Las dudas sobre la gesti¨®n del presidente crecen en EE UU
Una encuesta refleja la ca¨ªda de popularidad de Obama
A lo largo de los ¨²ltimos meses se han ido acumulando pruebas de que Barack Obama est¨¢ mejor valorado (o comprendido) fuera que dentro de su pa¨ªs, lo que suele resultar ¨²til para ganar premios pero inconveniente para ganar elecciones. El ¨²ltimo ejemplo son las encuestas sobre su nueva estrategia en Afganist¨¢n, de la que el p¨²blico respalda el env¨ªo de m¨¢s tropas y condena la fijaci¨®n de una fecha para el comienzo de la retirada. Podr¨ªa decirse sin riesgo que es justo lo contrario de lo que responder¨ªan quienes hoy han seguido en Europa la ceremonia de concesi¨®n del Nobel de la Paz.
El sondeo que hoy ha hecho p¨²blico el diario The New York Times junto a la cadena CBS resume un panorama de escepticismo sobre esa guerra, dudas sobre las prioridades de gobierno de esta Administraci¨®n y, en general, cierta frustraci¨®n por lo hecho hasta la fecha por el presidente, cuya labor es aprobada por un modesto 50% de la poblaci¨®n, lejos de ese apabullante 68% que esta misma encuesta le daba en el mes de abril.
La ca¨ªda de la aprobaci¨®n de la gesti¨®n es un hecho que Obama viene asumiendo desde hace tiempo. La semana pasada, en una comida con un grupo de periodistas, el presidente explic¨® que no va a gobernar mirando sus niveles de popularidad, y que es consciente de que algunas de las decisiones que tomar¨¢ ser¨¢n cuestionadas por la opini¨®n p¨²blica. "Si basara mis decisiones en las encuestas", dijo, seg¨²n el recuento de David Ignatius, "probablemente el sistema bancario habr¨ªa colapsado, General Motors y Chrysler no existir¨ªan, y no est¨¢ claro que la econom¨ªa estuviera creciendo a estas alturas".
Afganist¨¢n se ha convertido en otra de las ¨¢reas que el p¨²blico discute. No es que se estime equivocado el manejo del presidente -un 48% lo aprueba, diez puntos m¨¢s que hace un mes-, es que los norteamericanos no ven la necesidad ni utilidad de esa guerra: un raqu¨ªtico 2% lo considera el mayor problema del pa¨ªs, apenas un 39% cree que combatir all¨ª les permite estar m¨¢s seguros aqu¨ª y s¨®lo el 26% conf¨ªa en que el Gobierno de Afganist¨¢n sea capaz de estabilizar su pa¨ªs.
La encuesta demuestra, adem¨¢s, que el ¨¢ngulo m¨¢s novedoso de la nueva estrategia sobre Afganist¨¢n -tambi¨¦n el m¨¢s arriesgado y el que m¨¢s se corresponde con el propio car¨¢cter del presidente-, es el que menos apoyo popular tiene. Un 51% de la poblaci¨®n apoya el uso de otros 30.000 soldados, mientras que un 55% considera una mala idea que se establezca la fecha de julio de 2011 para iniciar la transici¨®n a las fuerzas de seguridad afganas.
Otro mensaje controvertido del sondeo es del relativo inter¨¦s que los ciudadanos demuestran en el asunto al que m¨¢s energ¨ªas ha dedicado Obama desde que lleg¨® a la Casa Blanca: s¨®lo un 12% cree que el sistema sanitario es el mayor problema al que se enfrentan. Un 50% menciona la econom¨ªa.
Lo ¨²nico bueno de las encuestas adversas es que pueden tornarse s¨²bitamente en favorables, y Obama conf¨ªa en que eso ocurra tan pronto como se reduzca el desempleo y los votantes entiendan lo que la reforma sanitaria puede representar.
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