Lula se vuelca en la defensa de las fronteras de Brasil

La defensa de los 16.886 kil¨®metros de frontera de Brasil ha sido uno de los dolores de cabeza del presidente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva. Esta preocupaci¨®n por la defensa del pa¨ªs le ha llevado al mandatario a aumentar en un 50% el presupuesto militar desde que lleg¨® al Gobierno, en 2003.

Consciente de que un pa¨ªs como Brasil, que quiere desempe?ar un papel importante en el nuevo ajedrez mundial, tiene que tener tambi¨¦n una consistente fuerza de defensa, Lula ha adquirido a Israel ocho aviones no tripulados -el primero de los cuales acaba de ser presentado- que ser¨¢n usados para vigilar las fronteras.

Usados hasta ahora s¨®lo por los Ej¨¦rcitos, es la primera vez que estos aviones no tripulados se utilizar¨¢n por una fuerza policial para combatir cr¨ªmenes, concretamente el crimen organizado. Las primeras aeronaves vigilar¨¢n las fronteras de Argentina y Paraguay y la Amazonia. Estos aviones del sistema VANT (veh¨ªculo a¨¦reo no tripulado) -cada uno cuesta cuatro millones de d¨®lares- poseen una autonom¨ªa de vuelo de 37 horas ininterrumpidas y pueden desplazarse hasta 1.000 kil¨®metros. Permiten fotografiar o filmar con nitidez durante el vuelo, incluso de noche, personas y objetos desde una altura de 10 kil¨®metros. En su presentaci¨®n, el ministro de Justicia, Tarso Genro, coment¨® que en 2014 ese modelo de aeronave podr¨¢ ser construido en Brasil, pues el contrato de compra a Israel prev¨¦ tambi¨¦n la transferencia de tecnolog¨ªa para la industria nacional.

Desde su llegada al poder, Lula insisti¨® en que Brasil, a pesar de ser un pa¨ªs pac¨ªfico que apenas recuerda el ¨²ltimo conflicto hist¨®rico, necesita unas Fuerzas Armadas "m¨¢s equipadas y m¨¢s adiestradas". En un sondeo llevado a cabo hace dos a?os, el 63,5% de los ciudadanos consideraba posible un conflicto armado con los pa¨ªses vecinos, probablemente influenciados por el car¨¢cter beligerante del presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez.

Lo cierto es que no es f¨¢cil defender un territorio como Brasil, de m¨¢s de ocho millones de kil¨®metros cuadrados, con 16.886 kil¨®metros de fronteras, de los cuales 11.500 se encuentran en la Amazonia. El general Luis Carlos Gomes, jefe del Comando Militar de la Amazonia (CMA), en una entrevista reciente, admiti¨® que en la defensa de dicho territorio "existen carencias de todo orden". Cuenta s¨®lo con 26.000 militares para su vigilancia, y algunos a¨²n carecen de alojamiento para poder vivir junto con sus familias.

La Amazonia consta de seis Estados: Acre, Amap¨¢, Amazonia, Par¨¢, Rondonia y Roraima, y seg¨²n el general, la Amazonia se encuentra ante todo en "los intereses de la defensa nacional". Lula lo sabe. Ha rebatido por activa y por pasiva que la Amazonia es brasile?a. No admite ning¨²n tipo de intervenci¨®n internacional y est¨¢ preocupado por llevar a cabo en aquel inmenso para¨ªso de riquezas de todo tipo, hasta grandes yacimientos de petr¨®leo, una econom¨ªa sostenible, lo que le ha valido a veces las cr¨ªticas de los ecologistas, que alegan que se preocupa m¨¢s del desarrollo econ¨®mico de aquella regi¨®n que de la defensa del medio ambiente.

En las fronteras brasile?as, nada menos que con nueve pa¨ªses: Uruguay, Argentina, Paraguay, Bolivia, Per¨², Colombia, Venezuela, Guyana y Surinam, los problemas se acumulan: desde la lucha contra el tr¨¢fico de drogas hasta la vigilancia para que no las atraviesen movimientos terroristas o guerrilleros, como el de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

De ah¨ª que existan varios acuerdos de colaboraci¨®n con algunos de los pa¨ªses fronterizos, sobre todo con Colombia. En otros casos, los problemas son m¨¢s conflictivos, como en el caso de Bolivia.

El tema de la defensa de la Amazonia y en general de todas las fronteras, ha hecho que Lula haya mantenido silencio incluso ante declaraciones tan contundentes como la del general Jos¨¦ Benedito de Barros, quien el a?o pasado lleg¨® a defender que Brasil pueda poseer armas at¨®micas. Y no se trata de un general cualquiera, ya que es, adem¨¢s, titular de la Secretar¨ªa de Pol¨ªtica del Ministerio de Defensa, hoy en manos de Nelson Jobim, ex presidente del Supremo, nombrado por Lula para dar mayor prestigio a este ministerio. Jobim ha sido rotundo: "Recibiremos a balazos a cualquier guerrillero que cruce nuestras fronteras".