El disputado voto de Ominami

Los votantes de Marco Enr¨ªquez-Ominami se han transformado en la llave que abrir¨¢ La Moneda tras los comicios en segunda vuelta del 17 de enero, en la que se elegir¨¢ al pr¨®ximo presidente de Chile y en la que se enfrentar¨¢n el candidato de la derecha, el empresario Sebasti¨¢n Pi?era, y el de la coalici¨®n gobernante de centro-izquierda, el senador y ex presidente Eduardo Frei. Aunque no participa en la elecci¨®n, porque result¨® tercero en la primera vuelta, el diputado Marcos Enr¨ªquez-Ominami mantiene una neutralidad levemente escorada hacia Frei y ya ha anunciado que en enero formar¨¢ un partido para encabezar la oposici¨®n a quien sea elegido presidente.

El 20% que logr¨® Enr¨ªquez-Ominami ser¨¢ decisivo en la segunda vuelta. Los an¨¢lisis poselectorales indican que esta quinta parte del electorado es fundamentalmente joven y adulto, menor de 50 a?os, de ambos sexos -aunque hay m¨¢s mujeres-, urbanos y de clase media emergente; sus opiniones reflejan un rechazo a los pol¨ªticos, aunque un 88% declara respaldar a la presidenta, Michelle Bachelet, y la gran mayor¨ªa vot¨® en las parlamentarias por la gobernante Concertaci¨®n.

Pi?era necesita atraer a un tercio de los votantes de Enr¨ªquez-Ominami para ganar la elecci¨®n, porque, si conservase todos sus votos, a¨²n le faltar¨ªa un 6% adicional para alcanzar la mayor¨ªa absoluta. Frei, en cambio, necesita un 20% adicional a los apoyos de la primera vuelta para ganar la segunda. Los analistas indican que este porcentaje debe salir de los votos comunistas de primera vuelta (6%) y de tres de cada cuatro votos de Enr¨ªquez-Ominami (15%).

Si bien Pi?era ten¨ªa ventaja sobre Frei en un sondeo inmediatamente posterior a la primera vuelta (52%-47%), los analistas anticipan un resultado ajustado. Los comunistas ya han declarado su apoyo a Frei, con campa?a sobre el terreno para evitar un triunfo de la derecha.

En sus recorridos por el pa¨ªs, a raz¨®n de cinco y seis ciudades por d¨ªa y con un ritmo que no utilizaron en la primera vuelta, ambos candidatos est¨¢n incluyendo en sus programas algunas de las medidas que propon¨ªa Enr¨ªquez-Ominami.

En un acto con sus simpatizantes, Pi?era resalt¨® que tiene coincidencias con Enr¨ªquez-Ominami en el apoyo a las peque?as y medianas empresas, y sobre el voto de los chilenos en el exterior, pero agrega la necesidad de que mantengan un v¨ªnculo con el pa¨ªs.

Frei, que en primera vuelta rechaz¨® la posibilidad de subir impuestos si llegaba al poder, para no afectar a la reactivaci¨®n econ¨®mica ni suscitar rechazo entre los empresarios, ahora afirm¨® que lo har¨¢ en los primeros d¨ªas de su mandato para elevar la recaudaci¨®n en el equivalente al 1% del producto interior bruto (PIB).

Este giro de 180 grados en el programa electoral de Frei es un claro gui?o a Enr¨ªquez-Ominami, quien valor¨® la propuesta como un "tremendo progreso". El diputado a?adi¨® que no importa si el cambio de postura de Frei es "por inspiraci¨®n electoral o por inspiraci¨®n ¨¦tica", sino que sus propias ideas est¨¢n ahora ganando en segunda vuelta.

Con todo, Enr¨ªquez-Ominami mantiene sus cr¨ªticas a Pi?era y a Frei, porque con cualquiera de ellos en La Moneda "nada va a cambiar en Chile de 2010 a 2014", en especial debido a que "ninguno de los dos se hace cargo de su pasado". Pero introduce un matiz al valorar a ambos: Pi?era es "un retroceso", mientras que Frei "no es un avance", insiste.

Al anunciar la construcci¨®n de un partido, Enr¨ªquez-Ominami se anticipa al drenaje de sus partidarios que puedan hacer Pi?era y Frei. Con cierto tono de reproche, pidi¨® a los suyos que sean "m¨¢s exigentes" con los contendientes de la segunda vuelta. Sin embargo, el diputado dio libertad de acci¨®n a sus partidarios al t¨¦rmino de la primera vuelta.