Gran Hermano se resquebraja
La imagen de EE UU, que Obama hab¨ªa levantado, sale malparada de las filtraciones de Wikileaks
?Vaya pedrada le ha dado en la frente el peque?o David que es Wikileaks al Gran Hermano que todo lo sabe y controla! Se entiende que el Gobierno de Estados Unidos intente minimizar los da?os. Tambi¨¦n que le sigan otros gobiernos amigos, as¨ª como alguno de los medios que no han podido acceder al torrente documental aportado por la organizaci¨®n de Julian Assange. Pero cuantas m¨¢s noticias vayan surgiendo de esta mina de informaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ ocultar el inter¨¦s p¨²blico de sus contenidos as¨ª como el parte de abolladuras y aver¨ªas que produce la revelaci¨®n de unos secretos celosamente guardados.
De entrada, hay que se?alar que la diplomacia norteamericana sale da?ada de este envite, tal como explicaba ayer Robert Baer, un ex agente de la CIA, en las p¨¢ginas del Financial Times. Baer centra su evaluaci¨®n de desperfectos en los canales de comunicaci¨®n especiales que muchos jefes de Estado, sobre todo de pa¨ªses ¨¢rabes, establecen con el presidente de EE UU, normalmente una persona de confianza del mandatario extranjero. Assange ha pulsado el bot¨®n reset y ahora Washington tendr¨¢ que empezar desde cero en este cap¨ªtulo. Quien m¨¢s sabe de estos asuntos en nuestro pa¨ªs, que es Javier Solana, ya ha indicado que esta filtraci¨®n obligar¨¢ a los diplom¨¢ticos a cambiar de m¨¦todos y h¨¢bitos de trabajo, algo que afecta tambi¨¦n a numerosos ciudadanos, empresarios, periodistas, jueces o pol¨ªticos, que deber¨¢n aprender una nueva cultura de la cautela en sus contactos con diplom¨¢ticos de todos los pa¨ªses. En la observaci¨®n de Solana hay una cr¨ªtica impl¨ªcita a usos que no corresponden a la ¨¦poca en que vivimos. No se trata s¨®lo de una mala utilizaci¨®n de las comunicaciones y de un p¨¦simo blindaje por parte de una superpotencia que imparte lecciones sobre las ciberguerras del futuro; sino del estilo periclitado e impropio del nuevo mundo globalizado y multipolar con que todav¨ªa se mueven algunos diplom¨¢ticos.
La imagen de EE UU, que Obama hab¨ªa levantado, sale malparada de las filtraciones
De momento, la publicaci¨®n simult¨¢nea de las primeras noticias surgidas del archivo de Wikileaks ha forzado al entero Departamento de Estado a movilizar todos sus recursos para amortiguar el impacto y prepararse para las revelaciones sucesivas. Este es el cuarto ca?onazo dirigido hacia EE UU, en un bombardeo que va aumentando en intensidad: el primero fue el v¨ªdeo Asesinatos colaterales , con voz e im¨¢genes del ametrallamiento en Irak de un grupo de civiles desde un helic¨®ptero militar estadounidense; el segundo y el tercero fueron 90.000 y 400.000 documentos de las guerras de Afganist¨¢n e Irak respectivamente.
Advertidos con varios d¨ªas de antelaci¨®n de la envergadura del cuarto disparo, las embajadas y consulados en todo el mundo realizaron una acci¨®n de amortiguaci¨®n preventiva mediante contactos a todos los niveles con los amigos y socios afectados por las revelaciones. Una vez se abri¨® la espita por donde fluyen las noticias se han producido simult¨¢neamente dos reacciones contradictorias: una minimizadora y otra amenazadora. Pero la reacci¨®n m¨¢s importante, que ser¨¢ discreta e incluso desconocida por el gran p¨²blico, ser¨¢ la reparaci¨®n del veh¨ªculo diplom¨¢tico da?ado. Hay todav¨ªa una aver¨ªa pol¨ªtica mayor de reparaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil, y es la que afecta al desplazamiento del poder en el mundo, as¨ª como al futuro de la superpotencia americana.
El caudal de credibilidad y de prestigio internacionales que EE UU hab¨ªa recuperado gracias a Obama y que formaba parte del capital pol¨ªtico m¨¢s apreciado de esta presidencia, est¨¢ escapando a ojos vista por la v¨ªa de agua abierta por Wikileaks. Vuelven los peores estereotipos, cultivados durante la Guerra Fr¨ªa y recrudecidos con la presidencia de Bush, a trav¨¦s de esta brecha informativa que nos ilustra sobre la mentalidad, las formas de presi¨®n e incluso las sonrojantes expresiones de arrogancia de algunos diplom¨¢ticos norteamericanos, as¨ª como la deferente actitud de sus contrapartes de los distintos pa¨ªses, espa?oles incluidos.
El Gran Hermano, en crecimiento constante en EE UU y Europa, tiene una versi¨®n mucho peor y m¨¢s fiel al modelo totalitario de la Guerra Fr¨ªa que inspir¨® a George Orwell, el creador del personaje literario. Est¨¢ en pa¨ªses como China, donde el hipercontrol cibern¨¦tico y audiovisual del ciudadano se suma a los controles policial y militar tradicionales en una dictadura cl¨¢sica. Que la grieta no alcance todav¨ªa a esta versi¨®n a¨²n m¨¢s tenebrosa y totalitaria no es argumento para descalificar las revelaciones sobre EE UU ni significa que no deban llegar hasta China alg¨²n d¨ªa. La tecnolog¨ªa y la globalizaci¨®n pondr¨¢n tambi¨¦n de su parte, esperemos que pronto. Tambi¨¦n lo har¨¢n, sin duda, los nuevos poderes o contrapoderes emergentes no estatales, surgidos de la sociedad civil global y tecnol¨®gica, de los que Wikileaks es s¨®lo el primer y m¨¢s espectacular ejemplar.
Puedes contactar en Eskup con el autor del art¨ªculo, Llu¨ªs Bassets | Comenta esta noticia en la red social de EL PA?S |
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