Qu¨¦ ser¨ªa de M¨¦xico sin drogas
Miles de millones de d¨®lares aceitan la econom¨ªa mexicana cada a?o
El tema de las drogas es tambi¨¦n un tema econ¨®mico y un problema de mercado. Este es uno de los ¨¢ngulos m¨¢s interesantes para explicar el fen¨®meno, y probablemente, la verdadera pista para combatirlo seriamente o quiz¨¢, por lo menos, para contenerlo. Es claro para todos que las drogas son un producto, que tiene un precio alterado por una prohibici¨®n, que genera naturalmente mayor riqueza y utilidad.
?Pero de qu¨¦ estamos hablando? ?De cu¨¢nto estamos hablando? ?De qu¨¦ tama?o es el negocio? ?Qu¨¦ tan rentable es? ?Qu¨¦ tan grave ser¨ªa para algunas econom¨ªas nacionales que el negocio dejara de funcionar? ?C¨®mo funciona la econom¨ªa de la droga? ?Qu¨¦ pasar¨ªa de verdad si los gobiernos ganaran la guerra contra las drogas y ese negocio quebrara o se paralizara?
Podemos tratar de entenderlo con el caso mexicano. El periodista Jacobo Zabludovsky empezaba un art¨ªculo hace unos d¨ªas diciendo: "Si la divinidad dispusiera que esta noche terminara el narcotr¨¢fico en M¨¦xico, ma?ana estar¨ªamos muri¨¦ndonos de hambre. O casi." (El Universal 12/04/2010). Hac¨ªa referencia a la publicaci¨®n de un informe dado a conocer por la consultora Stratfor, en el que se afirma que cada a?o, ingresan a la econom¨ªa mexicana alrededor de 40.000 millones de d¨®lares (mdd), unos 32.000 millones de euros, por concepto de drogas. Si el dato es cierto, como se?ala la consultora, la afirmaci¨®n del periodista mexicano no resulta de ninguna forma exagerada.
Es muy dif¨ªcil calcular el tama?o del negocio de las drogas. Se han hecho muchos ejercicios y estimaciones. En el caso de M¨¦xico, los c¨¢lculos van desde los 10 a 15.000 mdd (8 a 12.000 millones de euros,) un estimado que reconocen en privado algunas agencias del gobierno mexicano, elaborado a partir del flujo de d¨®lares entre M¨¦xico y Estados Unidos, un dato duro, cierto, muy conservador, que nos da una evidencia emp¨ªrica por lo menos del piso o del punto de partida del negocio de las drogas, hasta c¨¢lculos m¨¢s amplios como la de Stratfor u otras agencias internacionales y centros acad¨¦micos, que han deslizado y aventurado cifras que van de los 40 a los 50.000 mdd (de los 32.000 a 40.000 millones de euros).
Para tener alg¨²n elemento de comparaci¨®n, los ingresos de M¨¦xico por concepto de remesas en 2009 fueron de 21.181 mdd (16.945 millones euros) los ingresos por concepto de turismo fueron de 11.275 mdd (9.020 millones de euros); los ingresos por petr¨®leo fueron en 2008 de 50.635 mdd (40.508 millones de euros); y en 2009 de 30.882 mdd (24.705 millones de euros); la inversi¨®n extranjera directa fue de 23.179 mdd (18.543 millones de euros) en 2008 y de 11.417 mdd (9.133 millones de euros) en 2009. La comparaci¨®n es abrumadora.
Sergio Ferragut en un libro publicado recientemente, A Silent Nightmare, afirma que el negocio de las drogas en Estados Unidos es de 125 mil mdd (100.000 millones de euros) seg¨²n la estimaci¨®n de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Crimen, es casi el doble de la cifra reconocida por el gobierno norteamericano, que habla de 65.000 mdd (52.000 millones de euros).
Los especialistas insisten en que la mayor parte del negocio de las drogas, que las grandes ganancias y utilidades, se quedan en lo que llaman "la ¨²ltima milla", es decir, en quienes controlan el ¨²ltimo tramo de la cadena de producci¨®n y comercializaci¨®n. Gana mucho m¨¢s quien lo comercializa en los grandes centros de consumo y quien se lo hace llegar al consumidor final. Este criterio ayuda a moderar las grandes cifras que se atribuyen a la econom¨ªa mexicana. Pero en cualquier escenario, un porcentaje muy importante de este negocio se queda en M¨¦xico, y sin duda es un tema que altera las cuentas nacionales, y del que por cierto, nunca habla el gobierno mexicano.
Lo que estamos obligados a reconocer es que el negocio il¨ªcito de las drogas significa ingresos extraordinarios y un flujo de capital para los pa¨ªses comercializadores y productores de drogas. Y que si se quiere combatir realmente el narcotr¨¢fico es necesario atender dos frentes: primero, una clara y frontal estrategia para combatir el lavado de dinero; y segundo, una estrategia social y econ¨®mica para sustituir el negocio il¨ªcito del narcotr¨¢fico, por negocios productivos l¨ªcitos. El gobierno mexicano tiene una fachada ineficaz del primero y carece totalmente del segundo.
El negocio de las drogas significa muerte, veneno y destrucci¨®n para una sociedad, pero parad¨®jica y perversamente, la otra cara de Jano, es que tambi¨¦n significa ingresos, ventas y empleos. Significa dinero fresco circulando y activando la econom¨ªa. Dinero ilegal que, tras un proceso de lavado, se inyecta de manera directa en el desarrollo y se convierte en inversi¨®n.
Ah¨ª est¨¢ la manzana envenenada. De una forma u otra, las complicidades son muy amplias. Los mexicanos normales, que tienen negocios l¨ªcitos, elevan el umbral de tolerancia, y tambi¨¦n se ven beneficiados, directa o indirectamente de estos flujos de capital.
George Friedman, director de Stratfor y autor del libro The next 100 years, asegura que, sin lugar a dudas, el negocio de las drogas "al final, contribuir¨¢ con el crecimiento econ¨®mico de M¨¦xico." Y es que el dinero que sale del bolsillo de los consumidores de droga en Nueva York se convierte en dinero circulando en las econom¨ªas de Ciudad Ju¨¢rez, Morelia o Ciudad de M¨¦xico.
La "guerra" de Calder¨®n contra las drogas estuvo desde el principio equivocada, porque le apost¨® m¨¢s a la fuerza que a la inteligencia. Porque era necesario construir una estrategia mucho m¨¢s amplia, integral, con muchos otros componentes, y uno de ellos era el financiero y econ¨®mico. No lo tuvo. Y las decisiones tienen consecuencias.
M¨¦xico est¨¢ obligado a preguntarse hoy: ?Qu¨¦ pasar¨ªa de verdad con su econom¨ªa si ese dinero dejara de entrar? ?Qu¨¦ pasar¨ªa con su macroeconom¨ªa? ?Qu¨¦ pasar¨ªa con las peque?as econom¨ªas de cientos de peque?os pueblos, familias, comercios y negocios, que viven gracias a esos ingresos? Por ejemplo, ?qu¨¦ hubiera sido de M¨¦xico en la crisis del 2009 con una ca¨ªda de -6,5% del PIB, sin los ingresos del negocio de la droga? ?Cu¨¢l es la estrategia para combatir el lavado de dinero? ?Cu¨¢l es la estrategia para sustituir la econom¨ªa del narcotr¨¢fico?
Son preguntas que si no tienen respuesta, llevan a otras m¨¢s graves: entonces ?va en serio la guerra de Calder¨®n contra las drogas? ?Qu¨¦ consecuencias tiene una guerra militar o armada, sin una estrategia econ¨®mica y financiera? En el fondo ?qu¨¦ tanto ha contribuido la "guerra" de Calder¨®n contra el narcotr¨¢fico para aumentar los precios de las drogas y en el fondo para mejorar las ganancias y las utilidades del negocio de las drogas?
Era elemental, desde un principio la estrategia era "Follow the Money..."
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