Diplom¨¢ticos de EE UU reciben ¨®rdenes de espiar a la ONU
El Departamento de Estado imparte a sus funcionarios instrucciones para conseguir informaci¨®n confidencial sobre el secretario general y representantes de otros pa¨ªses y zonas de conflicto
El Departamento de Estado curs¨® el a?o pasado a los funcionarios de 38 embajadas y misiones diplom¨¢ticas una pormenorizada relaci¨®n de la informaci¨®n personal y de otra ¨ªndole que deben obtener sobre Naciones Unidas, incluido su secretario general, y especialmente sobre los funcionarios y representantes vinculados con Sud¨¢n, Afganist¨¢n, Somalia, Ir¨¢n y Corea del Norte. El personal diplom¨¢tico y consular acreditado ante la ONU y ante los pa¨ªses a los que afectan las instrucciones son los encargados de ejecutar, seg¨²n cables clasificados como secreto, este espionaje blando.
Adem¨¢s de la ONU, las instrucciones para realizar similar trabajo de recolecci¨®n de informaci¨®n se enviaron tambi¨¦n desde Washington entre 2008 y 2009 a numerosas embajadas en relaci¨®n con diferentes asuntos de inter¨¦s estadounidense, como el conflicto palestino, la situaci¨®n en los Grandes Lagos o el fen¨®meno de los disidentes en distintos lugares. Pero es la informaci¨®n solicitada sobre la ONU la que m¨¢s llama la atenci¨®n por el car¨¢cter excepcional de esa organizaci¨®n, cuya sede principal est¨¢ en Nueva York.
Los cables reclaman "inteligencia humana", datos logrados en contactos personales o relaciones informales
EE UU quiere conocer la rutina de los empleados de Naciones Unidas, sus tarjetas de cr¨¦dito, correos electr¨®nicos y tel¨¦fonos
Se solicita informaci¨®n biogr¨¢fica, biom¨¦trica y financiera sobre l¨ªderes palestinos
Instrucciones para un espionaje similar se env¨ªan a otros pa¨ªses. La Embajada en Asunci¨®n tuvo que acumular datos f¨ªsicos de los aspirantes a la presidencia de Paraguay en 2008
En la regi¨®n de los Grandes Lagos, en ?frica, se solicitan detalles sobre instalaciones militares y compraventa de armas
Son datos requeridos, seg¨²n se desprende de la lectura de varios documentos, para reemplazar archivos existentes en el Departamento de Estado desde 2004 y, en el caso de uno de los pa¨ªses afectados por la investigaci¨®n, Paraguay, se solicita informaci¨®n m¨¢s propia de una ficha policial: el esc¨¢ner del iris, huellas dactilares y el ADN de cuatro candidatos presidenciales.
Los cables mencionados detallan lo que el Departamento de Estado denomina "human intelligence" (inteligencia humana), que parece aludir a la informaci¨®n lograda a trav¨¦s de contactos personales o mediante la relaci¨®n informal. Aunque sin la expresa intervenci¨®n de los servicios secretos, el espionaje encomendado a los funcionarios de embajadas y misiones abarca cientos de asuntos: las gestiones y apariencia f¨ªsica de los diplom¨¢ticos iran¨ªes y norcoreanos en Nueva York, los planes e intenciones del secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, y su equipo, las relaciones de Ham¨¢s y Hezbol¨¢, las armas nucleares o los choques militares, ¨¦tnicos y guerrilleros africanos.
Toda la informaci¨®n conseguida debe ser enviada a una oficina del Departamento de Estado que sirve de enlace con los distintos organismos de inteligencia norteamericanos y que es citada en los cables como INR/B. "Los organismos de inteligencia dependen mucho de los informes de los funcionarios del Departamento de Estado", dice el cable. "Y las biograf¨ªas informales [de los interlocutores con informaci¨®n] recogidas a lo largo del mundo, enviadas por e-mail u otro medio, son vitales".
Varios despachos, firmados "Clinton" y elaborados probablemente por la oficina de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, contienen instrucciones precisas acerca de la mir¨ªada de averiguaciones a desarrollar en zonas de conflicto, en el mundo de los desertores y solicitantes de asilo, en la sala de m¨¢quinas del conflicto palestino-israel¨ª, o acerca de Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China para conocer sus planes respecto a la amenaza nuclear de Teher¨¢n.
Estas son algunas de las informaciones que los diplom¨¢ticos norteamericanos deben conseguir para nutrir los archivos de inteligencia del Departamento de Estado:
- "Planes, intenciones, objetivos y actividades palestinas relacionadas con las pol¨ªticas de EE UU sobre el proceso de paz y el contraterrorismo".
- "Informaci¨®n biogr¨¢fica, biom¨¦trica y financiera sobre los l¨ªderes palestinos y de Ham¨¢s, incluidos los de los movimientos juveniles, dentro y fuera de Gaza y Cisjordania".
- "Planes y actividades concretas de Reino Unido, Francia, Alemania y Rusia respecto a las pol¨ªticas de la Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica [IAEA por su siglas en ingl¨¦s]".
- Planes e intenciones de los l¨ªderes y pa¨ªses m¨¢s influyentes de la ONU, especialmente Rusia y China, sobre derechos humanos en Ir¨¢n, sanciones a Ir¨¢n, suministro de armas iran¨ªes a Ham¨¢s y Hezbol¨¢ y sobre las candidaturas que Ir¨¢n presenta para ocupar puestos claves en la ONU".
Tarjetas de cr¨¦dito y direcciones
El escrutinio pedido se ampl¨ªa al ¨¢mbito privado al preguntar el Departamento de Estado por la rutina de los funcionarios de la Secretar¨ªa General de la ONU y de cualquier interlocutor susceptible de aprovechamiento: se pide la numeraci¨®n de sus tarjetas de cr¨¦dito y de viajero frecuente, tel¨¦fonos, correos electr¨®nicos, direcciones URL, programas de trabajo y aspecto f¨ªsico.
Las prioridades para la investigaci¨®n en la ONU son: Darfur / Sud¨¢n, Afganist¨¢n / Pakist¨¢n, Somalia, Ir¨¢n y Corea del Norte, seguidas por la reforma del Consejo de Seguridad, Irak, el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo, los derechos humanos, los cr¨ªmenes de guerra, la ayuda humanitaria, el terrorismo y la situaci¨®n en Myanmar (antigua Birmania). Se requiere tambi¨¦n seguir con atenci¨®n en Naciones Unidas los sucesos en ?frica Occidental, al igual que las t¨¢cticas de los diferentes pa¨ªses en las votaciones de la Asamblea General.
Los funcionarios de las embajadas seleccionadas y de las misiones de Naciones Unidas en Nueva York, Bruselas y Roma deben indagar asimismo en las agencias humanitarias de la ONU y adentrarse en asuntos susceptibles de ser conflictivos o de perjudicar a los intereses de EE UU. Los agentes diplom¨¢ticos son instados a enterarse de "los cambios internos y proceso de selecci¨®n de los puestos clave de la Secretar¨ªa General, agencias especializadas, comit¨¦s, comisiones y programas oficiales en Nueva York, Ginebra, Viena y otras ciudades, as¨ª como de los asesores especiales y jefes de equipo".
Asimismo, deben proporcionar "detalles de las fricciones entre la oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Oficina para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios (OCAH) y el coordinador de Seguridad de la ONU con sus oficinas sobre el terreno". Tambi¨¦n, "informaci¨®n sobre las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Gaza, Jordania, L¨ªbano, Siria y Cisjordania, y sus relaciones con Ham¨¢s y Hezbol¨¢". Otro apartado pide "informaci¨®n sobre los criterios de los miembros del Consejo de Seguridad y de otros pa¨ªses sobre las candidaturas de Siria, Cuba e Ir¨¢n para ocupar cualquier puesto de liderazgo en la ONU".
Las instrucciones generales sobre la inmersi¨®n en la vida de los funcionarios de Naciones Unidas se repiten en cables espec¨ªficos sobre Paraguay, Bulgaria, ?frica Occidental y la regi¨®n africana de los Grandes Lagos, as¨ª como la situaci¨®n de los palestinos y los desertores y solicitantes de asilo.
Datos f¨ªsicos de candidatos
El cometido de algunas embajadas es casi policial, y la de Asunci¨®n debi¨® acumular datos f¨ªsicos de los aspirantes a la presidencia de Paraguay en las elecciones de abril del 2008. Un despacho nombra a la entonces ministra de Educaci¨®n, Blanca Ovelar, al ex vicepresidente Luis Alberto Castiglioni, al ex general Lino Oviedo y a Fernando Lugo, actual presidente. Recaba de los cuatro datos biom¨¦tricos, huellas dactilares, fotograf¨ªas, esc¨¢neres del iris, DNA "y otras singularidades".
La Secretar¨ªa de Estado inquiere sobre la corrupci¨®n oficial, el lavado de dinero, las relaciones de Paraguay con Cuba, Venezuela, China, Taiw¨¢n y Rusia, la existencia de yacimientos de hidrocarburos en la regi¨®n del Chaco paraguayo, el narcotr¨¢fico y la construcci¨®n de mezquitas en el pa¨ªs latinoamericano, lim¨ªtrofe con Argentina, Brasil y Bolivia. La informaci¨®n apetecida por el Departamento de Estado alcanza todos los aspectos de la pol¨ªtica, la econom¨ªa y las relaciones sociales.
Bulgaria es el otro pa¨ªs sometido a disecci¨®n, seg¨²n consta en un documento en el que se insta a la Embajada de Sof¨ªa al env¨ªo de datos sobre la realidad nacional: desde el grado de progreso de la democracia y las finanzas nacionales, a la corrupci¨®n administrativa y la fragilidad de los tres poderes del Estado, pasando por el fen¨®meno de la pornograf¨ªa infantil y la falsificaci¨®n de las tarjetas de cr¨¦dito y carn¨¦s de conducir.
Al ser incontables los problemas asociados al subdesarrollo africano, las instrucciones contenidas en los cables relativos a ese continente afectan a todos los ¨®rdenes de la vida. La lista de solicitudes comunes arranca con las relaciones intergubernamentales y la influencia pol¨ªtica de los grupos rebeldes, sigue con el contrabando de armas y el terrorismo, y contin¨²a con el estado de la democracia, la econom¨ªa y la corrupci¨®n:
-"Esfuerzos de los grupos rebeldes y milicias u otros agentes no gubernamentales, especialmente entidades como las Fuerzas Democr¨¢ticas para la Liberaci¨®n de Ruanda (FDLR), que agrupan a ruandeses que participaron en el genocidio de 1994, para obtener m¨¢s participaci¨®n en los Gobiernos nacional o local, y para hacerse con el control de los recursos naturales".
-"Personas y organizaciones que apoyan el terrorismo internacional, incluyendo empresarios y transacciones financieras".
-"Detalles de las minas de diamantes, cobre, cobalto, uranio y otros minerales, as¨ª como de la extracci¨®n de crudo; n¨²mero y situaci¨®n de las minas".
-"Detalles sobre corrupci¨®n y actividades criminales transfronterizas, incluyendo contrabando de armas, tr¨¢fico de seres humanos, financiaciones ilegales y planes de los Gobiernos para combatir la delincuencia".
Su opini¨®n sobre Estados Unidos
El Departamento de Estado demanda informaci¨®n a sus funcionarios sobre datos biom¨¦tricos de los l¨ªderes africanos, incluyendo su estado de salud, su pertenencia ¨¦tnica, los idiomas que hablan y su opini¨®n sobre Estados Unidos. Para ser atendidas, algunas peticiones obligan al espionaje puro y duro, como las que se exponen en un cable dirigido a varias embajadas en ?frica y que pide: "Detalles sobre instalaciones militares, como aeropuertos y acuartelamientos, equipamiento militar, incluyendo n¨²mero y estatus operativo (...) Detalles de las armas adquiridas por el Gobierno y los rebeldes, incluyendo negociaciones, contratos, entregas, t¨¦rminos de la venta, calidad de las armas y precios".
Los requerimientos en torno a los "asuntos palestinos" contenidos en el cable 176247, secreto como todos los anteriores, son enciclop¨¦dicos y de dif¨ªcil cumplimiento con los medios que se supone a un diplom¨¢tico o funcionario consular. Se piden precisiones sobre las actividades de los cuerpos de seguridad palestinos y sus planes de contraespionaje, indagaciones acerca de la presencia isl¨¢mica y las relaciones con Israel, y el terrorismo, infraestructuras, comunicaciones, Internet, liderazgos, actitudes y capacidades tecnol¨®gicas. Cientos de preguntas sobre los contactos informales palestinos con Israel o las enfermedades infecciosas en la regi¨®n completan el cable.
Los desertores y solicitantes de asilo son mencionados en el cable 235430 como una valiosa fuente de informaci¨®n que debe cuidarse al m¨¢ximo habilitando interlocutores en los idiomas ruso, espa?ol, ¨¢rabe, farsi, chino mandar¨ªn y coreano.
Las instrucciones del despacho han sido coordinadas con el FBI, la CIA y otros organismos de inteligencia porque, seg¨²n se advierte, los desertores y peticionarios de asilo pueden ser "enfermos mentales, traficantes de informaci¨®n, manipuladores, provocadores de servicios de inteligencia extranjeros hostiles o personas que tratan de conseguir informaci¨®n para grupos terroristas".
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