La bomba y el repartidor de pizzas
Un hombre con un explosivo atado al cuello intent¨® robar un banco en Pensilvania (EE UU) en 2003, pero muri¨® cuando ¨¦ste estall¨®. Cont¨® a la polic¨ªa que le hab¨ªan secuestrado y forzado, pero era falso. Era el verdadero atracador
Pensilvania, agosto de 2003. Dos hombres y una mujer, Marjorie Diehl-Armstrong, planean el atraco a un banco. Uno de ellos es elegido para dar la cara: Brian Wells, repartidor de pizzas. Deber¨¢ ir a la sucursal que planean asaltar y volver con el dinero. Todo con una macabra peculiaridad: llevar una bomba atada a su cuello. Los tres est¨¢n de acuerdo.
Wells se ata la bomba en la parte superior del pecho y se dirige al banco. Debe hacer bien el trabajo porque parte del dinero lo va a utilizar Marjorie, la mujer, que entonces ten¨ªa 54 a?os, para pagar al hombre que debe matar a su padre. El futuro asesino a sueldo es Kenneth E. Barnes, de 53 a?os, el tercero en discordia. Lo que Wells no sabe es que sus compa?eros van a traicionarle. El explosivo que lleva no es falso, como han acordado.
Cuando sale del banco, la polic¨ªa le est¨¢ esperando y Wells, atemorizado, se inventa la versi¨®n que hasta esta semana se ha tomado como oficial: los verdaderos atracadores le han secuestrado. Se da cuenta de que no tiene salida y cuenta a los agentes que dos personas le han obligado a llevar la bomba y le han amenazado con explotarla si no roba el dinero para ellos. La polic¨ªa, alertada ante la posible explosi¨®n del artefacto, que sobresale por la camiseta gris de Wells, solicita la presencia del equipo de artificieros, que no llega a tiempo. La bomba explota. Wells fallece en el instante y su versi¨®n queda como la verdadera.
Hasta ayer, d¨ªa en que las autoridades federales estadounidenses, seg¨²n han informado la cadena de televisi¨®n estadounidense CNN y el diario Erie Times-News de Pensilvania, formularon la acusaci¨®n definitiva: Wells actu¨® como uno m¨¢s de la banda, y plane¨® y ejecut¨® el robo junto con Marjorie, que se ha declarado inocente, y Kenneth E. Barnes, sus c¨®mplices.
Ambos han sido acusados de conspiraci¨®n, del posterior atraco al banco y de la posesi¨®n de un arma (la bomba) en la comisi¨®n del delito. Las autoridades federales estadounidenses no descartan, adem¨¢s, la posibilidad de acusar a ambos por el homicidio de Wells.
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