El control por el poder judicial agrava la crisis en Nicaragua
Simpatizantes del gubernamental Frente Sandinista atacan a diputados de la oposici¨®n en la Asamblea Nacional y en un hotel
El empe?o del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, por controlar la c¨²pula del poder judicial est¨¢ agravando una crisis que ha derivado ya en episodios de violencia. Simpatizantes del gubernamental Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN), algunos de ellos armados con lanzagranadas caseros, atacaron el martes a los diputados de la oposici¨®n, primero en la Asamblea Nacional y luego en un c¨¦ntrico hotel. Quer¨ªan impedir que los parlamentarios derogasen un decreto por el que Ortega mantiene en la Corte Suprema y en el Consejo Electoral a varios magistrados afines, a pesar de haberles vencido su mandato.
La violencia desatada por las turbas en los alrededores de la Asamblea oblig¨® a los diputados a trasladar la sesi¨®n al hotel Holiday Inn, en el centro de Managua. Hasta all¨ª traslad¨® el oficialismo a sus simpatizantes en motos y autobuses, as¨ª como a funcionarios del Estado e incluso a alumnos de colegios p¨²blicos. Los sandinistas atacaron con piedras y granadas caseras el hotel, causando p¨¢nico entre los hu¨¦spedes, entre ellos varios turistas.
En uno de los salones, los diputados consiguieron 48 votos, uno m¨¢s de lo que establece la ley, para iniciar la sesi¨®n. Los parlamentarios denunciaron un golpe de Estado del Gobierno para disolver la Asamblea Nacional, nombraron una comisi¨®n para buscar apoyo de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), ratificaron una resoluci¨®n para no reelegir a los actuales magistrados del Supremo y prepararon un proyecto de ley que deroga el decreto de Ortega. A la salida de la sesi¨®n, tres diputados resultaron heridos cuando su veh¨ªculo fue atacado por los manifestantes.
Presiones
Seg¨²n los expertos, el decreto presidencial violenta la Constituci¨®n y desbarata la independencia de los poderes del Estado.
La violencia desatada en Managua es, seg¨²n los analistas, una muestra de la presi¨®n que el Gobierno quiere ejercer para obligar a la oposici¨®n a negociar los nombramientos de nuevos magistrados bajo sus propios t¨¦rminos.
Hasta ahora los diputados han rechazado el decreto del presidente Ortega y han mantenido paralizada la Asamblea Nacional. Pero la crisis tambi¨¦n muestra la debilidad de la oposici¨®n, incapaz de crear un bloque fuerte que haga frente a la deriva autoritaria del Gobierno de Ortega. Ayer, la Asamblea Nacional segu¨ªa sitiada por simpatizantes armados del FSLN.
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