Aung San Suu Kyi apela al derecho a "no votar"
Miles de actos por todo el mundo piden la liberaci¨®n de la Premio Nobel en su 65 cumplea?os
El s¨ªmbolo de la resistencia birmana, cumple hoy, encerrada entre los muros de su casa de Yag¨²n, la antigua capital, 65 a?os. Aung San Suu Kyi, conocida como la Mandela de Asia, no podr¨¢ asistir a ninguno de los miles de actos organizados por el exilio birmano en los cuatro continentes. Aislada del mundo, la premio Nobel de la Paz defendi¨® el derecho de su pueblo a "no votar" en las elecciones organizadas por el r¨¦gimen militar.
La Junta militar, que aplasta con bota de hierro cualquier intento democr¨¢tico en el pa¨ªs, est¨¢ preparando unas elecciones para octubre a las que Suu Kyi no tiene autorizaci¨®n para concurrir. "El pueblo tiene derecho a votar, pero tambi¨¦n lo tiene a no votar", dijo Suu Kyi el viernes, durante la ¨²nica reuni¨®n semanal que se permite a la dirigente pol¨ªtica con su abogado Nyan Win.
Mientras tanto, Myanmar, como la Junta renombr¨® Birmania, languidece sumida en el aislamiento impuesto por los militares y la desesperanza occidental hacia una eventual apertura. El fracaso de la llamada Revoluci¨®n del Azafr¨¢n (2007), por el color de los h¨¢bitos de la monjes budistas que recorrieron el pa¨ªs a pie pidiendo democracia, mejores condiciones de vida para los ciudadanos y lucha contra la corrupci¨®n, alej¨® a los turistas, los ¨²nicos contactos que los birmanos ten¨ªan con el exterior. Se teme que este a?o no lleguen ni a 250.000, lo que supone otro duro golpe econ¨®mico para la poblaci¨®n, una de las m¨¢s pobres del mundo y a¨²n castigada por los devastadores efectos del cicl¨®n Nargis (primavera de 2008).
La Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido que la Nobel de la Paz dirig¨ªa desde su regreso a Birmania en 1988, se disolvi¨® el pasado mayo cuando decidi¨® no registrarse sin su l¨ªder para las pr¨®ximas elecciones. Hasta el momento, nadie ha hecho un llamamiento abierto al boicot de las elecciones, aunque tanto Aung San Suu Kyi como otros dirigentes de la desaparecida LND han dejado claro que esas elecciones no podr¨¢n ser "ni limpias, ni libres, ni democr¨¢ticas".
El r¨¦gimen, sin embargo, sigue adelante con sus planes y ya tiene registradas 32 formaciones pol¨ªticas, incluido el gubernamental Partido del Desarrollo y la Uni¨®n Solidaria. La Junta considera que con los votos se cierra el proceso de normalizaci¨®n, iniciado en 2008 con la aprobaci¨®n de una Constituci¨®n que entrar¨¢ en vigor con la elecci¨®n del nuevo Gobierno y que la oposici¨®n denuncia porque "perpetua el r¨¦gimen militar, legitima la subyugaci¨®n de las nacionalidades ¨¦tnicas y amenaza los derechos humanos b¨¢sicos de los birmanos".
Suu Kyi se ha convertido en el icono mundial de la resistencia civil por llevar desde 1989 sufriendo condenas que intermitentemente la encierran tras los barrotes de las c¨¢rceles birmanas o los muros de su casa. Al frente de la ahora desaparecida LND, en las ¨²nicas elecciones libres habidas en Birmania desde el golpe militar de 1962, Suu Kyi logr¨® hacerse con el 82% de los esca?os del Parlamento, pero los militares jam¨¢s reconocieron los resultados y un nuevo golpe acab¨® con las aspiraciones del pueblo y con el m¨¢s m¨ªnimo resquicio de libertad.
Hija del general Aung San -h¨¦roe de la independencia birmana aunque no lleg¨® a disfrutarla porque le asesinaron poco antes de instaurarse la Rep¨²blica-, la Premio Nobel de la Paz de 1991 hab¨ªa regresado a su tierra en 1988 para cuidar a su madre moribunda pero la agitaci¨®n social y las ansias de apertura que percibi¨® entre los j¨®venes birmanos la llevaron a ponerse al frente del movimiento que so?aba con democratizar un pa¨ªs de 53 millones de habitantes y multitud de etnias y lenguas.
El viernes pasado, durante la reuni¨®n mantenida con su abogado, Aung San Suu Kyi no quiso pronunciarse "por falta de informaci¨®n suficiente", sobre el supuesto programa nuclear birmano. A primeros de este mes de junio se hizo p¨²blico un informe realizado tras cinco a?os de investigaci¨®n, por un grupo antigubernamental en el exilio, que tiene su sede en Noruega, la Voz Democr¨¢tica de Birmania (DVB, en sus siglas en ingl¨¦s), que sostiene que la Junta militar est¨¢ intentado desarrollar un programa clandestino nuclear con la intenci¨®n de fabricar armas at¨®micas.
Desde Barcelona a Nueva Delhi, pasando por Washington y Bangkok, decenas de miles de exiliados birmanos celebran estos d¨ªas con distintos actos y protestas los 65 a?os de esta dama de aspecto delicado y voluntad de acero. La oposici¨®n a las elecciones de octubre ha unido a la mayor¨ªa del exilio en un movimiento a favor de los derechos ¨¦tnicos y la democracia, denominado Diez Alianzas de Birmania.
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