20 minutos en el infierno

Miles de sudaneses expulsados de sus aldeas por las milicias ¨¢rabes en la regi¨®n de Darfur han recibido con gritos y aplausos de alegr¨ªa y esperanza al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que ha viajado hoy hasta ese estado para realizar una visita de 20 minutos a los campos de refugiados. Washington amenaz¨® ayer al Gobierno sudan¨¦s con graves represalias por su apoyo a la guerrilla. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se encuentra tambi¨¦n de viaje en el pa¨ªs africano. EE UU estima que hasta un mill¨®n de desplazados podr¨ªa morir a causa de esta crisis humanitaria.

Tras entrevistarse en Jartum con el presidente del pa¨ªs, Omar Hasan al Bashir, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Mustafa Osman Ismail, Powell se ha declarado decepcionado ante la respuesta inicial del Gobierno a su exigencia de que deje de apoyar a las milicias ¨¢rabes, que han expulsado a los aldeanos no ¨¢rabes de sus casas en una campa?a militar que los grupos de derechos humanos han tachado de limpieza ¨¦tnica, pero que amenaza con convertirse en un genocidio.

Powell advirti¨® ayer al Gobierno sudan¨¦s que emprender¨¢ "una acci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU" si no permite el acceso de ayuda humanitaria y deja de apoyar a las milicias ¨¢rabes. Washington planea dar a conocer hoy un borrador de resoluci¨®n para evitar una cat¨¢strofe en Darfur. Sin embargo, durante la visita de hoy fuentes del Departamento de Estado han dibujado un panorama muy pesimista, afirmando que el Ejecutivo sudan¨¦s no es consciente de la gravedad de la crisis: "Est¨¢n en un estado de negaci¨®n, tratando de evitar las consecuencias".

Bashir ha prometido a Powell tomar medidas para atajar la crisis, pero seg¨²n estas fuentes: "Ya lo ha hecho antes. Veremos que hacen al final". El ministro sudan¨¦s de Asuntos Exteriores, Mustafa Osmane Isma?l, insistido horas despu¨¦s en que el Gobierno har¨¢ lo posible por evitar una cat¨¢strofe.

En el campo de Abou Shouk, el jefe de la diplomacia estadounidense ha asegurado: "Todos queremos que [los desplazados] vuelvan a sus hogares, y para eso hace falta reestablecer la seguridad en Darfur, que acaben los combates y el fin de la Janjaweed. Tanto los grupos de derechos humanos como los funcionarios de la ONU en la regi¨®n aseguran que no s¨®lo cuentan estas milicias ¨¢rabes con la protecci¨®n del Gobierno, sino que adem¨¢s gozan de la complicidad y el apoyo del Ej¨¦rcito sudan¨¦s. El Ejecutivo asegura sin embargo que se trata de forajidos a los que lucha por desarmar.

El estado de Darfur, al norte del pa¨ªs, tiene el mismo tama?o que toda Francia. El campo de Abou Shouk se encuentra a s¨®lo unos kil¨®metros de su capital, El Fasher. Un mill¨®n de desplazados corre peligro de morir este a?o en esa regi¨®n a causa de esta crisis humanitaria —la peor del mundo para la ONU—, seg¨²n un alto cargo del Gobierno de EE UU. A punto de comenzar la ¨¦poca de lluvias, las organizaciones de ayuda internacional tratan de proveer de alimentos y medicinas a los campos donde se alojan las miles de personas expulsadas de sus aldeas.

"Si nada cambia, tendremos un mill¨®n de v¨ªctimas. Si las cosas mejoran, podremos reducir la cifra a 300.000", ha declarado Andrew Natsios, jefe de la Agencia de Ayuda Internacional estadounidense. El portavoz del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Marcus Prior, puntualiz¨® poco despu¨¦s que es todav¨ªa prematuro hacer esas predicciones, pero "lo que est¨¢ claro es que cientos de miles de vidas est¨¢n en peligro".