La nueva corrupci¨®n en Miami
Los despilfarros monetarios y el tr¨¢fico de influencias de los pol¨ªticos sacuden la capital tur¨ªstica floridana en medio de una grave crisis financiera
Miami vice, 30 a?os despu¨¦s. Corrupci¨®n en Miami, versi¨®n siglo XXI. En el pasado, la droga acapar¨® el protagonismo en la capital tur¨ªstica floridana. Hoy, sigue circulando como en tantas capitales del mundo, pero la delincuencia se ha diversificado hasta tal punto que los despilfarros monetarios y el tr¨¢fico de influencias han pasado al primer plano.
El coraz¨®n de Latinoam¨¦rica en Estados Unidos tiene una cardiopat¨ªa aguda por endeudamiento y hasta saqueos generalizados, recordando incluso el a?o 1996, cuando lleg¨® al borde de la bancarrota. Esta vez, la crisis ha dado la puntilla a una ciudad que ya viv¨ªa de las reservas pese a los multimillonarios ingresos por los impuestos del boom inmobiliario, bruscamente cortado. Tampoco puede soportar los inflados sueldos y pensiones de pol¨ªticos y funcionarios, una carga tan pesada como el cemento en sus distintos usos, desde los inmobiliarios hasta las grandes obras p¨²blicas, siempre much¨ªsimo m¨¢s caras de lo presupuestado.
El aeropuerto internacional de Miami abri¨® a primeros de mes una nueva terminal que no estar¨¢ operativa hasta 2011, pero que ha costado ya 2.000 millones de d¨®lares m¨¢s de lo previsto. Ha sido el pen¨²ltimo ejemplo de los desfases habituales en las grandes obras. El pol¨¦mico nuevo estadio del equipo de b¨¦isbol de los Marlins ya ha dado sus primeros frutos. S¨®lo el coste del aparcamiento ha subido, antes de empezar, de 94 a 135 millones de d¨®lares, y los puestos de trabajo y contratos con empresas locales no se cumplen. Casi con p¨¢nico se hacen c¨¢lculos de lo que pasar¨¢ con la obra m¨¢s fara¨®nica, un t¨²nel bajo la bah¨ªa de Biscayne para mejorar el acceso al puerto. Costar¨ªa, en principio, cerca de los 1.000 millones. Tony, un trabajador, dice con sorna: "Y adem¨¢s, no hay barcos". S¨®lo cruceros. Con la crisis ha descendido el tr¨¢fico de mercanc¨ªas a niveles nunca vistos.
Los acontecimientos se han precipitado la ¨²ltima semana con la elecci¨®n del nuevo alcalde de Miami, Tom¨¢s Regalado, periodista y veterano pol¨ªtico, comisionado (equivalente a concejal) desde 1996. Su rotundo triunfo en las urnas sobre Joe S¨¢nchez -71,67% frente a un 28,33%-, m¨¢s joven y tambi¨¦n de origen cubano, ha sido un claro mensaje de los votantes hacia la moderaci¨®n en los sueldos -¨¦l mismo se lo ha bajado- y en el malgasto en obras que te¨®ricamente embellecen Miami, pero a costa de unos ciudadanos que malamente resisten la crisis. S¨¢nchez era considerado como el continuismo del anterior alcalde, Manny D¨ªaz, alabado por muchos y criticado por otros, entre ellos, Regalado, que apela a la ¨¦tica.
Los leg¨ªtimos delirios de grandeza de Miami cuestan muy caros cuando la ciudad tiene dos caras, luces y sombras. Por un lado, la imagen de la jet, un tanto difusa, y por otro, la m¨¢s real de una mayor¨ªa que habita en una de las urbes m¨¢s pobres del pa¨ªs. Sin trabajo y con elevados impuestos, cada vez m¨¢s personas abandonan la ciudad.
Mientras tanto, la mitad de los funcionarios cobran sueldos que superan 100.000 d¨®lares al a?o y llega a ser impactante en el caso de polic¨ªas y bomberos, hasta en escalas inferiores, sin incluir horas extra, que act¨²an, a veces, como ch¨®feres de los comisionados. ?stos tienen sueldos bajos, pero a cambio cuentan con muchos y discutibles gastos de representaci¨®n. As¨ª, todo queda en casa, con grandes pensiones al final de las carreras. Arreglar la insostenible suma, un agravio comparativo sonrojante para los que no son funcionarios, es el gran reto de Regalado.
En agosto estall¨® el esc¨¢ndalo en el condado de Miami Dade,cuando en plena crisis y con la amenaza de subir los impuestos, el alcalde, Carlos ?lvarez, tras pedir austeridad, subi¨® a¨²n m¨¢s sus suculentos sueldos a colaboradores. Hab¨ªa despertado esperanzas, pero se convirti¨® en otro villano. Se pidi¨® hasta su dimisi¨®n.
Lo ¨²ltimo en el condado ha sido la pasarela de viajes de los comisionados por el mundo, con m¨¢s de 200.000 d¨®lares gastados desde 2007 sin que hubiera una gesti¨®n concreta. Al menos, de la visita de la comisionada Rebeca Sosa a Espa?a s¨ª ha surgido algo concreto: un vuelo directo de Air Europa de Miami a Tenerife y Madrid.
En la ciudad, nada m¨¢s tomar posesi¨®n Regalado el d¨ªa 11 de noviembre, dos de los cinco comisionados cayeron al ser acusados de distintos delitos por la fiscal¨ªa. El lastre no se solt¨® en la anterior etapa de D¨ªaz, y el Gobierno municipal qued¨® colapsado durante una semana por falta de qu¨®rum.
?ngel Gonz¨¢lez, comisionado desde 2001, tuvo que renunciar por pactar un sueldo sin trabajar para su hija en la empresa de un constructor de obras municipales. Gonz¨¢lez, que cuenta con un historial de condenas por fraude electoral y evasi¨®n fiscal, se declar¨® culpable y lleg¨® a un acuerdo con la fiscal¨ªa para colaborar en lo que se interpreta como seguir tirando de la manta. Est¨¢ en libertad provisional, como Michellle Spence-Jones, elegida hace unos d¨ªas con el 82,7% de los votos de su distrito, mayoritariamente de raza negra. Spence-Jones ha retado a la ¨¦tica y a la justicia.
Fue suspendida por el gobernador del Estado, Charlie Crist, tras ser arrestada por robo y falsificaci¨®n de identidad. Seg¨²n la fiscal¨ªa, imit¨® la firma de una ex comisionada, tambi¨¦n acusada en su d¨ªa de recibir sobornos, y se llev¨® 50.000 d¨®lares para un negocio familiar y gastos personales. Crist, criticado y tambi¨¦n viajero sin una gesti¨®n concreta de por medio, que aspira a m¨¢s altas metas en Washington, se ha negado a nombrar un suplente temporal, por lo que deber¨¢ haber una elecci¨®n en enero que costar¨¢ cerca de 200.000 d¨®lares. Y esto quiz¨¢ arrastre a otra crisis en el caso de Gonz¨¢lez, aunque a ¨¦l s¨ª podr¨ªan sustituirlo por consenso los comisionados supervivientes.
Para completar la carambola, Spence-Jones, objeto de numerosas investigaciones anteriores, ha anunciado que se volver¨¢ a presentar como candidata. La ley se lo permite mientras no sea declarada culpable. Su juicio puede dilatarse hasta seis meses y ya ha dejado entrever que hay una persecuci¨®n racial en su caso.
Ante la proliferaci¨®n de pol¨ªticos as¨ª, la participaci¨®n en las elecciones es paup¨¦rrima, apenas la cuarta parte del censo. "S¨®lo van los amigos, los que sacan tajada. ?Para qu¨¦ votar si todos roban?", resume Nelson, empleado de mantenimiento en un edificio. Abel, un jubilado que sobrevive a duras penas entre la crisis y los impuestos, busca un consuelo: "S¨®lo nos queda Tomasito, si le dejan".
El polic¨ªa del Lexus gratis
La guinda del turbio pastel p¨²blico de Miami la ha puesto el jefe de polic¨ªa de la ciudad, John Timoney. Un tipo de 61 a?os con cara de duro, que recuerda al hist¨®rico actor Jack Palance. Lleg¨® de Irlanda a los 13 a?os y cambi¨® su nombre de Sean por el de John. Fue polic¨ªa en Nueva York y Filadelfia antes de bajar a Miami en 2003.
El mismo d¨ªa de la toma de posesi¨®n del nuevo alcalde dimiti¨®. Su posici¨®n era insostenible y el edil entrante ya le hab¨ªa mostrado su rechazo.
El supuesto primer vigilante de la ley en las calles de Miami se paseaba por ellas con un lujoso coche regalado por un voraz concesionario que hace negocios con el Ayuntamiento.
Tras ser descubierto dej¨® el coche, pero se neg¨® a aclarar su corruptela ante cualquier comisi¨®n de ¨¦tica y se permiti¨® llegar al desacato ante decisiones judiciales. Desde entonces, se le ha conocido como el "jefe del Lexus gratis".
"Ha sido un bochorno para la ciudad", dijo el presidente del sindicato de polic¨ªa. El alcalde, m¨¢s diplom¨¢tico, se?al¨®: "Es lo mejor que pod¨ªa hacer". M¨¢s del 90% de miembros del cuerpo hab¨ªa votado mayoritariamente en su contra hace unos meses.
D¨ªas antes de marcharse dio una conferencia de prensa para se?alar que la criminalidad se ha reducido en Miami durante su mandato. El alcalde saliente le defendi¨®. Pero como en muchas otras ocasiones fue acusado de manipular las cifras.
Ayer se nombr¨® un nuevo jefe de polic¨ªa. Otro veterano que, de momento, luce un historial intachable.
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