Quito lleva a La Haya las fumigaciones en la frontera colombiana

El Gobierno de Ecuador present¨® ayer por escrito al Tribunal Internacional de Justicia de la ONU (TIJ), con sede en La Haya, una solicitud que ordene a Colombia la paralizaci¨®n definitiva de las fumigaciones destinadas a erradicar las plantaciones de coca situadas en su frontera com¨²n. Quito tambi¨¦n pide una indemnizaci¨®n para las poblaciones ind¨ªgenas que han sufrido los efectos del herbicida (glifosato) esparcido sobre sus tierras.

El producto, del que la parte ecuatoriana sostiene que se utiliza una "mezcla secreta" nociva para las personas y la fauna y flora, se lanza desde el aire sobre cultivos il¨ªcitos. Seg¨²n el Gobierno colombiano, los mismos son controlados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que habr¨ªan camuflado minas antipersona entre las plantas. De ah¨ª que no puedan ser arrancadas a mano.

La Administraci¨®n del presidente Rafael Correa, que asegura "haberlo intentado todo por la v¨ªa diplom¨¢tica antes de acudir a los jueces", no pretende que sus vecinos dejen de combatir la coca. "Nosotros tambi¨¦n deseamos acabar con el narcotr¨¢fico. Pero recurrimos al arbitraje internacional para que Colombia se abstenga de una vez de realizar aspersiones a¨¦reas que el viento acaba trayendo a nuestro suelo. Pedimos que se respete una franja de al menos 10 kil¨®metros desde la frontera para evitar lo que los cient¨ªficos denominan el efecto deriva de la fumigaciones", afirm¨® Diego Cord¨®vez, representante ecuatoriano ante el Tribunal Internacional, poco despu¨¦s de presentar la memoria que argumenta la petici¨®n de su pa¨ªs.

El contencioso ha causado resentimiento entre ambos pa¨ªses, que rompieron sus relaciones diplom¨¢ticas —que no comerciales— en marzo de 2008. Ese a?o, el Ej¨¦rcito colombiano bombarde¨® un campamento guerrillero clandestino, situado en territorio ecuatoriano, causando la muerte a Ra¨²l Reyes, el n¨²mero dos de las FARC.

Por esas fechas tambi¨¦n, fue presentada ante el Tribunal Internacional la demanda contra el glifosato, a la que ahora se ha dado cuerpo jur¨ªdico. "Por supuesto que no pretendemos que Colombia deje de destruir las plantaciones de coca. Es s¨®lo que no queremos que lo haga en nuestra frontera norte, porque nos perjudica", a?ade Cord¨®vez, antiguo ministro de Exteriores ecuatoriano y ex secretario general adjunto para Asuntos Pol¨ªticos de Naciones Unidas.

"Tenga en cuenta que en esa zona hay comunidades ind¨ªgenas, en especial el pueblo awa que significa gente, en su lengua] que llevan all¨ª asentadas desde tiempo inmemorial. Viven en un aislamiento voluntario, pero el plaguicida causa un problema ambiental que es muy preocupante", a?ade Rodrigo Riofr¨ªo, embajador de Ecuador en Holanda.

Cord¨®vez se?al¨® a Efe que la memoria, en la que se exigen "compensaciones" a Bogot¨¢ por los da?os causados en territorio ecuatoriano, explica los perjuicios que las aspersiones han creado a la poblaci¨®n "muy pobre" que vive cerca de la frontera con Colombia.

Adem¨¢s de constituir un conflicto fronterizo entre Estados, el caso t¨ªpico para el que fue instituido el Tribunal Internacional, despu¨¦s de la II Guerra Mundial, para resolverlos de forma pac¨ªfica, la pugna entre Ecuador y Colombia tiene otro aspecto m¨¢s novedoso. "Los dos pa¨ªses suman la mayor biodiversidad del mundo, y nuestra demanda muestra la evoluci¨®n de derecho internacional hacia temas del entorno", dice Diego Cord¨®vez. Una tendencia inaugurada en 2006 por el conflicto sobre la presunta contaminaci¨®n de dos papeleras que enfrenta a Uruguay y Argentina.

Colombia tiene hasta el 29 de marzo de 2010 para elaborar y presentar su memoria documental y refutar los argumentos expuestos por el Gobierno ecuatoriano.