Ingushetia, la rep¨²blica m¨¢s explosiva de Rusia
El atentado contra el presidente Iunisbek Yevk¨²rov muestra el deterioro de la situaci¨®n en las regiones del C¨¢ucaso ruso
El atentado contra el presidente de la rep¨²blica de Ingushetia, Iunisbek Yevk¨²rov, muestra el deterioro de la situaci¨®n en las regiones del C¨¢ucaso ruso, un mosaico de territorios y comunidades ¨¦tnicas donde los problemas son m¨¢s acentuados que en el resto del Estado. Situada entre Osetia del Norte y Chechenia, Ingushetia es la unidad administrativa m¨¢s peque?a de la zona y fue creada tras desintegrarse la URSS para aislar el foco separatista de los chechenos, sus vecinos orientales con quienes en ¨¦poca sovi¨¦tica compart¨ªan un territorio com¨²n (la rep¨²blica de Checheno-Ingushetia).
Ingushetia ha estado dirigida por tres generales. El primero fue Rusl¨¢n A¨²shev, un veterano de la campa?a de Afganist¨¢n, que consigui¨® mantener a Ingushetia al margen de la guerra de Chechenia, aunque los coletazos del conflicto se dejaron sentir, sobre todo en forma de oleadas de refugiados. A¨²shev ten¨ªa sus propias ideas sobre c¨®mo gestionar su territorio y, cuando Vlad¨ªmir Putin sustituy¨® a Bor¨ªs Yeltsin al frente del Estado, la personalidad y buenos contactos del general con los l¨ªderes chechenos resultaron incompatibles con la pol¨ªtica centralizadora del Kremlin.
En abril de 2002, la administraci¨®n presidencial se las arregl¨® para que Ingushetia eligiera como presidente a Murat Zi¨¢zikov, su candidato, un general del Servicio Federal de Seguridad, que posteriormente ser¨ªa reconfirmado en su cargo por el presidente Vlad¨ªmir Putin. Zi¨¢zikov no supo defender a sus paisanos de la violencia cotidiana. Su mandato se caracteriz¨® por los asesinatos de civiles indefensos, los atentados, los secuestros, y tambi¨¦n por las actuaciones arbitrarias de los ¨®rganos de orden p¨²blico, denunciados reiteradamente por los defensores de derechos humanos. Estas arbitrariedades eran cometidas tanto por la polic¨ªa local como por los contingentes federales enviados por Mosc¨² en el marco de la lucha contraterrorista contra los guerrilleros que se desplazaban por zonas boscosas de Ingushetia colindantes con Chechenia.
El punto ¨¢lgido de la arbitrariedad policial fue el asesinato el 31 de agosto de 2008 de Magomed Yevl¨®ev, uno de los l¨ªderes de la oposici¨®n y propietario de una cr¨ªtica p¨¢gina de Internet. Yevl¨®ev fue asesinado por funcionarios del Ministerio del Interior pertenecientes a la escolta de Zi¨¢zikov que lo detuvieron con un pretexto tras su llegada desde Mosc¨² en el mismo avi¨®n que el presidente. Con sus intentos de encubrir el crimen y proteger a sus autores, Zi¨¢zikov, que se ha salvado de varios atentados, se convirti¨® en una figura odiosa y su clan familiar sufri¨® las consecuencias. Un primo del presidente, jefe de una empresa de transportes oficial, fue asesinado y otro pariente suyo, viceministro de econom¨ªa, result¨® gravemente herido al hacer explosi¨®n su coche.
A fines de octubre, Zi¨¢zikov fue sustituido por el general Yevk¨²rov, de 45 a?os, un militar que se distingui¨® en 1999 durante la guerra de la OTAN en Yugoslavia por dirigir el grupo de infanter¨ªa de marina ruso que protagoniz¨® una incursi¨®n desde Bosnia a Kosovo para tomar bajo su control el aeropuerto de Pristina. Yevk¨²rov, que particip¨® en distintas operaciones militares en el C¨¢ucaso del Norte, incluida la segunda guerra chechena, tiene la distinci¨®n de h¨¦roe de Rusia por liberar a un grupo de 12 soldados prisioneros en 2000.
Directo y lac¨®nico, Yevk¨²rov se ha ganado el apoyo de la sociedad civil que Zi¨¢zikov hab¨ªa alienado al poner en marcha una nueva pol¨ªtica de transparencia y apertura. El general estableci¨® un di¨¢logo con los l¨ªderes de la oposici¨®n, e incluso contrat¨® a algunos de ellos. Difundi¨® su n¨²mero de tel¨¦fono m¨®vil y logr¨® que se iniciara de nuevo el proceso contra los acusados del asesinato de Yevl¨®ev. Atendiendo a las quejas de la familia del asesinado, el juez que llevaba la investigaci¨®n del caso ha sido relevado.
Todos estos cambios positivos no han logrado sin embargo atajar la violencia en Ingushetia, que se ha recrudecido en las ¨²ltimas semanas. El ex vicejefe del Gobierno responsable de los ¨®rganos de seguridad, Bashir A¨²shev, fue asesinado a mediados de mes. Antes, el 10 de junio la vicepresidente del Tribunal Supremo local, Aza Gazger¨¦yeva, fue ametrallada en su coche oficial cuando se dirig¨ªa al trabajo. Su antecesor en el cargo, Jas¨¢n Yand¨ªyev, que muri¨® tambi¨¦n asesinado v¨ªctima de un francotirador en 2008, hab¨ªa dictado sentencia contra participantes en el ataque perpetrado por el guerrillero checheno Shamil Bas¨¢yev contra el ministerio del Interior de Ingushetia en la noche del 21 al 22 de junio de 2004.
En aquella incursi¨®n, de la que acaban de cumplirse cinco a?os, perecieron m¨¢s de un centenar de personas. El pasado viernes, seis de los encausados iniciaron una huelga de hambre en la prisi¨®n de Ingushetia donde se encuentran, seg¨²n inform¨® la agencia Interfax citando fuentes policiales. Los huelguistas han denunciado la "violaci¨®n de sus derechos constitucionales", seg¨²n la agencia.
La violencia que ha disminuido en Chechenia en comparaci¨®n con los niveles existentes en aquella rep¨²blica en el pasado afecta hoy a otras rep¨²blicas del C¨¢ucaso, como por ejemplo Daguest¨¢n, donde este mes un francotirador asesin¨® a Adilger¨¦i Magomedtagu¨ªrov, ministro del Interior desde 1998 y un funcionario que se hab¨ªa distinguido por su dureza indiscriminada contra los sospechosos de wahabismo (islamismo radical).
Las causas de tanto crimen no son las mismas en todos los casos, aunque la zona tiene unas caracter¨ªsticas generales que pueden ayudar a enmarcarlos. Se trata de un territorio deprimido con niveles de desempleo que superan el 50% y arraigadas pr¨¢cticas de corrupci¨®n tanto en lo que se refiere al reparto de los fondos y subvenciones enviados desde Mosc¨² como de las prestaciones sociales y puestos de trabajo.
En esta situaci¨®n, una parte de la protesta social se encauza en corrientes radicales, alimentadas por los j¨®venes que "se echan al monte". Bajo la bandera de la lucha contra el terrorismo, los ¨®rganos del orden p¨²blico han gozado de una amplia libertad para actuar a su arbitrio e impunemente (haciendo m¨¦ritos y consiguiendo medallas), sin que Mosc¨² atendiera las quejas procedentes de la regi¨®n. La inestabilidad constante, por otra parte, justifica la concentraci¨®n de efectivos b¨¦licos federales con las oportunidades de ascenso y altos salarios que eso conlleva para sus integrantes. A todo esto hay que a?adir las tradiciones locales de la vendetta. Justamente el presidente Yevk¨²rov hab¨ªa comenzado una campa?a contra esa pr¨¢ctica, muy arraigada en el C¨¢ucaso. Ayer, su colega, Ramz¨¢n Kad¨ªrov, el presidente de Chechenia, prometi¨® vengarse de los organizadores del atentado contra Yekv¨²rov. "La venganza ser¨¢ dura", exclam¨®.
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