Naoto Kan, el hiperpragm¨¢tico
Tras ocho meses de liderazgo de un primer ministro "demasiado na?f", el realismo se abre paso en el Gobierno japon¨¦s
El reci¨¦n nombrado primer ministro de Jap¨®n, Naoto Kan (Ube, prefectura de Yamaguchi, 1946), ya ha hecho suspirar de alivio a sus compa?eros de partido tras el batacazo de Hatoyama. Su fama de buen orador y de pol¨ªtico hiperpragm¨¢tico -en clara oposici¨®n al perfil ingenuo del ex primer ministro- ha vuelto a colocar a su formaci¨®n, el Partido Dem¨®crata de Jap¨®n, por delante del Partido Liberal Dem¨®crata (PLD) con vistas a las elecciones para renovar la C¨¢mara alta del pr¨®ximo 11 de julio, seg¨²n las encuestas publicadas hoy por los principales diarios japoneses.
A diferencia de la inmensa mayor¨ªa de dirigentes nipones, Kan no procede de una familia relacionada con la pol¨ªtica. Licenciado en F¨ªsica por el Instituto de Tecnolog¨ªa de Tokio, empez¨® su carrera pol¨ªtica involucr¨¢ndose en diversas iniciativas ciudadanas. Eso le hizo obtener un esca?o en la C¨¢mara de Representantes en 1980 como miembro del desaparecido Partido de la Uni¨®n Social Dem¨®crata.
M¨¢s tarde se uni¨® al Nuevo Partido Sakigake, de ideolog¨ªa centrista y moderadamente ecologista que se escindi¨® a principios de los noventa de la formaci¨®n que ha dominado casi ininterrumpidamente la pol¨ªtica japonesa desde fundaci¨®n en la d¨¦cada de los cincuenta, el Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD). Su partido acab¨® formando parte de una coalici¨®n de gobierno precisamente con el PLD, en la que Kan obtuvo la cartera de Sanidad. En 1996 batall¨® contra la legi¨®n de bur¨®cratas, que gobierna el pa¨ªs de facto, para destapar las negligencias de su propio ministerio en un grave caso de transfusiones con sangre contaminada. Fue un¨¢nimemente aplaudido por ello, ya que salir a dar la cara es algo extremadamente raro y osado en un pol¨ªtico japon¨¦s. Ese a?o, las encuestas ya le se?alaban como el favorito de los votantes para ser el pr¨®ximo primer ministro.
Sin embargo, cambi¨® de rumbo ese mismo a?o al fundar la raiz del PDJ, junto a Yukio Hatoyama, el hombre que ahora ha sucedido en la jefatura del Gobierno japon¨¦s. Cuando el partido se estableci¨® plenamente en 1998 y adopt¨® el nombre de Partido Dem¨®crata de Jap¨®n, fue elegido como su primer l¨ªder, pero tuvo que dimitir en 1999 cuando se vio acorralado por los rumores nunca confirmados de que manten¨ªa una relaci¨®n extramatrimonial con una famosa presentadora de televisi¨®n. Adem¨¢s, se descubri¨® que no hab¨ªa abonado las 10 ¨²ltimas cuotas a la seguridad social. En los siguientes a?os sigui¨® consolid¨¢ndose como l¨ªder de la facci¨®n liberal, uno de los seis poderosos grup¨²sculos que conviven en el seno del PDJ.
Volvi¨® a retomar la presidencia del partido entre 2002 y 2004, esforz¨¢ndose mucho en este periodo por inculcar en la sociedad japonesa la necesidad de consolidar en el pa¨ªs un sistema bipartidista que acabara con la primac¨ªa absoluta del PLD. Aun as¨ª, perdi¨® unas legislativas en 2003 frente al entonces invencible Junichiro Koizumi, el a?orado l¨ªder de las huestes del PLD. En 2004, se vio de nuevo obligado a dimitir como cabeza del PDJ por otra serie de impagos a la seguridad social. Para expiar sus errores, Kan, budista confeso, se afeit¨® la cabeza y se coloc¨® el h¨¢bito de monje para realizar la famosa peregrinaci¨®n por los 88 templos de la isla Shikoku.
Cuando Hatoyama salt¨® al poder en septiembre de 2009, Kan fue nombrado vice primer ministro. Sus antecedentes tambi¨¦n le propiciaron el cargo de ministro de Estrategia Nacional, la cartera encargada de aligerar el peso que tiene la burocracia sobre las decisiones en materia de pol¨ªtica nacional. Abandon¨® esa cartera para ser nombrado ministro de Finanzas en enero de 2010, tras la dimisi¨®n por causas de salud de Hirohisa Fujii. Nada m¨¢s acceder al puesto manifest¨® que su prioridad era estimular el crecimiento y sugiri¨® que devaluar el poderoso yen podr¨ªa ser apropiado para estimular la piedra angular de la econom¨ªa japonesa; las exportaciones. Por esta velada cr¨ªtica al Banco Central, fue desautorizado p¨²blicamente por Hatoyama, quien asegur¨® que el Gobierno no era quien para meter las narices en los tipos de cambio.
Aunque Naoto Kan es famoso por su mal temperamento, los expertos lo valoran por su pragmatismo, locuacidad y por tener el perfil de "hombre de la calle" del que carece la clase pol¨ªtica en Jap¨®n. Tambi¨¦n se ve con buenos ojos el que haya planteado reiteradamente la necesidad de realizar una reforma fiscal a largo plazo y que sea uno de los pol¨ªticos del PDJ que m¨¢s en¨¦rgicamente ha reclamado la subida del IVA (actualmente del 5%) como primera medida para atajar el monstruoso d¨¦ficit presupuestario de Jap¨®n, que supone m¨¢s del doble de su PIB. Aunque el PDJ prometi¨® no aumentar el IVA en esta legislatura, los expertos tambi¨¦n se?alan que Kan tiene el car¨¢cter suficiente para lograr una subida siempre y cuando pueda lidiar con la resistencia en el seno de su partido. Algunos creen que tambi¨¦n podr¨ªa optar por apretarle las tuercas al Banco Central de Jap¨®n para relajar la pol¨ªtica monetaria si la actual tendencia deflacionista del pa¨ªs se endurece a medio plazo.
Su visi¨®n de las relaciones exteriores ha sido menos publicitada, pero Kan ya ha asegurado nada m¨¢s acceder al cargo que su idea est¨¢ en conjunci¨®n con la corriente mayoritaria dentro del partido y que fue la que tambi¨¦n llev¨® a cabo Yukio Hatoyama. Esto es, buscar una relaci¨®n m¨¢s igualitaria con el gran socio Estados Unidos y estrechar progresivamente lazos con Asia -y especialmente con la pujante China- potenciando la creaci¨®n de una comunidad integrada por pa¨ªses del este asi¨¢tico.
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