Al menos 11 civiles mueren en un ataque estadounidense en Afganist¨¢n

Un ataque a¨¦reo del Ej¨¦rcito estadounidense contra una peque?a localidad del sur de Afganist¨¢n se ha saldado con la muerte de al menos 11 civiles: cuatro ni?os y siete adultos. Seg¨²n ha informado el gobernador de la regi¨®n de Uruzgan, el bombardeo se produjo en la ma?ana del domingo.

Abdur Rahman, jefe del distrito de Charcheno, ha confirmado que el bombardeo tuvo como objetivo Sawghataq, una diminuta aldea localizada en una peque?a colina. "Las v¨ªctimas no eran talibanes sino simples ciudadanos. No sabemos por qu¨¦ los americanos han llevado a cabo este ataque", ha respondido en¨¦rgico Rahman a las preguntas de los periodistas. Otro responsable local ha indicado que las autoridades estadounidenses le confesaron que hab¨ªan detectado munici¨®n durante una b¨²squeda emprendida en la localidad ahora atacada. "Durante el rastreo, la gente estaba asustada y empez¨® a correr", ha a?adido.

Desde el mando estadounidense, el coronel Bryan Hilferty ha asegurado que tan s¨®lo tiene informaci¨®n sobre la muerte de cinco personas. Sin salirse de la conflictiva provincia de Uruzgan, tres soldados de Estados Unidos han resultado heridos esta ma?ana cuando han sido sorprendidos por cerca de 15 combatientes, que han disparado contra ellos con rifles y granadas en el distrito de Deh Rawud, seg¨²n ha explicado el mismo militar norteamericano.

La resistencia talib¨¢n y la nueva Constituci¨®n

Hasta la ca¨ªda del r¨¦gimen talib¨¢n, a finales del a?o 2001, la regi¨®n de Uruzgan era uno de los bastiones de los extremistas religiosos. Pero, cuando han pasado ya m¨¢s de dos a?os desde el derrumbe del Gobierno talib¨¢n, algunas de sus guerrillas siguen presentes en dicha provincia.

Desde el pasado mes de agosto, las milicias talibanes han recrudecido sus ataques, matando a cerca de 400 civiles, polic¨ªas y miembros de las organizaciones asistenciales. Uno de sus ¨²ltimos atentados tuvo lugar a principios de enero en la ciudad meridional de Kandahar. Dos bombas explotaron en una zona concurrida y pr¨®xima a una base del Ej¨¦rcito afgano. 16 personas murieron en la deflagraci¨®n (entre ellas, ocho ni?os).

Tampoco a ayudado a frenar la violencia la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n afgana por la Loya Jirga (Gran Asamblea), el pasado 4 de enero. La inseguridad del pa¨ªs, dividido en multitud de etnias, algunas de ellas descontentas con el r¨¦gimen consagrado en la Carta Magna, es creciente. La primera constituci¨®n democr¨¢tica para Afganist¨¢n establece un r¨¦gimen presidencialista y laico, aunque con gran importancia del islam. "No hay ganadores o perdedores. Es una Constituci¨®n para todos los afganos", se?al¨® en el momento de su aprobaci¨®n el presidente Hamid Karzai, apoyado por Estados Unidos. Pero lo cierto es que las discusiones de la Loya Jirga estuvieron a punto de fracasar a causa de las diferencias ¨¦tnicas entre los delegados. Los miembros de las minor¨ªas afganas -hazaras, uzbekos y, en menor medida, tayikos- acusaron a los pastunes de querer crear un Estado a su medida. La presi¨®n de EE UU y de la ONU posibilit¨® in extremis que el texto constitucional fuera aprobado.