El organizador del Loveparade culpa a la polic¨ªa de la cat¨¢strofe

A partir de hoy, Rainer Schaller, el organizador del Loveparade, tratar¨¢ de demostrar la culpabilidad de la polic¨ªa en la cat¨¢strofe que el pasado 24 de julio acab¨® con la vida de 21 j¨®venes, entre ellos, dos espa?olas, y m¨¢s de 500 heridos en el festival de m¨²sica tecno m¨¢s importante del mundo. Para ello ha colgado hoy en su p¨¢gina web (www.loveparade.de) 22 horas de v¨ªdeo de las c¨¢maras de seguridad de la fiesta.

La organizaci¨®n del evento, el Ministerio del Interior del estado federado de Renania del Norte-Westfalia y la alcald¨ªa de Duisburg, en el oeste del pa¨ªs, se culpan mutuamente de lo sucedido desde la fat¨ªdica jornada.

Schaller considera que las cadenas de polic¨ªas formadas para controlar y dirigir la afluencia de p¨²blico a la Loveparade, una de ellas en la rampa de acceso al t¨²nel, fueron las desencadenantes de la cat¨¢strofe. "Ninguno de nosotros puede explicarse por qu¨¦ la polic¨ªa form¨® cadenas en el t¨²nel y que funci¨®n ten¨ªa la que formaron al final de la rampa. Creo que si esa cadena no hubiese existido, las 21 personas estar¨ªan con vida", afirma Schalle en la edici¨®n de hoy del semanario Der Spiegel. Por el contrario y en declaraciones que publica hoy el rotativo Bild, Rainer Wendt, presidente del Sindicato de la Polic¨ªa Alemana (DPoIG), rechaza estas acusaciones y asegura que los agentes trataron, "jug¨¢ndose la vida, de evitar las peores consecuencias de la chapucera planificaci¨®n de la Loveparade".

"El organizador solicit¨® la ayuda de la polic¨ªa porque su concepto de seguridad se hab¨ªa venido abajo. Se hab¨ªa comprometido a cerrar las v¨ªas de acceso, algo que no sucedi¨®", se?ala por su parte Dieter Wehe, inspector jefe de la polic¨ªa de Renania del Norte-Westfalia. La polic¨ªa de dicho estado considera inaceptable que Schaller no tenga intenci¨®n de acudir personalmente a declarar ante la comisi¨®n de Interior del parlamento de Renania del Norte-Westfalia, que este jueves se re¨²ne en D¨¹sseldorf para investigar lo sucedido el d¨ªa de la cat¨¢strofe.

La ¨²ltima fiesta antes de volver a casa

Era la despedida de su beca Erasmus, todo un a?o de libros y juergas que, sin embargo, no tuvo un final feliz. Las espa?olas Clara Zapater, estudiante de Psicolog¨ªa en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (22 a?os y natural de Tarragona), y Marta Acosta (21 a?os, Cambrils), de Traducci¨®n e Interpretaci¨®n en la Rovira i Virgili de Tarragona, fueron dos de las 21 v¨ªctimas de la avalancha humana que se produjo en el festival tecno Loveparade en Duisburgo (Alemania) el 24 de julio. Ambas acababan de terminar su estancia de un curso acad¨¦mico en la Universidad de M¨¹nster, a unos 100 kil¨®metros del lugar de la tragedia. Ten¨ªan prevista su vuelta a casa esa misma semana.

Cuando se despej¨® la zona, Marta fue hallada bajo el t¨²nel, inconsciente. Los m¨¦dicos, seg¨²n sus amigos Ariadna y Daniel, trataron de reanimarla durante media hora en el hospital de campa?a que se instal¨® en el lugar del siniestro. "Cuando la estabilizaron se la llevaron en una ambulancia al hospital, donde muri¨®", cuenta Daniel. De Clara, sin embargo, ninguno de los estudiantes supo nada hasta un d¨ªa despu¨¦s de la tragedia. El c¨®nsul espa?ol en D¨¹sseldorf, Manuel Viturro de la Torre -que se encarg¨® de asistir a los afectados-, les comunic¨® su muerte a primera hora del d¨ªa siguiente a la cat¨¢strofe.