M¨®naco, el mini-Estado que ha sobrevivido a los imperios y las guerras
Tiene una extensi¨®n de s¨®lo dos kil¨®metros cuadrados y cuenta con la mayor densidad demogr¨¢fica del mundo
El Principado de M¨®naco, enclavado en la costa mediterr¨¢nea francesa, es el segundo Estado m¨¢s peque?o del mundo, detr¨¢s del Vaticano, pero ha conseguido mantener su identidad a lo largo de siete siglos. Tiene poco m¨¢s de 32.000 habitantes, poblaci¨®n comparable a la de Gibraltar, pero con una extensi¨®n de s¨®lo dos kil¨®metros cuadrados, un tercio de la del Pe?¨®n, por lo que tiene la mayor densidad demogr¨¢fica del mundo, desde que Macao fue reincorporada a China en 1999.
Los imperios de los Habsburgo o de Napole¨®n Bonaparte han desaparecido, pero M¨®naco perdura, aunque con su soberan¨ªa a¨²n condicionada por Francia (el jefe del Gobierno de M¨®naco tiene que ser un franc¨¦s elegido entre tres candidatos propuestos por Par¨ªs y las fuerzas armadas francesas se responsabilizan de la defensa del mini-Estado).
El relativamente pr¨®spero Principado, donde no existen los impuestos sobre la renta, es conocido por el casino de Montecarlo y el automovilismo, adem¨¢s de por su puerto repleto de yates de lujo.
M¨®naco pudo ingresar en la ONU en 1993 y el a?o pasado se convirti¨® en el cuadrag¨¦simo sexto miembro del Consejo de Europa, despu¨¦s de firmar con Francia en 2002 un tratado que ampliaba su soberan¨ªa y garantizaba la continuaci¨®n de la independencia del enclave incluso en caso de extinguirse la l¨ªnea din¨¢stica de los Grimaldi.
Una dinast¨ªa con siete siglos de historia
La historia de la dinast¨ªa en M¨®naco se remonta a 1297, cuando Francisco Grimaldi se hizo con lo que entonces era una colonia de G¨¦nova, establecida en 1215.
Los Grimaldi pronto iban a ser expulsados de M¨®naco, pero lograron regresar en 1331, al igual que volver¨ªan a reinar en 1814, tras una ausencia de 25 a?os que comenz¨® con la revoluci¨®n francesa y termin¨® con la derrota de Napole¨®n. Entre estas fechas tuvieron relaciones complicadas con G¨¦nova y, sobre todo, con Francia.
Pese a que Francia hab¨ªa reconocido la soberan¨ªa de M¨®naco (en 1489) e incluso su independencia (en 1512), las presiones francesas molestaban a Agust¨ªn I tanto que recurri¨® en 1525 a la tutela de Carlos I de Espa?a (V de Alemania). En 1641, sin embargo, los Grimaldi tuvieron que volver a vivir bajo el dominio de Francia, cuyos soldados sustituyeron a los espa?oles en el cuartel del enclave.
Tras el desmoronamiento del imperio napole¨®nico, M¨®naco fue convertido en protectorado del Rey de Cerde?a hasta 1861, cuando recuper¨® la independencia, reconocida por Francia a cambio de la cesi¨®n a este pa¨ªs de los municipios de Menton y Roquebrune, que supon¨ªan el 80% de su territorio. Francia volvi¨® a imponerse, sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial, y el Tratado de Versalles de 1919 hizo de M¨®naco un protectorado franc¨¦s de nuevo.
El pr¨ªncipe Alberto I acept¨® en 1911 promulgar una primera Constituci¨®n y la democratizaci¨®n del Principado fue confirmada y profundizada en la Carta Magna actual, de 1962. Con la modificaci¨®n de esta Constituci¨®n acordada con Francia hace tres a?os, M¨®naco ha garantizado su independencia relativa para el futuro, sea quien sea su jefe de Estado.
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