Dinast¨ªa comunista
La tercera generaci¨®n es la prueba definitiva. La sucesi¨®n de padre a hijo es imprescindible, pero todav¨ªa no basta. La hemos visto en Siria. Quiz¨¢s vamos a verla en Libia y Egipto. Pero donde mejor se lleva la restauraci¨®n de la monarqu¨ªa de siempre es en la Corea del Norte comunista, que surgi¨® de los hielos ensangrentados de la Guerra Fr¨ªa y se mantiene congelada e impert¨¦rrita en su dogma totalitario cuando ya han pasado veinte a?os desde su conclusi¨®n. All¨ª acaba de anunciarse que el Querido L¨ªder Kim Jong-il, que sucedi¨® en 1994 al Gran L¨ªder Kim Il-sung, tiene ya sucesor, en la persona de su hijo menor, de 26 a?os, el Futuro L¨ªder Kim Jong-un. Si llega a producirse esta segunda sucesi¨®n, la dinast¨ªa de los Kim, fundada en 1948, se consolidar¨¢ como la primera monarqu¨ªa de uno de los pen¨²ltimos paises comunista.s Los Castro, que llegaron al poder diez a?os m¨¢s tarde, est¨¢n por el momento en una mera sucesi¨®n lateral, de hermano mayor a hermano peque?o, y no han manifestado aspiraciones sucesorias mayores.
Est¨¢ claro que la pieza central del poder en Pyongyang es la amenaza del arma nuclear. Sin ella, el r¨¦gimen deja de tener sentido y probablemente de existir. Es una de las mejores lecciones tomadas de la experiencia de Sadam Hussein frente a Estados Unidos. Si quieres evitar que te busquen las cosquillas por tus pretensiones belicistas lo mejor es dotarse de un buen sistema de amenaza nuclear y exhibirlo con tino cada vez que sea necesario: no habr¨¢ entonces ataque preventivo sino negociaci¨®n y concesiones. Esos ¨¦xitos norcoreanos pertenecen a lo m¨¢s lucido del balance de George W. Bush.
La industria de la proliferaci¨®n es tambi¨¦n un negocio, en el que se han esmerado los norcoreanos en los ¨²ltimos a?os. El lenguaje con que interviene en la escena internacional versa siempre sobre rearme y desarme nuclear y mucho m¨¢s todav¨ªa ante las pretensiones de Obama de combatir la proliferaci¨®n. Con las amenazas y las posteriores negociaciones y contactos, el r¨¦gimen ha buscado en otras ocasiones cosas muy distintas, como obtener alimentos o hacerse notar en un momento de especial agitaci¨®n internacional. Las noticias sobre la sucesi¨®n, que se rumoreaba desde principios de a?os, han llegado despu¨¦s de que Corea del Norte realizara una prueba nuclear subterr¨¢nea y lanzara varios misiles, en un abierto desaf¨ªo a Obama del que forma parte probablemente la propia proclamaci¨®n del sucesor, con todo lo que implica de apuesta por la continuidad y estabilidad del r¨¦gimen en un momento en que hay muchas especulaciones sobre la p¨¦sima salud de Kim Jong-il.
Todo es misterioso e indescifrable en la aislada Corea del Norte, ese baluarte locoide del socialismo. Hay buenas cr¨®nicas en la prensa occidental, pero con mucho de an¨¢lisis general y poca atenci¨®n al detalle. Lo mejor lo he le¨ªdo en el semanario suizo en franc¨¦s ¡®L¡¯Hebdo¡¯y no es extra?o. En Suiza se han educado los tres hijos de Kim Jong-il y en Suiza se supone que tienen todos los d¨¦spotas, dictadores y reyezuelos sus ahorros a buen recaudo, debidamente blindados en cuentas secretas y con los suficientes testaferros y coberturas parta que ning¨²n tribunal se les eche encima. Nos enteramos por estas cr¨®nicas que el Futuro L¨ªder habla el dialecto alem¨¢n de Berna, es un gran aficionado al baloncesto y le gustan las pel¨ªculas de Jean-Claude Vandamme.
El comunismo coreano se halla, pues, en transici¨®n y, adem¨¢s, ¨¦sta va producirse salt¨¢ndose a dos hermanos, el mayor Kim Jong-nam, y el segundo Kim Jong-chol, para dejar caer sobre las espaldas de un muchacho de 26 a?os todo el peso de la p¨²rpura dictatorial. Jong-nam fue descartado, al parecer, porque intento viajar a la Dinesylandia japonesa en un viaje clandestino con pasaporte e identidad falsa y fue detenido al llegar a Jap¨®n. Jong-chol tiene un problema hormonal y es considerado como poco masculino por su padre. Jong-un no es que sea un prodigio, pues a su edad es diab¨¦tico, tiene al tensi¨®n alta y sufre de obesidad, a pesar de que su extra?a y enfermiza familia le considera un atleta.
Los periodistas suizos que escribieron el reportaje utilizado como fuente para estas l¨ªneas ya lo ten¨ªan claro a principios de este a?o: Jong-un ser¨ªa el sucesor si sal¨ªa elegido parlamentario en unas elecciones que se celebraron el 8 de marzo que le convertir¨ªan en miembro de la comisi¨®n militar del partido. Acertaron en todo. No hace falta escribir desde Nueva York o Washington para hacer buen periodismo y ser le¨ªdo en todo el mundo.
(Enlaces: con el semanario ¡®LHebdo¡¯, con la cr¨®nica de Blaine Harden, corresponsal asi¨¢tico de The Washington post; y con la de Jos¨¦ Reinoso, de El Pa¨ªs).
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