Las explosiones han sido causadas por tres coches bomba a las puertas de dos hoteles de lujo de la zona y un mercado. Uno de los objetivos es el establecimiento de cuatro estrellas Ghazala Gardens (en la imagen), situado en la zona tur¨ªstica de Naama Bay, junto a Sharm el Sheik. Entre los 88 muertos hay al menos ocho extranjeros -dos brit¨¢nicos, dos italianos, un ucraniano, un ruso, un holand¨¦s y un ¨¢rabe-israel¨ª-. De los 120 heridos, decenas se encuentran en estado cr¨ªtico.APEl mensaje publicado por los terroristas en Internet, cuya veracidad no ha podido ser comprobada, asegura que la masacre es una venganza por los "cr¨ªmenes de las fuerzas del mal contra los musulmanes en Irak, Afganist¨¢n, Palestina y Chechenia", as¨ª como la represi¨®n por el "ap¨®stata r¨¦gimen egipcio" de los beduinos del Sina¨ª tras los ataques de Taba. El ministro del Interior, Habib el Adly, no descarta que pueda haber alguna relaci¨®n entre los ataques de hoy y los de Taba, a cuyos autores se juzgar¨¢ la semana que viene. En la foto, un polic¨ªa dirige el tr¨¢fico para evitar el cr¨¢ter causado por una de las bombas.REUTERSDe los atentados, el m¨¢s grave ha sido el sufrido en el hotel Ghazala Gardens, donde se registraron al menos dos explosiones. Fernando Lema, un testigo espa?ol, ha explicado que primero hubo una m¨¢s leve, que atrajo a numerosas personas, y entonces otra explosi¨®n much¨ªsimo mayor revent¨® la fachada del hotel y la recepci¨®n, arrojando cad¨¢veres y objetos por los aires. En la foto, los servicios de rescate buscan v¨ªctimas entre los escombros.APEl presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha asegurado que lo sucedido no alterar¨¢ la pol¨ªtica egipcia en favor del "desarrollo de Egipto" y "la estabilidad y la paz" de Oriente Pr¨®ximo. "No cederemos ante el chantaje de los terroristas", ha subrayado Mubarak, residente habitual del balneario y que ya se ha trasladado al lugar. En la foto, el presidente entre las ruinas del hotel.APEntre los muertos hay 21 polic¨ªas egipcios y ocho turistas extranjeros -dos brit¨¢nicos, dos italianos, un ucraniano, un ruso, un holand¨¦s y un ¨¢rabe-israel¨ª-. Adem¨¢s, cinco turcos est¨¢n desaparecidos. De los 150 heridos, 98 siguen hospitalizados, 73 de ellos egipcios. La Embajada espa?ola ha confirmado que cinco espa?oles han resultado heridos, pero tres ya han recibido el alta. En la foto, un herido en un hospital de la localidad costera.REUTERSSon los primeros atentados que se registran en esta ciudad tur¨ªstica del sur del Sina¨ª y los m¨¢s sangrientos en la historia de Egipto. En los 90, el terrorismo ya golpe¨® duramente a la industria tur¨ªstica de Egipto, la principal fuente de ingresos en divisas del pa¨ªs y el 10% de su PIB, con el fin de desestabilizar un r¨¦gimen al que culpan por su alianza con EE UU. El m¨¢s grave se produjo en 1997 en Luxor, con un balance de 58 turistas extranjeros y cuatro egipcios muertos. Los efectos sobre el turismo no se han hecho esperar. En la foto, varias turistas italianas se marchan de Sharm el Sheij.APLos atentados contra instalaciones tur¨ªsticas en Sharm el Sheij, visitada cada a?o por m¨¢s de dos millones de turistas y conocida como Ciudad de la paz por haber acogido varias conferencias de paz palestino-israel¨ªes y una sobre Irak, han conmovido a la comunidad internacional, que ha expresado su rotunda condena y que ha enviado todo su apoyo diplom¨¢tico al Gobierno de Egipto. Entre ellos, EE UU, que ha condenado los "b¨¢rbaros" atentados "en los t¨¦rminos m¨¢s contundentes posibles". En la imagen, el mercado antiguo de la ciudad tras el atentado.APAunque de momento las autoridades no han se?alado un culpable, salvo una posible conexi¨®n con los ataques de octubre de 2004 en Taba, y dan poca credibilidad a los dos comunicados de grupos islamistas, analistas egipcios opinan que los atentados est¨¢n relacionados con la situaci¨®n pol¨ªtica en regi¨®n, especialmente con la invasi¨®n de Irak. En la imagen, un comerciante recoge lo poco que queda de su tienda tras la explosi¨®n de una camioneta bomba en el mercado de Sharm.APLa ciudad costera de Sharm el Sheij ha sido ocupada por polic¨ªas y militares que cortan el acceso a todos los hoteles, mientras los turistas deambulan at¨®nitos por la ciudad quej¨¢ndose de la falta de informaci¨®n. Tras la tempestad, la ciudad, en plena temporada alta, parece un desierto. En todo el pa¨ªs, tambi¨¦n se han reforzado las ya de por s¨ª impresionantes medidas de seguridad, especialmente en lugares como los aeropuertos.AP
