India se prepara para un Parlamento atomizado entre nuevos partidos
El resultado de unos comicios que han durado 30 d¨ªas se conocer¨¢ el s¨¢bado
India termin¨® este mi¨¦rcoles en distintos Estados del pa¨ªs -incluido Punjab, habitado mayoritariamente por la minor¨ªa sijs y cuya capital, Amritsar, alberga el Templo Dorado, el coraz¨®n del sijismo-, un largo mes de elecciones a las que estaban convocados 714 millones de indios. La poblaci¨®n aguarda con ansiedad los resultados que se har¨¢n p¨²blicos el s¨¢bado y que presagian un Parlamento atomizado entre los m¨²ltiples partidos que se disputan el voto de esta potencia emergente.
La casta, la religi¨®n, la ideolog¨ªa, el regionalismo, el fin de la pobreza y el crecimiento econ¨®mico son algunas de las consignas por las que se mueve la lucha pol¨ªtica. Cuesta creer que los atentados de Bombay, en los que murieron 175 personas en noviembre pasado, apenas hayan tenido impacto en un proceso electoral que ha sido menos violento de lo habitual. Solo la guerrilla mao¨ªsta, conocida como los naxalitas, ha continuado sus ataques contra las fuerzas de seguridad en las zonas rurales de la docena de Estados por los que ya campa. El lunes, 12 polic¨ªas murieron y otros 12 resultaron heridos en un asalto al convoy en que viajaban cerca de la capital del Estado de Chhattisgardh, el m¨¢s castigado por los mao¨ªstas, que ped¨ªan el boicot electoral.
El Partido del Congreso, que ha logrado mantenerse en el poder toda la legislatura pese a cambiar de socios para sacar adelante el acuerdo nuclear con EE UU, ser¨¢, seg¨²n la mayor¨ªa de los analistas, el que saque m¨¢s votos, pero puede que pierda algunos de sus diputados por la multitud de partidos que se har¨¢n hueco en el nuevo Parlamento.
Si finalmente hay menos diputados en la bancada del Congreso -en las elecciones de 2004 obtuvo 145 de los 545 esca?os- Rahul Gandhi, de 38 a?os y heredero de la dinast¨ªa fundadora de India, tendr¨¢ que posponer sus aspiraciones a la jefatura del Gobierno. El veterano Manmohan Singh, un sij de 78 a?os, muy respetado por su honestidad y como arquitecto de la apertura econ¨®mica que impuls¨® desde 1991 el despegue econ¨®mico de India, seguir¨¢ posiblemente como primer ministro.
M¨¢s dif¨ªcil parece tenerlo otro veterano, Lal K. Advani, de 81 a?os y l¨ªder del partido fundamentalista hind¨² Bharatiya Janata Party (BJP), la segunda formaci¨®n pol¨ªtica de car¨¢cter nacional. Los intentos del BJP de liberarse del movimiento integrista Hindutva, le restar¨¢ votos entre los m¨¢s radicales, mientras que sus posiciones antiisl¨¢micas le apartan de los 150 millones de musulmanes indios y de los hind¨²es moderados. Pero en India hay poca lealtad de voto y el descontento con la inoperancia del actual Gobierno puede haber empujado a muchos a votar de nuevo por el BJP, partido expulsado del poder inesperadamente en 2004.
Pero, sin duda, el fen¨®meno m¨¢s impresionante de estas elecciones se llama Mayawati; una dalit (la casta de los llamados antiguamente intocables) de 53 a?os, que llama a los de su casta a ejercer el ¨²nico poder que tienen: votar y con ello acabar con la clase pol¨ªtica dominante. Mayawati, que lidera el BSP (Bahujan Samaj Party), barri¨® en los ¨²ltimos comicios de su Estado natal Uttar Pradesh (UP), y avanza como una apisonadora hacia el centro, apelando a los pobres de los pobres, a los 250 millones de dalits que, desde la India profunda, comienzan a escuchar su voz.
El triunfo de Mayawati radica en que logr¨® 206 esca?os en un Parlamento de 403 cuando los dalits son algo menos de un cuarto de los 175 millones de habitantes de Uttar Pradesh. Para ello, la l¨ªder del BSP forj¨® una alianza con los m¨¢s pobres de los brahmanes (la casta sacerdotal, la m¨¢s alta e integrada mayoritariamente por intelectuales y profesionales), de manera que en los distritos poblados por brahmanes colocaba un candidato de esta casta para atraerse el voto.
Uttar Pradesh es el Estado m¨¢s poblado de India y que mejor refleja la intensidad de sus problemas: la pobreza, la violencia, las luchas comunales, la falta de educaci¨®n, la falta de infraestructuras, las mafias y la delincuencia. En Uttar Pradesh, un tercio de los candidatos electorales tienen cuentas pendientes con la justicia por asesinato, violaci¨®n, robo, tr¨¢fico de armas o cualquier otro delito. La media nacional, sin embargo, reduce a uno de cada cuatro los pol¨ªticos con historial de pistoleros o delincuentes. Si el Congreso se desploma, Mayawati y otros varones provinciales podr¨ªan forma el Tercer Frente, un Gobierno que supuestamente ser¨ªa de izquierdas.
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