Los ¨²ltimos 100 d¨ªas de Bush
La crisis econ¨®mica y los asuntos pendientes en pol¨ªtica exterior marcan la recta final del presidente de EE UU
Como un reloj de arena, empieza la cuenta atr¨¢s de George W. Bush, que afronta sus ¨²ltimos 100 d¨ªas antes de dejar definitivamente el sill¨®n presidencial en su despacho de la Casa Blanca. La fecha: 20 de enero de 2009, d¨ªa en el que Bush tendr¨¢ que ceder el testigo a uno de los dos candidatos presidenciales, el republicano John McCain o el dem¨®crata Barack Obama, ahora en plena lucha electoral. Pero lejos de ser una jubilaci¨®n tranquila, al presidente estadounidense se le acumulan los papeles de trabajo al mismo tiempo que las encuestas le castigan por su gesti¨®n de la crisis econ¨®mica y los desmanes de su pol¨ªtica exterior.
"Parece que voy a tener mucho trabajo que hacer hasta que venga el pr¨®ximo presidente", dijo Bush en una rueda de prensa la semana pasada en Washington. El presidente estadounidense empieza a vislumbrar el fin de su mandato pero sus palabras, m¨¢s que arrojar luz sobre su propia intuici¨®n pol¨ªtica, se?alan una recta final m¨¢s oscura que el propio t¨²nel. Porque el panorama que le espera de aqu¨ª a que abandone su cargo al frente de la primera potencia mundial es tan tr¨¢gico como inesperado para su Administraci¨®n.
Crisis financiera mundial
El p¨¢nico se ha apoderado de los mercados mundiales. Las Bolsas han cerrado esta semana como la peor de la historia pese a los fren¨¦ticos esfuerzos de los Gobiernos por contener el miedo internacional. El alcance del crash burs¨¢til ha azotado a las econom¨ªas de todo el mundo, y especialmente a Estados Unidos.
Un azote que ha pillado de sorpresa a Bush, que no tuvo reparos en bromear sobre la borrachera y la resaca de Wall Street el pasado julio, antes de que se desplomasen los mercados y estallara la pesadilla financiera. Apenas dos meses despu¨¦s, Bush ofreci¨® un discurso tremendista y casi apocal¨ªptico ante una situaci¨®n que est¨¢ fuera de control para la Casa Blanca y Wall Street.
Con m¨¢s problemas de lo esperado por la oposici¨®n de los senadores republicanos, el mandatario estadounidense consigui¨® sacar adelante su plan de rescate valorado en 700.000 millones de d¨®lares (casi medio bill¨®n de euros), pero hasta la expiraci¨®n de su mandato la situaci¨®n puede ponerse a¨²n peor con el fantasma de la recesi¨®n amenazando la econom¨ªa mundial.
Bush se ha encargado en los ¨²ltimos d¨ªas de transmitir al pa¨ªs un mensaje de seguridad y confianza, asegurando que este periodo de crisis ser¨¢ seguido por d¨ªas mejores, pero eso ocurrir¨¢ mucho tiempo despu¨¦s de que haya dejado su puesto. Las cifras tampoco le sonr¨ªen. Con Bush como presidente, la deuda estadounidense de casi seis billones de d¨®lares quedar¨¢ fijada en m¨¢s de 10 billones cuando se vaya.
Mientras tanto, los datos de los ¨²ltimos sondeos ponen en evidencia la gesti¨®n de la crisis por la Administraci¨®n Bush, que ha permitido impulsar la candidatura dem¨®crata de Barack Obama frente a la de John McCain. En una encuesta publicada por The New York Times y la cadena CBS, un alto porcentaje de votantes desaprueban la gesti¨®n econ¨®mica de George Bush (68%) y consideran que el pa¨ªs avanza en la direcci¨®n equivocada (81%).
Pol¨ªtica exterior
La econom¨ªa protagoniza el final del mandato de Bush pero el tiempo tambi¨¦n corre en su contra en otros temas importantes de pol¨ªtica exterior. En la ¨²ltima cumbre de Naciones Unidas, el presidente estadounidense se despidi¨® de los pa¨ªses miembros de la ONU con un perfil bajo y varios asuntos sin cerrar.
Antes de que concluya su presidencia, Bush se hab¨ªa marcado el objetivo de conseguir un acuerdo de paz para Oriente Pr¨®ximo, basado en la instauraci¨®n de un Estado palestino en el 2008. As¨ª lo prometi¨® tras la cumbre de Annapolis. Hoy por hoy, esa meta se antoja casi imposible de conseguir, despu¨¦s de que el primer ministro israel¨ª Ehud Olmert renunciase a su cargo en medio de un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n. Las negociaciones entre israel¨ªes y palestinos est¨¢n en punto muerto.
Otros temas pendientes que est¨¢n marcados en rojo en la agenda del presidente son Irak, Pakist¨¢n y Afganist¨¢n. En Irak, Washington y el Gobierno iraqu¨ª carecen todav¨ªa de un acuerdo sobre la presencia de las fuerzas estadounidenses despu¨¦s del 31 de diciembre, cuando termina el mandato de la ONU. Ambas partes no han solucionado las diferencias sobre la jurisdicci¨®n legal de las tropas estadounidenses ni sobre el calendario de retirada. Mientras tanto, la guerra contra los talibanes se complica en la frontera entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, en la conocida regi¨®n de Wazirist¨¢n, donde Al Qaeda se hace fuerte. El propio general David Petraeus, m¨¢ximo responsable militar de EE UU para Oriente Pr¨®ximo, ha reconocido el avance talib¨¢n en los ¨²ltimos meses.
Las negociaciones por los programas nucleares de Ir¨¢n y Corea del Norte tampoco tendr¨¢n una soluci¨®n antes del adi¨®s de Bush, aunque ayer llegasen buenas noticias a la Casa Blanca despu¨¦s de que Pyongyang y Washington acercasen posturas. El Gobierno norcoreano accedi¨® a las exigencias de una inspecci¨®n nuclear al mismo tiempo que EE UU quit¨® al pa¨ªs asi¨¢tico de la lista de pa¨ªses que patrocinan el terrorismo.
Con el reloj en marcha, un consejero de Bush, Ed Gillespie, ha dicho a la agencia Associated Press: "Sospecho que los ¨²ltimos 100 d¨ªas se asemejar¨¢n m¨¢s de lo que hubi¨¦ramos esperado a los primeros 100". Y confirma lo que a todas luces se deja ver: los grandes desaf¨ªos de Bush quedar¨¢n pendientes en el mejor de los casos, sino patas arriba.
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