Presos amotinados en un penal salvadore?o amenazan con matar a 52 compa?eros
Los reclusos protestan por el traslado de uno de sus l¨ªderes a una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad
La Penitenciar¨ªa Central La Esperanza salvadore?a se encuentra tomada por un grupo de prisioneros, que desde hace 48 horas se mantienen amotinados en protesta por el traslado de uno de sus compa?eros a un penal de m¨¢xima seguridad. La situaci¨®n es peligrosa: otros 52 internos est¨¢n amenazados de muerte, mientras que el Gobierno asegura que "tiene toda las bases legales para someter la revuelta e imponer el orden".
La Esperanza est¨¢ ubicado en la localidad de Mariona, a unos 12 kil¨®metros al norte de San Salvador. El penal alberga a unos 2.700 internos, cuando en realidad tiene s¨®lo capacidad para 800.
Algunos de los prisioneros se han encapuchado el rostro con sus propias camisetas; desde el patio central del penal y a trav¨¦s de un meg¨¢fono lanzaron amenazas de asesinar a 52 reos considerados soplones o esp¨ªas, a los que supuestamente mantienen como rehenes, si las autoridades entran en el recinto con la intenci¨®n de apaciguarlos. "Det¨¦nganse, porque si ustedes quieren sangre, aqu¨ª adentro van a tener sangre", dec¨ªa uno de los l¨ªderes de la revuelta a las autoridades de la Direcci¨®n de Centros Penales y de la polic¨ªa.
"En estos momentos hay una tensa calma... Ellos [los presos] se encuentran insubordinados. No entran a sus celdas, no acuden a los tribunales y no dejan entrar a las autoridades", asegur¨® Alberto Uribe, jefe de prensa de Centros Penales, quien tambi¨¦n advirti¨® que "las autoridades tienen base legal para poner orden, pero estamos siendo prudentes".
Vigilantes penitenciarios llegaron el mi¨¦rcoles al penal y capturaron a Guadalupe Alexander Valladares Alvarado, a quien las autoridades consideran un peligroso reo y adem¨¢s cabecilla del crimen organizado. Dicho reo fue trasladado a la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de Zacatecoluca, en la zona central del pa¨ªs, adonde son transferidos los procesados de alta peligrosidad y que es conocida como Zacatraz —en alusi¨®n a la c¨¢rcel estadounidense de Alcatraz—. Los prisioneros ah¨ª est¨¢n aislados y bajo estricta vigilancia.
Tras el traslado de Valladares Alvarado, las autoridades intentaron llevar a otros prisioneros a Zacatraz, pero el mot¨ªn ya estaba en marcha. Los presos tomaron las instalaciones y rompieron puertas e infraestructuras del penal, al tiempo que amenazaban con asesinar a los 52 presuntos soplones. Los presos alegan que el Gobierno ha violado los acuerdos que suscribieron hace 38 d¨ªas con ellos, y en los que se compromet¨ªa a no hacer m¨¢s traslados de La Esperanza a Zacatraz.
Seg¨²n el analista en temas de violencia Miguel Cruz, el Gobierno, en su pol¨ªtica represiva contra las pandillas juveniles conocidas como maras, ha convertido las c¨¢rceles en nuevos centros del crimen organizado. Los pandilleros ahora est¨¢n m¨¢s organizados y desde las c¨¢rceles act¨²an y reciben ¨®rdenes, y establecen contacto con mafias de narcotraficantes, de ladrones de veh¨ªculos, de traficantes de armas y de sicarios.
La ¨²ltima masacre producida en La Esperanza tuvo lugar en agosto de 2004, cuando en un enfrentamiento entre pandilleros y civiles (no pandilleros) termin¨® con 31 muertos y 30 heridos.
En ese a?o, en la vecina Honduras tambi¨¦n se produjo una masacre que termin¨® con la vida de m¨¢s de 100 j¨®venes pertenecientes a maras y que se encontraban presos en el Penal Sampedrano.
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