Obama enviar¨¢ una carta a Ahmadineyad para descongelar las relaciones con Ir¨¢n

Parece que al final Mahmud Ahmadineyad va a tener una respuesta de Barack Obama a la carta de enhorabuena que le envi¨® tras su elecci¨®n el pasado noviembre. Seg¨²n informa el diario brit¨¢nico The Guardian, los asesores del presidente de EE UU han preparado una misiva para el mandatario de Ir¨¢n destinada a desbloquear las relaciones entre ambos pa¨ªses. Cuando se entregue, el gesto, que adem¨¢s coincidir¨ªa con el 30? aniversario de la revoluci¨®n iran¨ª a ra¨ªz de la cual suspendieron sus lazos diplom¨¢ticos, significar¨¢ un reconocimiento expl¨ªcito de la Rep¨²blica Isl¨¢mica. O lo que es lo mismo, que Washington no busca un cambio de r¨¦gimen en Teher¨¢n.

De acuerdo con la informaci¨®n de The Guardian, el departamento de Estado ha preparado tres borradores de carta, en uno de los cuales se plantea los beneficios para Ir¨¢n de normalizar sus relaciones con Occidente y se pide que deje de apoyar el terrorismo. La misiva est¨¢ dirigida al pueblo iran¨ª, pero no est¨¢ claro si se enviar¨¢ directamente al l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamenei, o ser¨¢ publicada como carta abierta.

Relaciones rotas

EE UU rompi¨® relaciones con Ir¨¢n a consecuencia del asalto a su embajada en Teher¨¢n por un grupo de estudiantes revolucionarios. Desde entonces ese factor ha marcado en buena medida la percepci¨®n de Ir¨¢n en el mundo y condicionado las alianzas de EE UU en la zona. La inclusi¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica en el infame eje del mal que el ex presidente George W. Bush acu?¨® en enero 2002 arruin¨® los intentos de deshielo del reformista Mohamed Jatam¨ª (1997-2005). Unos meses m¨¢s tarde, el descubrimiento del programa nuclear secreto iran¨ª aisl¨® a¨²n m¨¢s al pa¨ªs asi¨¢tico.

La desconfianza mutua alcanz¨® su paroxismo. Se lleg¨® a temer una intervenci¨®n militar estadounidense como prolongaci¨®n de la campa?a en Irak, e incluso cuando el fracaso en el pa¨ªs vecino hizo improbable esa opci¨®n, la psicosis de una revoluci¨®n de terciopelo revela hasta qu¨¦ punto los dirigentes iran¨ªes se sienten vulnerables. La historia reciente explica en buena medida sus temores. A pesar de sus declaraciones en favor de la democracia en Ir¨¢n, EE UU ha apoyado las fuerzas contrarias (el golpe de Estado contra Mosadegh en 1953 y al shah Mohammad Reza Pahlevi en 1979).

Menos antiamericanismo

A pesar de todo, o tal vez por ello, la poblaci¨®n iran¨ª es en la actualidad la menos antinorteamericana de Oriente Pr¨®ximo. A diferencia de en los pa¨ªses vecinos, ellos no pueden responsabilizar a EE UU de los errores pol¨ªticos de sus dirigentes. Adem¨¢s, tanto entre el empresariado como entre las ¨¦lites intelectuales se reconoce el da?o que ha supuesto para el desarrollo del pa¨ªs la falta de acceso a la tecnolog¨ªa norteamericana. Los analistas est¨¢n convencidos de que los iran¨ªes desean la reanudaci¨®n de relaciones, eso s¨ª, sobre la base del respeto mutuo.

Otra cosa es que en el complicado y poco transparente sistema de decisi¨®n pol¨ªtica iran¨ª, sea el momento adecuado. Fuera de Ir¨¢n, muchos observadores se muestran espantados ante el estilo bomb¨¢stico de Ahmadineyad y hablan de esperar a las elecciones del pr¨®ximo junio con la esperanza de que surja una figura de talante m¨¢s conciliador. Sin embargo, dentro del pa¨ªs, se recuerda que la decisi¨®n final en asuntos de pol¨ªtica exterior, seguridad y defensa est¨¢ en manos del l¨ªder supremo. Adem¨¢s, Ahmadineyad estar¨ªa en mejores condiciones de gestionar una decisi¨®n as¨ª, al contar con el apoyo de los sectores revolucionarios m¨¢s recelosos al paso.

El analista Saeed Leylaz va m¨¢s all¨¢ y asegura a esta corresponsal que "Obama deber¨ªa telefonear directamente al l¨ªder supremo". Leylaz recuerda que es lo que hizo Vladimir Putin, en 2007, cuando siendo presidente de Rusia envi¨® a su consejero de Seguridad Nacional, Igor Ivanov, con una carta personal para Jamenei. "Cometer¨ªa un error si espera a las elecciones de junio", subraya este hombre tremendamente cr¨ªtico con las pol¨ªticas econ¨®micas de Ahamadineyad.

Por otra parte, nada garantiza que Ahmadineyad no vaya a obtener un segundo mandato en los pr¨®ximos comicios. A pesar de los problemas econ¨®micos que atraviesa Ir¨¢n, el presidente sigue contando con amplios apoyos en las peque?as ciudades de provincias y entre los numerosos iran¨ªes que dependen del patronazgo del Estado. Su consejero de prensa, Ali Akbar Javanfekr, anunci¨® ayer mi¨¦rcoles que va presentarse a la reelecci¨®n. "El presidente tiene que inscribirse como el resto de los candidatos, pero s¨ª tiene previsto hacerlo porque a¨²n no ha culminado su programa", confirm¨® a este diario.