Una investigaci¨®n del Pent¨¢gono culpa a dos oficiales de inteligencia de las torturas en Irak
EE UU sanciona a seis militares por el esc¨¢ndalo, lo que abre la v¨ªa a su expulsi¨®n del Ej¨¦rcito.- Un s¨¦ptimo oficial ha recibido una reprimenda leve
Una investigaci¨®n interna del Ej¨¦rcito de EE UU responsabiliza directamente a dos oficiales de los servicios de inteligencia, que estaban autorizados a romper la cadena de mando, del esc¨¢ndalo de torturas contra los presos iraqu¨ªes de la c¨¢rcel de Abu Ghraib, seg¨²n publica hoy The New York Times. De momento seis militares han recibido una sanci¨®n por escrito tras el esc¨¢ndalo, lo que abre la v¨ªa a un procedimiento de expulsi¨®n.
El comandante general George F. Fay, nuevo encargado de la inteligencia militar, est¨¢ examinando los m¨¦todos usados en los interrogatorios en todas las prisiones controladas por EE UU en Irak, y no s¨®lo en la de Abu Ghraib, donde se produjeron las denuncias.
Una segunda investigaci¨®n fue ordenada el s¨¢bado por el teniente general James R. Helmly, encargado de la Reserva militar, para evaluar la preparaci¨®n de los reservistas, en especial de la polic¨ªa militar y de los oficiales de inteligencia, los soldados que m¨¢s en contacto est¨¢n con los prisioneros.
Reprimenda por escrito
Los seis oficiales expedientados pertenecen precisamente una unidad de la polic¨ªa militar asignada a la prisi¨®n de Abu Ghraib y deben afrontar cargos de asalto, crueldad, abusos deshonestos y maltrato de detenidos. Todos han recibido la mayor reprimenda escrita del Ej¨¦rcito estadounidense, lo que bloquea cualquier promoci¨®n, y significa de hecho el final de su carrera militar, ha explicado este responsable que ha pedido el anonimato. Un s¨¦ptimo oficial ha recibido una reprimenda escrita de menor grado. Todos han anunciado que recurrir¨¢n la decisi¨®n.
Ayer el general Richard Myers, presidente de la junta de Estado Mayor asegur¨® que esos actos fueron cometidos por "un pu?ado de soldados" y que no representan el proceder habitual en las tropas. Sin embargo, tras conocer un informe de 53 p¨¢ginas elaborado por el general de divisi¨®n Antonio Taguba y destapado por The New Yorker, Myers dej¨® abierta la posibilidad de que los abusos fueran m¨¢s amplios. "No lo sabemos a¨²n", reconoci¨®.
El pasado 28 de abril transcendieron al mundo las im¨¢genes de malos tratos y humillaciones a los prisioneros iraqu¨ªes de Abu Ghraib, a trav¨¦s de fotograf¨ªas difundidas por la cadena de telecisi¨®n CBS. Esta ma?ana el Gobierno interino de Irak ha aceptado la dimisi¨®n del ministro de Derechos Humanos, Abdel Bassat Turki. El ministro hab¨ªa renunciado a su cargo el pasado 8 de abril para protestar contra las operaciones militares estadounidenses.
Nuevas acusaciones
Cuando a¨²n no se ha apagado el eco del informe del general Taguba, destapado este fin de semana por The New Yorker, varios iraqu¨ªes que permanecieron prisioneros bajo custodia de EE UU han vertido nuevas acusaciones de torturas.
Seg¨²n los testimonios difundidos por la cadena de televisi¨®n Al Yazira los malos tratos son frecuentes en las prisiones. Uno de los reclusos, el doctor Motanna Azawbai, profesor universitario, cuenta a la cadena televisiva que permaneci¨® encerrado en una zanja durante tres d¨ªas, pasando mucho fr¨ªo y con los ojos vendados. Seg¨²n Azawbai, los soldados les obligaban a ingerir comidad en mal estado les desnudaban y les forzaban a hacer sus necesidades unos delante de otros.
Ahmed Mohamed, de 27 a?os, relata que los soldados le taparon la cabeza con una bolsa y le obligaron a mantenerse en pie durante cuatro d¨ªas seguidos, sin permitirle dormir o hacer sus necesidades. Sahib Abaz, c¨¢mara de Al Yazir, relata que cuando los soldados supieron en qu¨¦ trabajaba le taparon la cabeza y le obligaron a permanecer de pie durante tres d¨ªas, agredi¨¦ndole de vez en cuando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
