Blair, abucheado durante su ¨²ltimo discurso ante el congreso de los sindicatos brit¨¢nicos

A pesar de que se mascaba el ambiente de protesta, el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, se ha metido hoy en la boca del lobo al pronunciar un discurso en el congreso de los sindicatos brit¨¢nicos, en medio de protestas por la guerra de Irak y su agenda privatizadora de los servicios p¨²blicos. Al inicio de su ¨²ltima intervenci¨®n como jefe de Gobierno en ese congreso anual de los tradicionales aliados del laborismo, alrededor de una treintena de sindicalistas han abandonado la sala de Brighton donde se celebra el congreso, mientras otros le abucheaban y agitaban pancartas con leyendas como Blair, fuera o Vete ya.

El l¨ªder del sindicato de transportes RMT, Bob Crow, ha protagonizado una estampida al frente de algunos afiliados mientras se preguntaba en voz alta por el sentido de "escuchar a alguien al que no se puede creer ni una palabra de lo que diga". "Cuando estaba en la oposici¨®n, Blair prometi¨® unos ferrocarriles p¨²blicos, una pol¨ªtica exterior ¨¦tica y leyes laborales plenas, y lo que nos ha dado en cambio son privatizaciones, guerras ilegales y la legislaci¨®n m¨¢s antisindical de toda Europa", ha denunciado.

Otros sindicalistas han interrumpido e increpado al orador mientras mostraban pancartas en la que exig¨ªan la salida de las tropas brit¨¢nicas tanto de Irak como de Afganist¨¢n. Cuando Blair se ha referido al terrorismo isl¨¢mico para quejarse de que muchos occidentales vean como "una amenaza" al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y no al "terrorismo isl¨¢mico", varios delegados han gritado "claro que s¨ª" y otros, "tropas fuera".

"Orgullosos" de Irak y Afganist¨¢n

Visiblemente irritado, el l¨ªder laborista les ha respondido que deb¨ªan estar, por el contrario, "orgullosos de lo que estamos haciendo en apoyo de los dem¨®cratas de Irak". "Pod¨¦is levantar las pancartas referidas a las tropas, pero la raz¨®n por la que nuestras tropas est¨¢n all¨ª es porque los gobiernos democr¨¢ticos de Irak y Afganist¨¢n las necesitan para proteger a sus pueblos contra los talibanes y Al Qaeda", ha agregado. "No hay justificaci¨®n alguna para el terrorismo, nunca la hubo y jam¨¢s la habr¨¢. As¨ª que hay que combatirlo donde quiera que est¨¦", ha afirmado el m¨¢s estrecho aliado de Bush en esa lucha.

Blair ha advertido adem¨¢s a los sindicalistas del peligro de la falta de uni¨®n en su movimiento, porque esto s¨®lo servir¨ªa para ayudar a los conservadores a reconquistar el poder, y les ha recordado que durante los 18 a?os del anterior gobierno conservador, el l¨ªder laborista no hab¨ªa podido hacer otra cosa que "oponerse". Dirigi¨¦ndose al pa¨ªs, el primer ministro le ha dicho que no debe "asustarse" por las consecuencias de la inmigraci¨®n, como el incremento del n¨²mero de inmigrantes o la mayor competencia internacional, y ha asegurado que las recientes oleadas de inmigrantes de la Europa del Este han favorecido a la econom¨ªa del Reino Unido.

Blair ha cogido tambi¨¦n el toro por los cuernos al hablar de la privatizaci¨®n, la bestia negra de los sindicatos, y ha dicho que las inversiones en los servicios p¨²blicos deben ir acompa?adas de reformas: "Seamos claros en esto. El Servicio Nacional de Salud y los servicios p¨²blicos han mejorado". Al final de su discurso, los delegados le han tributado 30 segundos de aplauso. Ante las presiones de un n¨²mero creciente de diputados laboristas, Blair anunci¨® el jueves que el pr¨®ximo congreso de ese partido, que se celebra a final de mes en Manchester, ser¨ªa el ¨²ltimo al que asistir¨ªa como jefe de gobierno, aunque se neg¨® a dar una fecha concreta para su salida o a apoyar al secretario del Tesoro, Gordon Brown, como su sucesor.