Dimiten dos ministros franceses acusados de abusar del erario

El mi¨¦rcoles, Nicolas Sarkozy, en una comida con diputados de su partido, avis¨®: "Hay comportamientos de los ministros que no me gustan". No dio nombres, pero aport¨® ciertos detalles -algunos de ellos evidentes- y anunci¨® que en oto?o habr¨¢ un cambio de Gobierno. No ha hecho falta esperar tanto. Ayer, dos secretarios de Estado del Gobierno franc¨¦s, con rango de ministros, anunciaron su dimisi¨®n. Se trata del secretario de Estado de Cooperaci¨®n, Alain Joyandet, y el de Desarrollo del Gran Par¨ªs, Christian Blanc. Los dos eran blanco de muchas cr¨ªticas, los dos hab¨ªan sido protagonistas de episodios de corruptelas y despilfarros y constituyen el ejemplo claro de lo que Sarkozy, en esa famosa comida, prometi¨® extirpar.

El propio Sarkozy y el primer ministro, Fran?ois Fillon, forzaron las renuncias, seg¨²n indic¨® ayer un portavoz del Gobierno. El caso de Blanc es sintom¨¢tico. En un tiempo en el que tanto Sarkozy como Fillon insisten en que el Estado debe reducir sus gastos en aras a la reducci¨®n del d¨¦ficit, el secretario de Estado se gast¨®, seg¨²n revel¨® el diario sat¨ªrico Le Canard Echain ¨¦, 12.000 euros del erario p¨²blico exclusivamente en puros. A raz¨®n de dos al d¨ªa, de la prestigiosa marca PartagasD4, seg¨²n precis¨® la informaci¨®n. El secretario de Estado reconoci¨® cierta parte de culpa: "Es verdad que me he fumado puros que no he pagado". Pero luego achac¨® la otra parte a su director de Gabinete, a quien acus¨® de haber encargado la mayor parte de los puros y de, adem¨¢s, haber filtrado a Le Canard Echain¨¦ la informaci¨®n. Blanc admiti¨® (y pag¨®) en principio 4.500 euros de los puros. Fillon le hizo despu¨¦s abonar la totalidad.

Joyandet tambi¨¦n fue descubierto con ciertas conductas que casan poco con el ritmo austero que Sarkozy dice querer ahora imprimir a su Administraci¨®n: en marzo, alquil¨® un jet privado para desplazarse a La Martinica a fin de asistir a una conferencia sobre Hait¨ª. El viaje cost¨® 116.000 euros. Adem¨¢s, hace unos d¨ªas, tambi¨¦n Le Canard Echain¨¦ revel¨® que el secretario de Estado gozaba de un permiso dudoso para ampliar su vivienda de vacaciones en la regi¨®n de Var, no lejos de Saint-Tropez. Joyandet anunci¨® recientemente que renunciaba al permiso (y a la ampliaci¨®n), pero su nombre aparec¨ªa demasiado quemado.

Sarkozy, en la citada comida con diputados, aludi¨® expl¨ªcitamente a los puros de Blanc y a los aviones privados de Joyandet. Los parlamentarios salieron de all¨ª con algo seguro: tanto uno como otro ten¨ªan los d¨ªas contados como miembros del Gobierno franc¨¦s. Pero se pensaba que lo abandonar¨ªa en oto?o, no de una manera tan r¨¢pida. Hay otro miembro del Gobierno, de mucho m¨¢s rango, cuestionado por algo a¨²n m¨¢s grave: el ministro de Trabajo, Eric Woerth, acusado de un conflicto de intereses porque su mujer, Florence, trabaj¨® para la heredera del grupo L'Or¨¦al, Liliane Bettencourt, acusada de regentar dos cuentas opacas en Suiza. Por lo pronto, no tiene intenci¨®n de dimitir. Y por lo pronto, Sarkozy asegura en p¨²blico -y lo afirm¨® en la famosa comida- que le apoya. Pero el cr¨¦dito de Woerth se debilita d¨ªa a d¨ªa.