El ex presidente ?scar Arias, favorito en los comicios de Costa Rica
El temor a una elevada abstenci¨®n marca las elecciones presidenciales de ma?ana
Nunca antes en la historia democr¨¢tica de este peque?o pa¨ªs centroamericano los costarricenses hab¨ªan manifestado tanta apat¨ªa en las elecciones para escoger al jefe del Estado de la Rep¨²blica. Ante los comicios presidenciales y legislativos de ma?ana, domingo, no se percibe en las calles de Costa Rica el tradicional ambiente de fiesta electoral de otros a?os. De los 14 candidatos inscritos, el ex presidente ?scar Arias, premio Nobel de la Paz, se presenta como el favorito, seg¨²n las encuestas.
El desencanto electoral se ha traducido en un descenso en el respaldo a los partidos tradicionales, Liberaci¨®n Nacional y Unidad Social Cristiana, que se han alternado el poder en la ¨²ltima d¨¦cada. Una gran parte de los costarricenses no quiere nada con la pol¨ªtica. El porcentaje previsto de abstencionismo es el m¨¢s alto registrado en Costa Rica: 31%, lo que significa 10 puntos m¨¢s que hace cuatro a?os.
Seg¨²n las encuestas, a Arias, del Partido Liberaci¨®n Nacional (centro derecha) le apoya entre el 43% y el 49% de los electores. Sin embargo, nuevas agrupaciones pol¨ªticas, como el Partido Acci¨®n Ciudadana (centro-izquierda), con el economista Ot¨®n Sol¨ªs al tim¨®n, ha aumentado el n¨²mero de simpatizantes. En el m¨¢s reciente estudio de opini¨®n, Sol¨ªs creci¨® 10 puntos y ha alcanzado el 25% de la intenci¨®n de voto. En tercer lugar, con el 11% se ubica el liberal Movimiento Libertario, encabezado por Otto Guevara.
Acci¨®n Ciudadana y ¨¦ste ¨²ltimo, entraron a la arena pol¨ªtica en las elecciones pasadas. Seg¨²n Sol¨ªs, el desinter¨¦s que se respira a lo largo y ancho de Costa Rica, tiene dos causas: "La corrupci¨®n de cierto sector de la clase pol¨ªtica y un peque?o grupo de empresarios, ya no es duda, es certeza. Por otra parte, el modelo econ¨®mico neoliberal que se puso en pr¨¢ctica en los ¨²ltimos 20 a?os ha provocado un lento crecimiento, incremento del desempleo y la pobreza, deterioro en la calidad de la educaci¨®n y la salud", comenta el candidato.
P¨¦rdida de confianza
La p¨¦rdida de confianza en los partidos tradicionales responde, en gran parte, a la ola de corrupci¨®n en las altas esferas pol¨ªticas que sacudi¨® al pa¨ªs en 2004. Los ex presidentes Rafael ?ngel Calder¨®n (1990-1994) y Miguel ?ngel Rodr¨ªguez (1998-2002), del partido Unidad Social Cristiana, estuvieron en la c¨¢rcel durante un a?o. Se les investiga por la supuesta recepci¨®n de comisiones millonarias por parte de proveedores extranjeros del Estado. Calder¨®n recibi¨® alrededor de 450.000 euros y Rodr¨ªguez, 2 millones de euros. Mientras llega el momento del juicio, los ex mandatarios, que ya no se encuentran en prisi¨®n, tienen prohibida la salida del pa¨ªs. En esta coyuntura de elecciones, la Unidad Social Cristiana se encuentra herida de muerte: s¨®lo el 2% de los encuestados le dar¨ªa el voto.
Cincuenta a?os despu¨¦s del fin de la guerra civil en Costa Rica y de tres d¨¦cadas socialdem¨®cratas, el pa¨ªs ha dejado de ser la Suiza centroamericana. Aunque la pobreza no es tan alarmante como en el resto de Latinoam¨¦rica (43%), desde hace 20 a?os el 20% de los costarricenses no puede satisfacer sus necesidades b¨¢sicas.
El milagro costarricense tiene sus bases en las reformas sociales del siglo pasado, opina el director para Centroam¨¦rica de la Faculdad Lationamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Carlos Sojo. "En 1925, el 25% de la poblaci¨®n hab¨ªa sido alfabetizada. M¨¢s adelante se nacionalizaron la energ¨ªa, el transporte y la sanidad. Entre 1940 y 1980, el entonces socialdem¨®crata Partido Liberaci¨®n Nacional se consolida como fuerza pol¨ªtica. Pero en los ochenta, Liberaci¨®n Nacional no puede gobernar solo y pacta con la Unidad Social Cristiana. Ambas agrupaciones pol¨ªticas se han dedicado a acentuar las privatizaciones y han descuidado la pol¨ªtica social y de distribuci¨®n de la riqueza", explica Sojo. En Costa Rica, contin¨²a, la clase media sigue siendo importante, pero "se han concentrado las desigualdades sociales y la distribuci¨®n del ingreso. No existe la movilidad social ascendente. El 50% de los j¨®venes no termina la educaci¨®n secundaria", destaca.
"Menos oportunidades para los pobres"
Las decisiones econ¨®micas tomadas por la Unidad Social Cristiana y Liberaci¨®n Nacional les han costado caras. Hoy la gente, afirma Sojo, se ha desmotivado por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y, por otra parte, en Costa Rica se han creado "m¨¢s oportunidades para los ricos y menos para los pobres".
La candidatura de ?scar Arias fue pensada para mitigar el clima generalizado de desencanto con los partidos tradicionales. Adem¨¢s, Liberaci¨®n Nacional no pod¨ªa perder las elecciones por tercera vez. En declaraciones a EL PA?S, Arias reconoce que volvi¨® a la pol¨ªtica porque la dirigencia de su partido se lo pidi¨®. "Si hubiese visto un l¨ªder que nos asegurara el triunfo, me habr¨ªa quedado feliz en mi casa. Este es un pa¨ªs que necesita liderazgo, que sabe de d¨®nde viene, pero no hacia d¨®nde va y que ha reducido su ¨ªndice de desarrollo humano".
Arias fue presidente entre 1986 y 1990, en pleno conflicto armado en el istmo centroamericano. La reelecci¨®n presidencial en Costa Rica hab¨ªa sido prohibida desde 1969, pero fue reinstaurada por el Tribunal Constitucional en 2003.
La candidatura de Arias ha despertado pol¨¦mica en torno al poder de su figura. "Ha habido una apuesta clara por parte de los grupos dominantes, que son los que pagan las campa?as propagand¨ªsticas en favor de Arias", comenta Sojo. Y a?ade, "Arias es el respirador artificial de Liberaci¨®n Nacional, no se sabe si el paciente va a morir sin ¨¦l".
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