de 1980, que no se juzgaron porque el delito hab¨ªa prescrito.
Si Andreotti logra superar este ¨²ltimo escollo, podr¨¢ morirse tranquilo e ir al cielo, como siempre ha dicho que deseaba, aunque una parte de ese camino ya parece que lo tiene andado con la condena que hoy deja a sus espaldas.
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