"Es vergonzoso que 100 ni?os mueran al d¨ªa en Latinoam¨¦rica por diarrea"
Los datos son desoladores. En Am¨¦rica Latina, 85 millones personas a¨²n viven sin una conexi¨®n de agua en sus viviendas. Y 115 millones, sin alcantarillado sanitario. Si a esto se le suma que el 80% de las aguas residuales son vertidas a los r¨ªos sin recibir tratamiento alguno, se obtiene una cifra dram¨¢tica. La expone, como todas las anteriores, Luis Alberto Moreno, el colombiano que preside el Banco Interamericano de Desarrollo (BID): "Es vergonzoso que 100 ni?os mueran al d¨ªa en Latinoam¨¦rica por diarrea. Y que sean 38.000 los que mueren al a?o por enfermedades intestinales f¨¢cilmente prevenibles".
En una entrevista celebrada en la ciudad de M¨¦xico, Luis Alberto Moreno, que preside el BID desde finales de 2005, no se anda por las ramas. Aunque las estad¨ªsticas le ofrecen un burladero donde esconderse, no lo hace. "Hay logros muy importantes", reflexiona Moreno, "seg¨²n el ¨²ltimo informe de las Naciones Unidas, la poblaci¨®n con acceso a agua potable pas¨® del 84% al 92% y, con respecto al saneamiento, en 1990 s¨®lo lo disfrutaba un 68%, mientras que en 2006 el porcentaje hab¨ªa subido hasta el 79%. Pero las estad¨ªsticas esconden una realidad mucho m¨¢s complicada".
Y esa realidad es que en los barrios buenos de todas las ciudades, el agua llega con la misma presi¨®n durante todo el d¨ªa, pero, a medida de que el nivel de renta baja, las azoteas se pueblan de tanques y las calles de los barrios menos afortunados son recorridas a diario por camiones con cisternas de agua potable. "Son los remedios para cuando no hay presi¨®n, pero, ?por qu¨¦ no hay continuidad en el suministro ni presi¨®n adecuada?", se pregunta el presidente del BID, para contestarse enseguida "porque muchas de las tuber¨ªas est¨¢n llenas de fugas y de conexiones clandestinas, porque en muchos casos quienes gozan del servicio no tienen medidores o pagan muy poco por el agua. De ah¨ª que una familia t¨ªpica en Am¨¦rica Latina consuma mucho m¨¢s agua que familias de pa¨ªses ricos como Alemania, Francia e incluso Estados Unidos. Pero que, a la vez, el t¨ªpico operador de agua en Am¨¦rica Latina percibe ingresos por menos de la mitad del agua potable que produce. De ah¨ª que ni tenga dinero para mantener la red, ampliarla o dar un tratamiento adecuada a sus aguas".
El resultado no deja de ser curioso. Aun en los lugares de Latinoam¨¦rica donde el agua llega en cantidad y condiciones aceptables, la gente no se f¨ªa. Los garrafones de agua -contenedores de 20 litros- se han convertido en parte del paisaje. "En la actualidad", se?ala Luis Alberto Moreno, "esos garrafones representan el 70% del volumen de agua embotellada que se vende en Am¨¦rica Latina. En los ¨²ltimos ocho a?os, las ventas de los garrafones se triplicaron, llegando a 3.000 millones de d¨®lares al a?o. No estamos en contra del agua embotellada. Pero s¨ª existe una falsa idea de que es mejor tener agua embotellada, y resulta que la empieza a almacenar y el agua se da?a. Si est¨¢ mal almacenada empieza a tener bacterias. Adem¨¢s, es una cuesti¨®n tremendamente injusta desde el punto de vista social. Porque lo que estas poblaciones pobres tienen que pagar por un poquito de agua de ese cami¨®n cisterna o de un botell¨®n es much¨ªsimo m¨¢s de lo que paga una familia de clase por el suministro de un agua buena".
Por todo esto, el BID ha lanzado una ofensiva por el agua y el saneamiento. Para el 2011 tiene previsto financiar proyectos en 100 ciudades de por lo menos 50.000 habitantes y en 3.000 comunidades rurales. De 2007 a 2011, ehabr¨¢ aportado m¨¢s de 6.000 millones de d¨®lares a la expansi¨®n de estos servicios. "S¨®lo entre 2007 y 2oo9", concluye Moreno, "se habr¨¢n beneficiado cerca de 30 millones de personas. Y quiero se?alar que Espa?a, en un gesto hist¨®rico, se ha comprometido a distribuir 1.500 millones d¨®lares en donaciones para mejorar los servicios de agua y saneamiento en las comunidades m¨¢s pobres. Ya hay proyectos en 12 pa¨ªses. Por cada d¨®lar que aporta el BID, Espa?a est¨¢ entregando de dos a tres d¨®lares en donaciones".
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