Berlusconi: "Me atacan por envidia y odio"
El primer ministro italiano exhibe en Roma su fuerza arropado por la direcci¨®n de su partido y se presenta como v¨ªctima de una campa?a de "historias inventadas" contra ¨¦l
Un ba?o de aplausos, apretones de mano y flashes. Berlusconi necesitaba mostrarse fuerte, arropado por su gente, en un acto muy medi¨¢tico. Lo hizo este mediod¨ªa, cuando reuni¨® en Roma a la direcci¨®n nacional del Pueblo de la Libertad (PDL) y pronunci¨® un discurso negociado y pulido durante toda la noche con sus consejeros. "El PDL est¨¢ fuerte, unido y compacto alrededor de su l¨ªder. Lo ¨²nico que puede cambiar este hecho es el voto popular".
Il Cavaliere se quit¨® alguna piedra del zapato: "Me han impuesto que leyera un discurso, sin improvisar. Pero antes, os quiero comentar una cosa de coraz¨®n -clam¨® desde el escenario-, algo que gu¨ªa mi vida personal antes que mi acci¨®n de empresario prestado a la pol¨ªtica: el amor gana siempre sobre el odio. Por amor a la libertad resisto a los ataques. Las campa?as de barro que lanzan en mi contra no est¨¢n basadas en hechos reales, sino s¨®lo en la envidia y en el odio".
Berlusconi utiliz¨® su larga intervenci¨®n en parte para ense?ar los m¨²sculos de su Gobierno, en parte para presentarse como v¨ªctima de campa?as denigratorias y, hecho pol¨ªticamente m¨¢s relevante, en parte para lanzar mensajes a Gianfranco Fini, presidente del Congreso y cofundador del PDL, que gu¨ªa una tropa de rebeldes cada d¨ªa m¨¢s numerosa (justo ayer otros dos diputados abandonaron a Berlusconi para pasar al nuevo grupo Futuro y Libertad).
"No es verdad que estamos paralizados, como dice la izquierda [en realidad fue Emma Marcegaglia, presidenta de la patronal quien movi¨® esta cr¨ªtica la semana pasada]", dijo el primer ministro, antes de dedicarse a una larga apolog¨ªa de la acci¨®n de su Ejecutivo. "En Italia existe una realidad verdadera, la del Gobierno del Hacer, que los medios ignoran. Los medios s¨®lo hablan de la realidad virtual, del antiberlusconismo, construido con historias inventadas. Estamos siendo atacados. Y no por lo que hacemos, sino por lo que representamos: el gran obst¨¢culo para que tome el poder la izquierda. Vamos a resistir. Porque que hubiera elecciones ahora ser¨ªa una irresponsabilidad".
Por supuesto, el hecho de que el Gobierno pueda seguir respirando o no, depende de los militantes finianos de Futuro y Libertad: Berlusconi sabe bien que sin ellos no tiene la mayor¨ªa en el Parlamento. "Digan de inmediato y abiertamente si siguen apoyando al Ejecutivo y van a arrinconar las pol¨¦micas o si, al contrario, ya no conf¨ªan en esta mayor¨ªa". "Nosotros, por nuestra parte, tenemos la voluntad de seguir adelante y la disponibilidad para reconocer su distinta sensibilidad en el seno de la derecha", afirm¨® proponiendo el en¨¦simo pacto de legislatura a su ex compa?ero de partido. "Pero si no conf¨ªan en el Gobierno, que lo digan claro: recogemos el guante y vamos a votar".
Es un cap¨ªtulo m¨¢s del pantano en que se ha convertido la pol¨ªtica transalpina desde que los finianos se deslizaran del partido de Berlusconi (PDL), diesen vida a una nueva formaci¨®n (Futuro y Libertad) y llegaran a ser la tercera pata de la coalici¨®n de Gobierno (est¨¢ tambi¨¦n la Liga Norte). En Italia la situaci¨®n se describe con una met¨¢fora l¨²dica: il gioco del cerino, el juego de la cerilla. Todo el mundo tensando la cuerda, pero nadie quiere quemarse los dedos y quedarse con la cerilla en la mano, es decir ser el primero en tirar la toalla, asumi¨¦ndose la responsabilidad oficial de tumbar al Gobierno.
Est¨¢ en juego la imagen que se vender¨¢ en una nueva campa?a electoral -cuya probabilidad parece cada hora m¨¢s concreta- ?Qui¨¦n ser¨¢ el verdugo y qui¨¦n la v¨ªctima? De momento al empresario le est¨¢ saliendo bien el papel de v¨ªctima. "Estamos bajo los fuegos de ataques externos, de jueces, prensa e izquierdas". Y tras las declaraciones conciliadoras, al menos en la apariencia, hacia los rebeldes finianos, la guillotina pasa al presidente del Congreso, que el domingo va a fundar oficialmente su nuevo partido.
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